El Hibiscus rosa-sinensis es una planta arbustiva de flor muy polivalente, cultivada por muchos viveros para ser disfrutada tanto como planta de interior como planta de exterior en jardinería. En cada uno de los dos casos, las técnicas de cultivo son distintas, así como algunas de sus formas de presentación.
Se le conoce popularmente como Hibisco, Rosa de China, Pacífico, Cardenales, Flor del beso,… pertenece a la familia Malvaceae y es originario de China. Actualmente es una planta cosmopolita que podemos encontrar prácticamente en todos los jardines del mundo donde su clima sea cálido y de inviernos suaves. En climas más fríos, sólo es utilizada como planta de interior.
¿Cómo es el Hibiscus rosa-sinensis?
El Hibiscus rosa-sinensis es arbusto o arbolito de hoja perenne, que en estado silvestre en el jardín puede superar fácilmente los 3 metros de altura.
La forma de sus hojas va muy ligada a la variedad. Así, pueden ser de ovadas a anchamente lanceoladas, de color verde oscuro con aspecto brillante y con los bordes más o menos dentados. Estas están dispuestas de forma alterna. Destacar que existen variedades de follaje variegado, denominándose entonces como ‘Variegata‘, con apariencia en las hojas de zonas diferentemente coloreadas.
Sus flores son grandes, solitarias, axilares y en forma de embudo o trompeta. En cuanto al número de pétalos es variable ya que existen variedades de flor simple, semidobles y dobles. Este aspecto junto al del color de estos pétalos, ha experimentado una evolución notable consiguiendo actualmente un juego varietal verdaderamente impresionante. Hemos pasado del tradicional color rojo, a variedades amarillas, rosas, anaranjadas, bicolores… de bordes lisos, rizados… con nervadura más o menos marcadas, etc.
Una vez fecundadas, se genera un fruto en forma de cápsula que contiene varias semillas en cada lóculo.
Comercio del Hibiscus rosa-sinensis
En Europa se pueden comprar en los viveros, centros de jardinería, floristerías, agricentros, centros comerciales y demás puntos de venta especializados.
Según el clima del país el período puede variar. Si el clima es templado o muy cálido se puede comprar durante todo el año. Si los inviernos son más fríos, normalmente están disponibles en el período comprendido entre los meses de mayo a octubre.
Como planta de interior, los formatos más populares son los de maceta o contenedor de 12 a 16 centímetros de diámetro. Las plantas son muy compactas, con follaje de color verde muy oscuro y con un gran número de flores y/o botones florales.
En el caso de ir dirigida su venta al mercado de la planta de exterior para jardín, los tamaños pueden ser mayores, llegándose a comercializar hasta ejemplares de más de 40 centímetros de diámetro. En estos casos, la planta tiene un porte arbustivo, muy rebrotado, siendo sus ramas más largas, el color de su follaje no tan verde intenso y proporcionalmente con muchas menos flores.
El motivo de esta variante de color de sus hojas, crecimiento compacto y número de flores, es debido a que el Hibiscus rosa-sinensis, cultivado como planta de interior se le aplica un producto de tipo enanizante que causa esta modificación en su desarrollo.
Destacar que también se cultivan Hibiscus rosa-sinensis en formato de arbolito o pie alto. Son muy atractivos y elegantes para entradas y patios. En estos casos, conviene que no estén expuestos en zonas de excesivo viento para evitar posibles roturas de sus copas. Se recomienda que se tutoren adecuadamente.
Cuidados del Hibiscus rosa-sinensis como planta de interior
El Hibiscus rosa-sinensis tiene un ligero reposo invernal, mientras que durante el resto del año mantiene un crecimiento constante y una floración espectacular, sobre todo durante los meses más cálidos del año.
Una vez comprado, este puede estar en su maceta original prácticamente todo un año. Sólo realizaremos labores de mantenimiento como son el abonado y algún tratamiento fitosanitario en caso de ser necesario.
El abonado recomendado puede ser de tipo universal complejo líquido aportado en el agua de riego. La frecuencia puede ser una vez a la semana durante los meses cálidos del año a las dosis más bajas recomendadas por el fabricante y una cada 15 ó 20 días en invierno pero a las dosis más altas.
Como decimos, no hará falta trasplantarlo a una maceta mayor hasta un año más tarde. Llegado el momento lo haremos con un sustrato de plantas de interior en una maceta ligeramente mayor, trasplantándolo durante la primavera.
Su ubicación debe de ser en una zona con la mayor iluminación posible. En zonas poco iluminadas, su floración será escasa e incluso pueden abortar los botones florales.
En cuanto a las posibles plagas que se pueden presentar son el Pulgón, la Mosca blanca y los Ácaros las más habituales. Las dos primeras las combatiremos con insecticidas y si pueden ser de tipo sistémicos mucho mejor. En cuanto a los Ácaros, los controlaremos con acaricidas, procurando mojar perfectamente también el envés de las hojas durante el tratamiento. En todos los casos es conveniente realizar los tratamientos a primeras o últimas horas del día y nunca en las horas de mayor insolación.
Cuidados del Hibiscus rosa-sinensis como planta de exterior
En el jardín se puede utilizar para conseguir masas arbustivas o ejemplares solitarios ya sean plantados directamente en el terreno o en grandes maceteros. También responden muy bien para crear muros o setos cuando son plantados en alineación y sometidos a podas frecuentes.
Recordemos que para este fin, debemos de asegurarnos que compramos Hibiscus rosa-sinensis cultivados como planta de exterior ya que buscaremos conseguir que se desarrolle en forma de arbusto. Si lo compramos preparado como planta de interior, su crecimiento será muy lento y excesivamente compacto, tardando incluso más de una año hasta que desaparezcan los efectos de los tratamientos de compactación empleados en su cultivo.
