El objetivo de las mallas orgánicas es ayudar en la sujeción o refuerzo de suelos ante pendientes considerables o sometidas a niveles de erosiones indeseadas. La puesta en el mercado de nuevas mallas orgánicas de fibra de coco permite un mayor abanico de soluciones medioambientales.
Con las mallas orgánicas se consiguen objetivos como la absorción de la energía cinética producida por la partícula erosiva de la gota de agua, viento, nieve, etc. el aumento de la capacidad de campo o de retención de agua de suelo, al evitar la pérdida de agua por evaporación, el regular la temperatura del suelo al amortiguar su exposición al frío y al calor… constituir como un elemento que se incorpora al suelo formando con éste un horizonte orgánico por ejemplo.
Las mallas orgánicas pueden estar fabricadas en los materiales de yute o fibra de coco. Productos totalmente ecológicos y que con el tiempo se integran en el propio medio.
Como decimos, en el tiempo van apareciendo nuevos retos en actuaciones dentro del control de la erosión y como respuestas, aparecen nuevas mallas orgánicas de fibra de coco con distintos gramajes, tamaños de cuadrículas, diferentes presentaciones del material… con el claro objetivo de ofrecer el producto más adecuado para cada ocasión.
Mallas orgánicas de coco Bonterra Ibérica en la imagen:
1.- Malla de coco 400 – 450 g/m2. Luz: 1,8-2,0 cm. x 1,8-2,0 cm.
2.- Malla coco 900 g/m2. Luz: 0,5-0,7 cm. x 0,5-0,7 cm.
3.- Malla coco 700 g/m2. Luz: 1 cm. x 1 cm.