Icono del sitio Revista de Flores, Plantas, Jardinería, Paisajismo y Medio ambiente

Los cactus, hojas por espinas

espinas cactus 2

Popularmente se engloban dentro del grupo denominado ‘cactus, plantas crasas y suculentas‘. Pero en sí, los cactus identifican un amplio grupo de especies cuya única familia es las Cactáceas. Este grupo de plantas posee especies muy particulares… muy bonitas y extrañas a la vez. Quizás por ello, encontremos a numerosos coleccionistas y amantes de este tipo de plantas.

El cactus como estructura vegetal, en su parte aérea está compuesto por el tallo que es fotosintético y sus espinas… ¿Sabías que sus espinas son en realidad sus hojas?. Estas se han transformado para evitar la pérdida de agua y soportar mejor los largos períodos de sequía que soportan en sus lugares de origen, que salvo excepciones son de América y las Antillas. Y entre sus excepciones destacar la del Rhipsalis baccifera, que está extendida en África tropical, Madagascar y Sri Lanka. Se considera que las cactáceas han evolucionado entre hace 30 y 40 millones de años.

Curiosamente podemos distinguir principalmente tres tipos de cactus según su forma de desarrollo:

Las flores de los cactus por lo general suelen durar poco tiempo, pero en la mayoría de las especies son muy bellas y en algunos casos espectaculares. Es como si los cactus quisieran poner ‘todo en juego’ a la hora de su reproducción. Recordemos que en zonas desérticas, los recursos son escasos y hay que aprovecharlos lo más eficazmente posible. Por lo general, sus flores son solitarias y hermafroditas… y más rara vez, unisexuales. En cuanto al fruto suele ser indehiscente, bacciforme y rara vez seco.

Los cactus suelen ser siempre plantas de exterior, ocupando puestos en balcones, terrazas y jardines, aunque en estos últimos años también son muy utilizadas para jardines públicos e incluso como decoración de rotondas dado su bajo mantenimiento.

Los cactus en el jardín suelen ocupar un lugar donde se les visite para contemplarlos, ya que precisamente en su rareza suele estar su belleza. Estas plantas crecen mejor en suelos más bien arenosos y correctamente drenados, con pocos riegos… sobre todo en invierno, al aire libre, en zonas bien iluminadas y con temperaturas preferiblemente altas, aunque las noches frías las soportan perfectamente.

Y para los más peques de la casa recordar… si los tocáis, cuidado de no pincharos con sus hojas.

Salir de la versión móvil