Dipladenia sanderi

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Dipladenia sanderi

Con el nombre de Dipladenia sanderi conocemos a una planta ornamental de flor que durante estos últimos años se ha ido haciendo hueco en nuestro amplio catálogo de plantas de exterior para el jardín.

La Dipladenia sanderi goza de la posibilidad de disfrutarla durante los primeros meses como planta de interior y posteriormente como planta de exterior. En el primer caso, la Dipladenia se presenta de porte arbustivo y compacto, en ocasiones ayudada de la utilización de diferentes técnicas de cultivo. En el segundo, su presentación encañada o tutorada en arco o espaldera, ya invita a adivinar su tendencia de desarrollo.

Por las condiciones de su lugar de origen, en el continente europeo encuentra su lugar ideal de desarrollo al aire libre en todo el arco mediterráneo, donde el nivel de iluminación es elevado, lluvias relativamente escasas, temperaturas veraniegas altas… e inviernos suaves. En cambio, como planta de interior, se puede disfrutar de ella durante largos periodos de tiempo en lugares mucho más fríos.

¿Mandevilla sanderi o Dipladenia sanderi?

En realidad estamos ante una planta del género Mandevilla, perteneciente a la familia de las Apocináceas. Este género engloba a unas 100 especies, todas ellas nativas de Centroamérica y Sudamérica.

Entre las especies más populares de Mandevilla tenemos a la Mandevilla boliviensis, Mandevilla scabra, Mandevilla splendens (Dipladenia splendens), Mandevilla suaveolens, Mandevilla laxa y la que nos referimos en este post: Mandevilla sanderi (Dipladenia sanderi).

Dipladenia sanderi

Lo correcto sería denominarla Mandevilla sanderi y no por su sinónimo Dipladenia sanderi. Pero precisamente es por este sinónimo por el que más se la conoce popularmente y de ahí es que nos refiramos con este nombre a ella en todo este artículo.

Dipladenia sanderi en el mercado Europeo

Si bien es originaria de Sudamérica, concretamente de Brasil, en el continente europeo encuentra su lugar ideal de desarrollo al aire libre y especialmente en todo el arco mediterráneo, donde el nivel de iluminación es elevado, lluvias relativamente escasas, temperaturas veraniegas altas e inviernos suaves.

Curiosamente, España es uno de los países productores más importantes de esta planta de Europa. Se cultivan en Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia… siendo las provincias más destacadas y con diferencia a nivel productoras, Almería y Granada, provincias donde prácticamente toda su producción está destinadas a los países de la Europa Central.

Las Mandevillas o Dipladenias sanderi cultivadas tiene dos destinos claramente definidos: uno en calidad de planta de exterior situado en países con zonas cálidas con inviernos suaves, y otro como plantas de interior en países de inviernos más fríos.

Como planta de exterior es ideal para jardines y balcones, utilizadas como plantas trepadoras. En cambio, como planta de interior, al margen de que en todos los países se pueda disfrutar como tal, son los países más centroeuropeos como Francia, Alemania, Reino Unido, Holanda, etc. quienes, al igual que pasa con el Nerium oleander (Adelfa), la consumen como planta de interior de flor y además de temporada, renovándolas todos los años.

En cuanto a su consumo a nivel de España, la Dipladenia sanderi ha ido incrementando año tras año su aceptación entre los aficionados a la jardinería. Inició su consumo tímidamente a comienzos del 2000, con pequeñas producciones en la zona de El Maresme en Barcelona y con venta localizada en la provincia. Actualmente es una planta que ya podemos encontrar en la mayoría de centros de jardinería de toda España.

Dipladenia sanderi

Descripción de la Dipladenia sanderi

La Dipladenia sanderi (Mandevilla sanderi) es también conocida popularmente como jazmín de Brasil por su lugar de origen: Brasil.

Es un arbusto de tendencia trepadora en el que sus ramas pueden alcanzar más de cinco metros de longitud, necesitando lugares de apoyo para trepar. Así, inicialmente se suele comportar como pequeño arbusto en el que sus ramas, tras un cierto periodo vegetativo, comienzan a alargar sus entrenudos y enrollarse sobre aquellos soportes que le permitan trepar. Con el tiempo llegan a tupir muros creando muros o pantallas vegetales de gran belleza gracias a sus espectaculares flores.