Su ubicación en el jardín será a pleno sol y teniendo en cuenta que disponga de espacio ya que puede llegar a alcanzar una altura de hasta tres metros si las condiciones le son favorables.
El Hibiscus rosa-sinensis es una planta de clima cálido, por lo tanto, si sabemos que existen riesgos de heladas fuertes en nuestro jardín… es mejor optar por otras opciones.
Prefiere los terrenos frescos y fértiles. Si es muy arenoso o excesivamente arcilloso, podemos mejorar la calidad del mismo incorporando a la tierra del jardín un sustrato de plantación, en una proporción del 20 al 50% según las características del suelo inicial.
En cuanto al riego, procuraremos mantener una humedad constante en el suelo sin llegar al encharcamiento.
El abonado puede aplicarse tanto en forma sólida directamente al terreno o en fertirrigación aplicado en el agua de riego. Este debe ser un abonado equilibrado con microelementos para evitar clorosis, sobre todo férrica si el terreno es muy alcalino.
Un abono con un equilibrio 12-11-18+2,6 MgO + microelementos ya sea en forma granulada dirigida al suelo o disuelta en el agua de riego es una buena opción. Con ello mantendremos su desarrollo estable, a la vez que potenciaremos tanto su floración como la intensidad de color de sus flores.
Si la aplicación del abono es en forma granulada, lo haremos mediante la técnica de voleo, siendo recomendable regar tras cada aplicación.
Poda del Hibiscus rosa-sinensis
Mediante la poda conseguiremos una buena formación y plantas más sanas.
La poda se centrará en eliminar los trozos de ramas que no tienen brotes, que estén secas, los rebrotes que sean débiles, los mal situados, las ramas cruzadas o mal orientadas, también los chupones (ramas que sobresalen mucho del arbusto por su exceso de vigor,… así como las flores marchitas que afean el arbusto.
Recurriremos a ella si es necesario corregir una posible asimetría o si deseamos mejorar la apariencia: por ejemplo, si está la copa descompensada.
Está la poda llamada de floración. Dado que el Hibiscus rosa-sinensis es una planta que florece sobre ramas que han crecido en el mismo año, debemos buscar una gran cantidad de brotes nuevos para asegurarnos una gran cantidad de flores. Una poda fuerte producirá más flores.
Las podas más severas o de formación, se realizan a finales de invierno en zonas de clima cálido o a principios de primavera en la de clima templado.
Los cortes deben de ser limpios, con tijera bien afilada y si la rama cortada es muy vieja y de grosor considerable, además de recurrir a una sierra, es aconsejable cubrir la herida con una pasta sellante.
Plagas y enfermedades del Hibiscus rosa-sinensis
Al contrario de los que sucede con el Hibiscus rosa-sinensis de interior que no suele tener casi problemas fitosanitarios, puesto que no suele existir focos de infección, en el caso de los de exterior sí es fácil que de otras plantas o campos de alrededor del jardín se produzcan invasiones. Aun así, es una planta muy rústica y resistente.
Las posibles plagas que se pueden presentar son el Pulgón, la Mosca blanca, orugas, cochinillas y los Ácaros. Las cuatro primeras las combatiremos con insecticidas y si puede ser de tipo sistémicos mucho mejor. En cuanto a los Ácaros, lo haremos con acaricidas, procurando mojar perfectamente tanto el haz como el envés de las hojas durante el tratamiento. En todos los casos es conveniente realizar el tratamiento a primera o última hora del día y nunca en las horas de mayor insolación.
Estas plagas suelen tener mayor riesgo de aparición entre los meses de marzo a septiembre. Y en el caso de los ácaros, en pleno verano, cuando la temperatura es mayor y la humedad relativa más baja.
En el caso de las enfermedades, prácticamente la Botrytis (Moho gris) es la más frecuente durante los meses invernales. La podemos combatir retirando las flores tal y como se marchiten, así como con la aplicación de un fungicida específico. En este caso, los tratamientos, al hacerse en épocas más frías, deben de realizarse durante la mañana para evitar que la planta llegue a la noche mojada.
Multiplicación el Hibiscus rosa-sinensis
Como planta de flor, se puede multiplicar por semilla, pero este es un método poco aconsejado dada su lentitud y dificultad de obtener estas semillas. Este método es empleado especialmente por obtentores de nuevas variedades.
Lo habitual es realizarlo mediante esqueje de tallo tierno e incluso mediante la modalidad de acodo aéreo.
El Hibiscus rosa-sinensis no es difícil de enraizar. Sus ramas terminales de madera parcialmente maduras, tomada a finales de primavera o a principios del verano, una vez puestas a enraizar, suelen emitir raíces en aproximadamente cuatro o cinco semanas.
Para ello cortaremos tanto los extremos de las ramas como las zonas intermedias con dos o tres hojas. Son los llamados esquejes apicales e interdonales. Los plantaremos en pequeñas macetas con un sustrato para plantas de interior, cubriremos las mismas con un plástico para evitar la deshidratación del esqueje y manteniendo la humedad necesaria, emitirán raíces a las pocas semanas. La temperatura ideal de enraizado se sitúa en torno a los 27ºC.
Una vez comiencen a emitir raíces los esquejes, iremos retirando el plástico durante unas horas cada día para favorecer su aclimatación y adaptación para un desarrollo independiente de medidas de apoyo, como por ejemplo, este exceso de humedad ambiente.
El acodo aéreo se practica durante primavera y verano, sobre todo con variedades que son difíciles de enraizar por estaca o esqueje.
El uso de hormonas de enraizamiento acelerará el proceso de emisión de raíces y hará que la nueva plantita crezca con más vigor desde el principio.