Gypsophila paniculata

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Pomo de Gypsophila paniculata

La Gypsophila paniculata se inicia en España a final de la década de los 80 como continuidad y mejora de variedades tradicionales de semilla de ciclo anual. De origen silvestre, por su valor ornamental podemos verla asilvestrada en jardines y sobre todo, en arreglos florales.

En este contexto, actualmente es utilizada como flor cortada, aunque en su mayoría de veces, participa en los ramos florales como verde ornamental, aportando volumen y luminosidad al arreglo floral.

¿Cómo es la Gypsophila paniculata?

De las 335 especies del género Gypsophila sp, la Gypsophila paniculata es el género más conocido y utilizado en el mundo ornamental. Conocida popularmente como paniculata, nube, velo de novia, espuma blanca o gisófila, por ejemplo, esta planta pertenece a la familia Caryophyllaceae y es originaria de Europa, centro de Asia y norte de África.

Su sistema radicular posee un rizoma vertical de donde nacen numerosas raíces robustas. Las más gruesas alcanzan los tres centímetros de grosor y pueden llegar a medir hasta los dos metros de longitud, lo que le permite explorar bien en terreno donde vive.

En cultivo para verde de corte, se comporta como una planta perenne que alcanza alturas que varían de entre medio y algo más de un metro según las variedades. Crece de forma sumamente ramificada y soporta bien su exposición a pleno sol en los países con climas cálidos.

Sus hojas están dispuestas de manera opuesta, son lanceoladas y de una longitud de hasta siete centímetros.

Sus flores pueden ser tanto simples como dobles según variedades y aunque han entrado en escena nuevos colores, las blancas siguen siendo las más populares con diferencia. Una de sus características ornamentales más llamativas es que se desarrollan en grandes masas de pequeñísimas flores, de ahí sus nombres populares de velo de novia o espuma blanca, que hemos adelantado.

Sus flores crecen en inflorescencias dispuestas en panículas y son de pequeño tamaño, sobre el centímetro de diámetro las más grandes. Esta floración se produce durante el verano en el hemisferio norte, si bien, en cultivo profesional y gracias al juego varietal y aplicación de técnicas como la calefacción y el fotoperiodo, permite conseguir su floración durante todo el año.

Flores de Gypsophila paniculata

Variedades de Gypsophila paniculata.

Las variedades de Gypsophila paniculata han experimentado un notable desarrollo durante estas dos últimas décadas como respuesta a la buena acogida de esta planta en el mercado de las flores frescas. Aunque su utilización principal es como verde ornamental, también llamado verde de acompañamiento. El mercado de plantas para jardín es notablemente más reducido.

Hay una serie de variedades de Gypsophila paniculata tradicionales, cuyas características han constituido unos tipos referenciales. Entre las variedades más populares se encuentran:

  • Bristol Fairy. De flor pequeña, semidoble y color blanco. Precoz en su floración y muy productiva.
  • Perfecta. De flor doble, blanca y de mayor tamaño que la Bristol Fairy.
  • Dana. De flor pequeña y color muy brillante. Es más precoz que Bristol Fairy.
  • Flamingo. De flor pequeña y color rosa. Es poco robusta y vigorosa.
  • Pink Fairy. De color rosa pero de flor doble.
  • Red Sea. De color rosa pero de flor doble.
  • Million stars. De flor pequeña, ideal para bouquets.

Otras variedades de Gypsophila paniculata: Kinko, Arbel, Tavor, Golán, Gilboa…

Planta de Gypsophila paniculata

El cultivo de Gypsophila paniculata.

Las técnicas de cultivo de Gypsophila paniculata permiten conseguir que estas flores estén presentes en el mercado durante todo el año. Recordemos que esta planta de flor se utiliza principalmente como verde ornamental y por lo tanto, está presente en numerosos arreglos florales, centros de mesa, bouquets, etc.

Su cultivo para verde ornamental comienza con la compra de los esquejes, procedentes principalmente de países como Holanda e Israel.

Tenemos que saber que es imprescindible su tutorado durante su cultivo para evitar que sus ramos florales se encamen y pierdan calidad.

Su plantación se realiza en tablas de un metro de ancho aproximadamente para facilitar su recolección por ambas partes. Y como avanzamos, utilizaremos mallas de entutorado a las alturas de 30, 60 y 90 centímetros del suelo.

El terreno debe ser preferiblemente con buen drenaje, una adecuada porosidad y algo limoso. Sobre él crecerá sumamente ramificado y podrá soportar bien la exposición a pleno sol en las regiones con climas cálidos. Para aquellos climas más duros será necesario el uso de la calefacción para evitar que se paralice su crecimiento.

La plantación se realiza con plántulas enraizadas, en las mesetas y a una densidad de cinco plantas por metro cuadrado, dispuestas al tresbolillo en dos líneas pareadas.

En cuanto a su floración, tal y como hemos adelantado, se centra entre los meses de junio a agosto de forma natural en el hemisferio norte, mientras que en cultivo y mediante técnicas como la del fotoperiodo y calefacción, se pueden obtener flores durante todo el año.

El riego es preferible que se realice mediante el sistema de riego localizado para evitar tanto el exceso de uso de agua, como para mantener las plantas más secas y con ello evitar problemas de enfermedades a nivel de follaje.

Para la iluminación artificial (fotoperíodo), se suelen emplear focos luminosos a 3 por 2,5 metros de distancia y a una altura comprendida entre los 1,8 y 2 metros para que suministren una potencia de unos 18 vatios por metro cuadrado.