Sus hojas son de color verde oscuro brillante, perennes, ovaladas y con cierto aspecto coriáceo.

Su máximo atractivo es su espectacular floración. Sus flores en forma de trompeta son ligeramente perfumadas que pueden durar en la planta mucho tiempo.

Su catálogo de color se ha incrementado notablemente durante estas dós últimas décadas gracias al trabajo de mejora genética realizado por los viveros profesionales. Así, las podemos ver en toda la gama de tonos dentro de los colores blanco, rosa, rojo… Su periodo de floración es muy largo, iniciándose en la primavera y llegando incluso hasta mediados del otoño, siempre que las condiciones climatológicas le sean favorables.

Venta de la Dipladenia sanderi

Su comercialización es mediante los canales tradicionales de distribución como son los centros de jardinería, grandes superficies, floristerías y demás centros especializados. Si bien en todos ellos podemos encontrar esta planta, los formatos más elaborados, de mayor tamaño, sólo suelen encontrarse en los centros de jardinería.

Dipladenia sanderi columnar

La elección de cada uno de ellos irá en función del uso ornamental que deseemos darle desde ese mismo momento de compra. Curiosamente, la Dipladenia sanderi suele contemplar formatos con los que se pueda disfrutar desde su inicio como planta de interior. Con esta opción, pasados unos meses como planta de interior, puede tener además una segunda oportunidad de disfrute al poderse plantar en el jardín si las condiciones climáticas de la zona lo permiten.

Formatos más populares de la Dipladenia Sanderi:

  • Dipladenia Sanderi colgante.- Pinzadas varias veces y muy brotada. Están plantadas en tarrinas o maceteros con ganchos para ser colgadas con facilidad. Los diámetros pueden ir desde pequeñas tarrinas de 12 centímetros de diámetro a grandes maceteros que pueden superar los 30 centímetros.
  • Dipladenia Sanderi en espaldera.- También varias veces pinzada y muy brotada. Están plantadas en macetas, contenedores e incluso en jardineras. Sobre estos recipientes se colocan estructuras pre construidas con un formato espaldera de bambú, sobre las cuales van creciendo las plantas hasta conseguir la forma de enredadera definitiva.
  • Dipladenia Sanderi en arco.- Varias veces pinzada, plantadas en contenedor con un arco de bambú sobre la que se ha ido enrollando durante su crecimiento.
  • Dipladenia Sanderi arbustiva.- Con varias plantas plantadas en macetas o contenedores. Varias veces pinzada y muy brotada hasta conseguir un crecimiento muy compacto, formando una masa foliar de aspecto globoso.
  • Dipladenia Sanderi en pirámide.- Es similar al formato de espaldera, plantadas varias plantas en macetas o contenedores y guiadas durante su crecimiento sobre tres largas cañas de bambú atadas en su cúspide para darle ese aspecto de pirámide.
  • Dipladenia Sanderi columnar.- Es similar al formato en pirámide, tutorado sobre largas cañas de bambú para darle el aspecto columnar.

En el mercado podemos encontrar esta planta a partir del mes de marzo en tiendas especializadas. Un elemento común en todos los casos antes mencionados es que cada maceta, tarrina, contenedor… contienen varias plantas. El numero de ellas dependerá tanto del tamaño del recipiente como de la velocidad de tupido decidido por el productor, ya que cuantas más plantas se pongan por recipiente, menor será el número de pinzados necesarios.

Cultivo de la Dipladenia sanderi

Su cultivo a nivel particular lo desarrollaremos en el apartado de Cuidados de la Dipladenia sanderi. En cambio, en esta sección haremos un pequeño repaso de cómo se cultiva esta planta a nivel profesional.

Mandevilla sanderi

El cultivo empieza con el enraizado de esquejes en pequeñas maceta. Estos esquejes son tanto apicales como interdonales (trozo de tallo con hojas). Los esquejes se extraen de plantas madres seleccionadas sanas y vigorosas. Es muy importante no mezclar variedades ya que al final del cultivo, salvo raras ocasiones, se venden plantas de un mismo color. Por otra parte, cada variedad posee su determinado ritmo de desarrollo, respuesta al pinzado, momento de floración, etc. consiguiendo de esta manera uniformidad en el cultivo en el vivero y momento de comercialización.

