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Ruscus aculeatus para ramos

El Ruscus aculeatus es originario de Eurasia y en Europa crece principalmente en el sur del continente. Es un arbusto perenne siempre verde que pertenece a la familia de las liliáceas y en su desarrollo emite largos tallos que superan fácilmente el metro de longitud. Su nombre científico es Ruscus aculeatus, aunque también es conocido popularmente con otros muchos nombres como por ejemplo ‘Rusco’, ‘Acebillo’, ‘Brusco’, ‘Acebo menor’, ‘Arrayán salvaje’, etc.

Sus flores carecen de valor ornamental, son de color verdoso-blanquecinas y pasan casi desapercibidas. Las flores femeninas presentan seis segmentos florales y las masculinas tres estambres soldados y como decimos, en plantas diferenciadas. Una vez fecundadas, sus frutos se transforman en bayas globosas de unos 10 milímetros de diámetro y de un color rojo brillante muy atractivo que aporta un efecto decorativo. Estos frutos aparecen como una bolita pegada a mitad de la falsa hoja.

Al igual que ocurre con el Acebo, estas bolitas rojas son muy decorativas y todos los años por las navidades, son buscadas y recogidas por determinadas zonas boscosas donde esta planta crece de forma espontánea, como adorno típico de esta festividad.

De forma silvestre, el Ruscus aculeatus crece en zonas boscosas umbrías y húmedas. Pero además, es una de las plantas más apreciadas por su resistencia al marchitamiento y gran durabilidad en jarrón.

El Ruscus aculeatus para ramos es muy utilizado, aportando al conjunto ya no sólo el elemento verde, sino participando activamente en la arquitectura de la composición final. Para ello, basta el colocar diversas ramas sueltas estratégicamente colocadas en el conjunto.

Por su durabilidad, una vez acabada la vida útil del conjunto del ramo, el Ruscus aculeatus puede ser rescatado y utilizado en siguientes ramos… estando hablando de dos o tres más de forma consecutiva.

Curiosidades del Ruscus aculeatus

Aparentemente el Ruscus aculeatus parece una planta normal muy utilizada como verde ornamental en la confección de ramos de flores. Hasta aquí todo parece normal, hasta que cuando entramos en detalles vemos que algunas cosas no son lo que parecen y otras son simplemente curiosas.

Una de sus curiosidades es que el Ruscus aculeatus mantiene plantas masculinas y femeninas separadas. Pero las dos son semejantes con tallos lisos y redondos de color verde oscuro. Otra curiosidad a destacar son sus ramas transformadas en hojas (falsas hojas) sobre las que portan sus flores y posteriormente sus frutos, dando el aspecto que estos salen directamente de las hojas.

Por lo tanto, sus verdaderas hojas son prácticamente invisibles y lo que parecen hojas son, en realidad, los filocladios, unas extensiones de los tallos en forma de hojas oval-lanceoladas acabadas en una pequeña espina. Precisamente por ello, el Ruscus aculeatus para ramos es ideal ya que la durabilidad de estos tallos es enorme… e incluso de varios meses.

Su floración es emitida precisamente sobre estas extensiones de los tallos. Son de color verdoso-blanquecinas y pasan casi desapercibidas, sin valor ornamental. Las flores femeninas presentan seis segmentos florales y las masculinas tres estambres soldados y como decimos, en plantas diferenciadas.

Tras su fecundación, sus frutos se transforman en bayas globosas de unos 10 milímetros de diámetro y de un color rojo brillante muy atractivo, que al estar en esta posición parece que salen directamente en mitad de las hojas (falsas hojas).

Otra de las curiosidades del Ruscus aculeatus la tenemos en el jarrón con el arreglo floral del que forma parte. Al no ser verdaderas hojas y sí una extensión del tallo, vemos como con los días el resto del ramo se va marchitando mientras que el Ruscus aculeatus continúa siempre verde y durante varios meses. El tiempo parece no pasar para él y lo hace aparentar una planta inmortal.

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