Por qué las hojas cambian de color en otoño

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Por qué las hojas cambian de color en otoño

Entre las preguntas que llegan a nuestra redacción, el ¿por qué las hojas de los árboles cambian de color en otoño? es una de las más habituales al comienzo de esta estación del año.

La respuesta, debe tener una matización, y es que las plantas no sólo cambian sus hojas de color en otoño, sino normalmente durante aquella época del año en la que entran en su reposo vegetativo. Decimos esto porque hay plantas que entran en reposo vegetativo durante el verano y también cambian en mayor o menor medida la coloración de sus hojas.

Una vez dicho esto, la verdad es que es en otoño cuando se produce este espectacular cambio de color, especialmente en los arbustos y árboles de hoja caduca. Por lo tanto, vamos a centrarnos en ellos.

Por qué las hojas cambian de color en otoño

Primero debemos definir qué es el color. Este es la impresión producida por un tono de luz en los órganos visuales, más exactamente, es una percepción visual que se genera en el cerebro de los humanos al interpretar las señales nerviosas que le envían los fotorreceptores en la retina del ojo, que a su vez interpretan y distinguen las distintas longitudes de onda que captan de la parte visible del espectro electromagnético. Por supuesto que esto es aplicado a otros animales y lo que tenemos que tener muy claro es que en función de las características evolutivas de estos órganos visuales, la percepción del color es distinta. Una margarita blanca lo es a nuestros ojos (humanos), pudiendo tener otros muchos matices ante los ojos de un determinado tipo de insecto.

Así, todo cuerpo iluminado absorbe una parte de las ondas electromagnéticas y refleja las restantes. Son precisamente las ondas reflejadas las captadas por el ojo e interpretadas en el cerebro como distintos colores según las longitudes de ondas correspondientes.

Centrados en los humanos, apreciamos con la llegada del otoño un cambio en la coloración de determinados arbustos y árboles de hojas caduca, en los que según la especie y cantidad de plantas, el espectáculo cromático puede llegar a ser espectacular.

Por qué las hojas cambian de color en otoño

Clorofila, carotenoides y antocianinas

Para entender el por qué las hojas cambian de color en otoño, hay que tener en cuenta el cambio que se provoca en las hojas de la planta con la entrada en su reposo vegetativo respecto a la producción de tres de sus pigmentos más importantes: clorofila, carotenoides y antocianinas.

Con la llegada del otoño en el hemisferio norte, los días se acortan, las temperaturas bajan y la planta se prepara para pasar la estación más fría del año.

En el caso de los arbustos y árboles de hoja caduca, la planta comienza a ‘recoger’ los nutrientes y elementos útiles disponibles en las hojas y ‘trasladarlos al interior de su madera’. Estas hojas, como ‘fábricas de hidratos de carbono en fase de desmantelamiento’ comienzan a bajar su producción hasta la paralización de su actividad.

Estas hojas quedan inutilizadas para la planta, se produce una escisión natural y caen al suelo sin herida alguna para la planta. Estas siguen el ciclo de la vida y pasan a ser alimento de insectos, bacterias, compostarse… en definitiva pasar a formar parte del humus del suelo y la mejora del mismo.

En las plantas leñosas, la defoliación es un fenómeno periódico, muy complejo, que se produce, en la mayoría de las especies por un mecanismo de abscisión. En botánica, la zona de abscisión es una región definida en la base de la hoja.

Durante este proceso, los arbustos y árboles caducos se tiñen de tonalidades rojas, amarillas y marrones según la especie.

Por qué las hojas cambian de color en otoño

¿Qué son la clorofila, los carotenoides y las antocianinas?

La clorofila es la encargada de realizar la fotosíntesis

La clorofila es el motor de las plantas. Esta se encuentra en las hojas y es el compuesto encargado de realizar la fotosíntesis: convertir el CO2 en oxígeno y carbohidratos.

En su actividad, absorbe las longitudes de onda correspondiente a los colores rojos y azules de la luz del sol, reflejando las ondas verdes y de ahí el color que percibimos.