Una vez enraizados en pequeñas macetas con dos o tres esquejes, en condiciones de temperatura y humedad controladas, tras endurecerse un poco, se comienza con los pinzados para conseguir plantitas muy brotadas y compactas desde su inicio.

Las condiciones de enraizado son en un sustrato muy turboso de fertilización débil y pH de 6,5. La humedad relativa es saturada durante el inicio del enraizado, bajándose paulatinamente hasta niveles normales conforme emiten y se desarrollan sus raíces. La luminosidad es muy baja al principio, elevándose de la misma forma conforme son capaces de sobrevivir por ellas mismas.

Estas pequeñas plantas son llevadas a los viveros especializados y según el formato definitivo, se plantarán uno o varios grupos de plantitas por cada maceta. El sustrato empleado es también turboso, de pH 6,5 aunque más fertilizado. La ubicación en el vivero es con la mayor luminosidad posible para favorecer su crecimiento compacto.

Al inicio de cultivo, el marco de plantación es de maceta con maceta para ahorrar costes. Las plantas de porte arbustivo se someten a varios pinzados de formación, mientras que las de porte en espaldera, arco o piramidal, se someten a un guiado continuo sobre el tutor en el que se encuentran.

Normalmente son abonadas mediante la técnica de fertirrigación (fertilizante incorporado en el agua de riego) con un equilibrio 1-0,8-1 con microelementos para evitar cualquier tipo de carencia. Conforme adquieren tamaños las plantas, se va espaciando el cultivo para evitar que, una excesiva densidad de cultivo, provoque el alargamiento indeseado de sus ramas. La fertirrigación se realiza mediante riego localizado (por goteo) para evitar el manchado de sus hojas con la cal que suele llevar el agua de riego.

El cultivo puede durar desde pocos meses para los formatos más pequeños hasta varios años para los más grandes. Es una planta que requiere mucha mano de obra para sus labores de formación, superficie de cultivo porque una planta de gran porte puede necesitar hasta un metro cuadrado de superficie, y tiempo para alcanzar el tamaño deseado.

Dipladenia sanderi

Todas las plantas están perfectamente identificadas varietalmente, la mayoría con una etiqueta que identifica la variedad y color de sus flores, e incluso algunos viveros combinan el color de la maceta con el de sus flores para realzar su valor ornamental.

Cuidados de la Dipladenia sanderi como planta de interior

Estamos ante una planta de flor bastante rústica, pero aun así, sobre todo cuando la disfrutamos como planta de interior, conviene tener presente algunos cuidados básicos para que se desarrolle con el máximo esplendor posible.

Los cuidados de la Dipladenia sanderi como planta de interior se vienen a centrar exclusivamente en dos: ubicación y riego. Plagas y enfermedades no suelen presentarse y trabajos como podas por ejemplo, carecen de importancia. Recordemos que tras uno o dos meses dentro de casa, lo recomendable es pasarla al jardín o terraza y cultivarla como tal planta que es: una planta de exterior.

Con respecto a su ubicación, elegiremos los lugares con mayor luminosidad posible. Cerca de las ventanas es la mejor opción, evitando que sus hojas toquen el cristal para evitar posibles quemaduras en ellas. En invierno, además evitaremos colocarlas muy cerca de los radiadores de calefacción para que no se ocasionen daños por el calor directo. Y sobre todo, si la calefacción es de aire, es aconsejable colocar algún recipiente con agua en la habitación, para que al evaporarse, se restablezca la pérdida de humedad relativa que este tipo de calefacción produce.

Su ubicación en zonas con corrientes fuertes y continuadas de aire también le es perjudicial. Estas corrientes someten a la planta a una transpiración excesiva, provocando tanto la caída de sus flores como la deshidratación en los extremos de sus hojas, manifestándose en ellas a modo de bordes secos como si de quemaduras se tratase.

En cuanto a su riego, debemos prestar mucha atención para evitar posibles problemas radiculares. Recordemos que en su lugar de origen el nivel de iluminación es elevado, lluvias relativamente escasas, temperaturas veraniegas altas… y por lo tanto es una planta bastante resistente a la sequía. Un exceso de riego le perjudicará notablemente.

Como planta de interior, en la mayoría de los casos se suele regar con la misma agua potable que se consume. En tal caso, es recomendable tener un cubo lleno de esta agua uno o dos días antes para los riegos. Con ello ayudamos a que se evapore el cloro que lleva incorporado ya que este afecta negativamente tanto a la Dipladenia sanderi como al resto de plantas ornamentales.

