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Cuidados del Scindapsus aureus, epipremnum aureus o Pothos

Plantas de scindapsus

El Scindapsus aureus, además de ser una clásica dentro de las plantas de interior, es una planta muy longeva si se la trata con un poco de cuidado. Entre las plantas para purificar el aire, el Scindapsus aureus es una de los 20 más efectivas.

Entre estos, debemos prestar atención a la temperatura que debe mantenerse por encima de los 15º C. sabiendo que el crecimiento aumentará notablemente conforme se eleve la temperatura ambiente hasta llegar alrededor de los 30º C. evitaremos en la medida de los posible temperaturas inferiores a 10º C. ya que aumenta la susceptibilidad a enfermedades y provoca la pérdida de sus hojas.

La iluminación juega un importante papel en la variegación. Si abusamos de lugares poco iluminados, observaremos como las hojas nuevas mantienen una disminución del mismo, manteniendo una predominación del color verde.

Los riegos serán moderados en verano y escasos en invierno en Europa, evitando los encharcamientos. Nunca pongamos un plato debajo de la maceta para evitar precisamente esto.

El abonado se puede realizar mediante el agua de riego, con un fertilizante líquido con un equilibrio 2:1:3 con microelementos a la dosis y frecuencia recomendada por el fabricante.

En cuanto a la poda de algunas de las ramas podemos hacerlos sobre las que han crecido más de lo deseado. En tal caso debemos de tener en cuenta que brotará principalmente por la última yema que dejemos. Se aconseja cortar la rama lo más cerca posible a la tarrina o la zona por donde deseemos que vuelva a brotar. También es aconsejable realizar la poda escalonada en el tiempo y no todas las ramas a la vez. La brotación se realizará con más fuerza de este modo.

Por último debemos de tener cuidado durante el re-guiado de sus ramas ya que estas se vuelven algo quebradizas con la edad. Una vez realizado, que no nos preocupe la nueva orientación de sus hojas ya que en pocas horas o como mucho al día siguiente, ellas solas volverán a orientarse hacia la principal zona de fuente de luz.

Transplante del Scindapsus aureus o Pothos en tarrina

Con el tiempo, seguro que debemos recurrir al transplante del Scindapsus aureus o Pothos en tarrina ya que con una temperatura ambiente adecuada, mantiene un crecimiento continuado en el tiempo, sobre todo en el período comprendido entre los meses de marzo a noviembre en Europa.

En el caso del Scindapsus aureus plantado en una tarrina o macetero colgante, sus ramas llegan a alcanzar longitudes muy largas, recomendando su recorte para mantener su estética ornamental adecuada al lugar donde se encuentra.

Pero igual que desarrollan sus ramas, también lo hacen sus raíces, hasta el punto que cada año es conveniente realizar un cambio de recipiente.

Como planta de interior, el período más indicado para el trasplante es el comprendido entre principio de primavera hasta finales de verano en Europa. Y como tendremos que transplantarlo a una tarrina o macetero colgante… es el momento ideal para elegir también un nuevo modelo para que el conjunto gane en estética si es posible.

El nuevo recipiente es recomendable que sea de cuatro a ocho centímetros de diámetro mayor que el anterior y algo más profundo. En cuanto al substrato ideal para el Scindapsus aureus es el denominado “sustrato especial plantas de interior”. Este tipo se puede encontrar en floristerías, gardens center, grandes superficies y demás comercios especializados.

Llegado el momento de su transplante, este se realizará extrayéndolo de su actual maceta con cuidado de que no se deshaga su cepellón y teniendo la precaución de que los ganchos de colgar no rompan o dañen sus ramas.

En la nueva maceta se pondrá una pequeña base del nuevo substrato sobre la que se asentará el actual cepellón. Seguidamente se rellenarán con el mismo substrato los lados que quedan libres entre el cepellón y el perímetro de la nueva tarrina, teniendo la precaución de no apretarlos en exceso para no apelmazarlo.

La altura de plantación debe de ser la misma que tenía antes del transplante. Una vez finalizado el proceso, realizaremos un riego copioso para asentar correctamente el nuevo substrato. Los siguientes riegos los distanciaremos al máximo posible para favorecer las nuevas emisiones de raíces y por supuesto, no hará falta abonar durante las próximas cuatro o cinco semanas ya que el este tipo de substrato suele llevar un fertilizante de fondo incorporado.

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