Por ser el motor de las plantas, es el pigmento más abundante en periodos de crecimiento como son la primavera y verano. Sin embargo, estamos ante un compuesto poco estable que al acortarse los días y bajar las temperaturas, tiende a descomponerse y como consecuencia, estos pigmentos verdes comienzan a perder su relevancia desde un punto de vista visual. El verde comienza a desaparecer.

Árboles de hoja caduca en jardines

Los carotenoides también ayudan a la fotosíntesis

Los carotenoides son pigmentos orgánicos que se encuentran de forma natural en plantas y otros organismos fotosintéticos como algas, algunas clases de hongos y bacterias. Estos también absorben los rayos de sol y ayudan a la fotosíntesis, sólo que lo hacen a menor escala.

Absorben una gama diferente de rayos de luz: los azules y verdes, así que reflejan los amarillos.

Por lo tanto, cuando la clorofila comienza a perder relevancia, queda el amarillo de los carotenoides y cuando éstos también comienzan a desaparecer, quedan visibles ‘otros colores ocultos’, como por ejemplo el marrón de los robles.

Por qué las hojas cambian de color en otoño

Las antocianinas, pigmentos hidrosolubles

Por otra parte, se encuentran las antocianinas que son pigmentos hidrosolubles que se hallan en las vacuolas de las células vegetales y que otorgan el color rojo, púrpura o azul a las hojas, flores y frutos.

Las antocianinas absorben las gamas de los azules y verdes y reflejan una gama de colores como escarlatas, púrpuras y son los causantes de los colores más rojos y espectaculares.

¿Hay más causas que provocan el cambio de color de las hojas?

Además de lo comentado, existen muchos otros factores que contribuyen al cambio de color de las hojas de los árboles, como por ejemplo la temperatura, la humedad, el pH y en definitiva las condiciones del suelo.

Hay plantas como las Hortensias, en las que el color se sus brácteas, erróneamente llamadas flores, cambian de color en función del pH del suelo. Así, las hortensias azules nunca podrían ser de ese color si el pH del suelo no estuviese lo suficientemente ácido, ya que es en estas condiciones cuando la planta puede asimilar correctamente el aluminio, elemento fundamental para adquirir su curioso color azulado.

Bosques en otoño como espectáculo de colores

Hayas, robles, álamos y otras especies de árboles nos pueden hacer sentir con el otoño un panorama cromático espectacular. Pero además, en sus entornos con toda su gama de colores, nos permitirán sensaciones como ‘contemplar en silencio’, pasear relajados, conocer mejor las especies, sacar fotografiar espectaculares, etc.

La llegada de las lluvias y la bajada de las temperaturas de comienzo de otoño, realzan el paisaje forestal de las especies caducifolias a lo largo de varias semanas. Comienza el momento del gran cambio de tonalidades, el viraje del verde a los amarillos, ocres y rojos… sorprendentes tonos cálidos para anunciar que los meses fríos del año están a la vuelta de la esquina.

¿Y dónde podemos encontrar estos bosques cromáticos? Pues en España los hay repartidos por toda la geografía, sobre todo en su interior y/o en zonas montañosas de mayor altitud. Sirvan como ejemplo el Bosque de Muniellos en Asturias, el Señorío de Bértiz en Navarra, el Hayedo de Montejo en Madrid, el Bosque de Fanlo en Huesca, la Serranía de Ronda en Málaga, el Hayedo de Jordà en Girona, el Parque Nacional Ordesa en Huesca, etc.

Vides en otoño

El color de los frutales en otoño

En los bosques caducifolios, con la llegada del otoño el espectáculo de color no deja impasible a nadie. Pero esta belleza también está presente en muchos cultivos, especialmente en los de frutales de hoja caduca y vides.

El motivo es porque en el fondo, también estamos ante bosques dada la gran cantidad de árboles y plantas que configuran una explotación agraria. Y este espectáculo cromático se potencia cuando en el mismo cultivo comparten zonas distintas variedades, con coloridos propios de cada una de ellas.

Por poner unos ejemplos, destacan los viñedos, en las que, según la variedad, sus hojas viran desde un verde intenso a gamas de colores amarillos, ocres y rojos. Las plantaciones de caquis, melocotoneros, nectarinas, albaricoqueros, almendros, granados, etc. también presentan la llegada de otoño con un cambio cromático en sus hojas, creando verdaderas postales paisajísticas.

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