Requiere riegos lo más distanciados posibles en el tiempo, sin llegar a que el sustrato se quede completamente seco. Si este se quedase excesivamente seco la planta sufriría innecesariamente y la toma de agua por parte del sustrato será complicada y lenta.

Bastará con ver la superficie de sustrato para saber que se encuentra seco y si hay que regar. También, levantar ligeramente la maceta y comprobar su menor peso, confirmará el momento. El riego se efectuará directamente sobre el sustrato y la frecuencia variará según la época del año, la temperatura de la habitación, tamaño de la planta, tipo de maceta, etc.

Podemos poner un “plato” en la base de la maceta para evitar que el exceso de agua del riego pueda ensuciar la superficie donde se encuentra depositada la Dipladenia sanderi. Si es así y tras cada ocasión, será necesario eliminar el agua sobrante que se suele quedar estancada en él para evitar la pudrición de las raíces situadas en la base de la maceta.

Dipladenia sanderi

Cuidados de la Dipladenia sanderi como planta de exterior

La ubicación será preferentemente a pleno sol. Requiere de un sustrato fértil y ligero que evite encharcamientos innecesarios.

Si la plantamos en jardineras o maceteros, podemos poner en el fondo de estos recipientes una pequeña capa de grava o arcilla expandida para favorecer su drenaje. En el caso de plantarse en el jardín, si el terreno es muy arcilloso se recomienda aportar arena de río para aumentar su aireación y evitar que se apelmace.

Es importante, antes de plantarlas, elegir tanto la zona de plantación como el conjunto de plantas con las que va a compartir estancia, ya que el riego será común y debemos evitar incompatibilidades de necesidades de agua desde el comienzo.

Su exposición a pleno sol favorecerá una floración muy intensa y duradera, que en función de las variedades, puede ser desde principios de primavera hasta finales de otoño. Esta exposición también contribuye a mantener unas plantas más compactas, fuertes y por lo tanto sanas.

Con la llegada del invierno las temperaturas descienden notablemente y debemos prestar unos cuidados extras, sobre todo basados en la protección contra el frío. Si la temperatura se sitúa cerca de los cero grados centígrados podremos ver como sus hojas coriáceas de color verde brillante, amarillean y caen.

Dipladenia sanderi

Si las tenemos plantadas en recipientes siempre podremos resguardarlas en el interior de casa. Si por el contrario la tenemos plantada directamente en tierra, podemos resguardarlas con materiales de protección como plástico o cañizo, sobre todo de las corrientes de aire helado.

En cuanto a su fertilización, durante el periodo cálido del año, elegiremos abonos equilibrados, más ricos en fósforo, potasa y con microelementos. El exceso de nitrógeno reduce notablemente tanto la cantidad como intensidad de color de sus flores.

En cuanto a plagas y enfermedades, las cochinillas y la araña roja pueden ser su peor enemigo, sobre todo en verano, cuando la humedad ambiente es baja y las temperaturas muy altas. Respecto a enfermedades, si se tiene cuidado con el riego, es una planta muy rústica.

Tutorado de la Dipladenia sanderi

Salvo que adquiramos una Dipladenia sanderi en formato de espaldera, arco o con un porte muy desarrollado en el que ya queda de manifiesto su tendencia trepadora, una vez que comienza a desarrollar con fuerza modifica su comportamiento arbustivo tendiendo a otro de carácter más trepador.

Por ello, esta planta es ideal para crear muros vegetales o pantallas floridas. Pero para ello, necesita elementos para trepar y sujetarse sobre ellos. Celosías, barandillas, alambradas, etc. pueden ser elementos muy útiles para tal fin.

Su agarre o sujeción lo realiza mediante su torsión sobre partes del soporte. No posee zarcillos como la vid o raíces especializadas como la hiedra por ejemplo.

Es muy importante el dirigir su tutorado de forma frecuente y constante. Si sus ramas se entrelazan entre sí, podemos romperlas con facilidad al desliarlas y redirigir su guiado.

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1 COMENTARIO

  1. Señor que informacion tan intresante muchas gracias, plantas que no me he atrevido a comprar me doy cuenta que es muy facil cuidarlas. Gracias y hasta luego.

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