Para la provocar la iniciación floral se pueden utilizar giberelinas vía foliar a una dosis de 100 a 300 ppm. Las giberelinas son hormonas vegetales responsables de regular diversos aspectos del crecimiento de las plantas, por ejemplo, la elongación celular, la germinación de semillas, la floración, el desarrollo de frutos entre otros.

Tras cada oleada de floración, es conveniente hacer una limpieza total de la corona de la planta y provocar así una nueva emisión de tallos y formar así su estructura floral.

El comercio de la Gypsophila paniculata en España.

El comercio de esta flor en España está orientado principalmente para verde de corte y de forma muy escasa y casi anecdótica como planta anual de jardín. Casi toda su producción va destinada al mercado interior y rara vez tiene otros países de destino.

Su cultivo se centra principalmente en las provincias de Barcelona, Murcia, Cádiz, Almería, La Coruña y Alicante, siendo Almería y en especial Cádiz, las provincias con más extensión de producción.

Su venta se realiza mediante grandes pomos de ramas florales, acondicionados en cubos con agua o cajas, según el tipo de transporte utilizado desde el vivero a su destino mayorista. Los camiones de transporte son frigo para evitar el romper la cadena de frío.

La Gypsophila paniculata se comercializa mediante empresas mayoristas y mercados de destino, donde los floristas realizan sus compras para confeccionar posteriormente ramos o arreglos florales, utilizando como es sabido, esta planta como acompañamiento.

Como estándares de calidad, los tallos de la Gypsophila paniculata se clasifican en función de su longitud, volumen y porcentaje de apertura floral, además en algunos casos, también por peso. Estos se envasan en paquetes de 5 a 7 tallos formando un pomo, y estos a su vez agrupados en 5 unidades.

Plagas y enfermedades de la Gypsophila paniculata.

Esta planta se cultiva para su uso principal en las composiciones de ramos florales, por lo tanto, a nivel de consumidor final de estos productos, las plagas y enfermedades de la Gypsophila paniculata no tienen sentido ya que nunca las sufrirán.

Pero si se utiliza como planta de jardín, sí se pueden presentar algunos problemas vinculados con su sanidad vegetal. A modo orientativo, las enfermedades más frecuentes son:

  • Rhizoctonia solani. Tras el transpante.
  • Erisiphe. Durante el desarrollo vegetativo y la floración.
  • Botrytis. Normalmente en la roseta basal.
  • Esclerotinia. Normalmente en la roseta basal.
  • Phoma. Tras la poda.

En cuanto a las plagas, las más frecuentes son:

  • Tetranichus urticae. Con tiempo seco y cálido.
  • Heliothis armígera. En otoño con reducción de parte aérea.
  • Spodoptera. En otoño con reducción de parte aérea.
  • Autographa gamma (la plusia). En otoño con reducción de parte aérea.
  • Liriomyza. Sobre sus hojas en todo el ciclo.
  • Trips. Sobre sus flores.
  • Myzus persicae. Durante todo el cultivo.
  • Aphis. Durante todo el cultivo.
  • Babosas y caracoles. Durante todo el cultivo.

Floración de Gypsophila paniculata

Ramos de Gypsophila paniculata.

No es muy habitual comprar o regalar un ramo de Gypsophila paniculata compuesto por solo esta flor. Lo habitual es encontrarla formando parte de él como complemento, aportando volumen y luminosidad gracias a sus masas de entramadas ramas y pequeñísimas flores.

Nos referimos entonces como tallos floríferos de complemento en los ramos de flor. Los de primera calidad se utilizan en los ramos tradicionales, mientras que las calidades inferiores, son indicadas para los bouquets, pequeños ramos de mano e incluso en los utilizados como centros de mesa.

Salvando las diferencias, sí existe un cierto parecido de esta planta con el Statice desde el punto de vista de su conservación y duración. Así, permite extraer del ramo la Gypsophila paniculata una vez que comienzan a marchitarse las flores principales a las que a compaña, dejándolas secar y utilizarse de forma individual como pequeños pomos de flores en ramillete.

Para una adecuada duración de estas flores en el ramo, cuando la cultivamos en el jardín, debemos colocar sus tallos florales tras su corte en cubos con agua.

Su corte debe de realizarse a primeras horas de la mañana para que están tengan la mayor turgencia posible. Inmediatamente después, se recortarán los tallos a la altura deseada y se colocarán en el jarrón con agua a la que añadiremos un conservante de flor para evitar la aparición de bacterias y algas en el agua.

Una práctica importante en este sentido, es cambiar el agua del jarrón cada dos días, aprovechando para recortar las bases de los tallos un centímetro con el objetivo de limpiar la zona de corte. Y por supuesto, en cada cambio de agua, reponer el conservante a la dosis recomendada por el fabricante.

Imágenes propiedad de Depositphotos

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3 COMENTARIOS

  1. me gustaria que me envien cualquier informaacion de la gypsophila peniculata desde como es su morfologia hasta los cuidados en enfermedades y el modo de cultivo gracias

  2. Buenas noches, yo tengo un cultivo de Gypsophila paniculata en norte de Santander y me gustaría saber a quien le pueda interesar y de cuantos tallos el ramo.

  3. ¿Cuales son los requerimientos de minerales del suelo correctos para el cultivo de la Gypsophila para comparar el estudio de suelos parametros que requiere el cultivo?

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