Científicamente se llama Adenium obesum, pertenece a la familia Apocináceas y se le conoce de forma popular como Adenio, Sabi Star, Kudo, Rosa del desierto o Adeno. Su nombre parece venir de Adén, que podría designar la región del Golfo del mismo nombre que da la entrada al Mar Rojo.
Originario del este y sur tropical y subtropical de África y Arabia, está presente de forma natural en países como Sudán, Yemen, Socotra, Namibia, Zimbabwe y Sudáfrica por ejemplo.
Descripción del Adenium obesum
En su estado natural, el Adenium obesum es un arbusto o pequeño árbol que alcanza de uno a tres metros de altura, aunque como planta ornamental se comercializa en forma de pequeño arbusto en maceta, ramificada y compacta, con aspecto de planta muy exótica y con bellas flores.
Una de las atractivas características de esta planta es el caudex, engrosamiento de la base de su tronco y que funciona como almacenador de agua. El caudex, también conocido como lignotubérculo, es un término botánico que describe una forma de la morfología del tallo, en el que aparece como un alargamiento o engrosamiento esferoide, frecuentemente leñoso.
Ornamentalmente, esta peculiar tendencia de engrosar su tallo principal, le da un cierto aspecto de bonsái. Por otra parte, esta condición le sirve para realizar reservas de agua por lo que puede resistir muy bien los períodos de sequía.
Las hojas del Adenium obesum están dispuestas en espiral, son simples, enteras y ovaladas con una apreciable textura coriácea que miden de 5 a 15 centímetros de longitud y con un ancho de 4 a 8 centímetros, según el estado de desarrollo de la planta. Son semipersistentes ya que se suelen caer en períodos de sequía como medida de defensa ante esta circunstancia. En esos momentos se dice que la planta se encuentra en reposo vegetativo.
Si se producen cortes en sus ramas u hojas suele segregar una sustancia de aspecto lechoso (su savia) que puede ser irritante para la piel.
Las flores del Adenium obesum son tubulares con una longitud de 2 a 5 centímetros. Estas poseen cinco pétalos que en su conjunto le dan un tamaño de entre 4 a 6 centímetros de diámetro, semejante a los géneros Plumeria y Nerium. Son de color rosa claro con un borde más oscuro y florecen principalmente en verano, aunque como planta en maceta puede mantener períodos de floración mucho más largos.
Sus semillas se pueden utilizar para su reproducción sembrándolas durante los meses de primavera y verano.
Subespecies de Adenium obesum
Según en el área geográfica en la que nos encontremos podemos encontrar diferentes subespecies de Adenium obesum, aunque algunas y según los expertos, llegan a ser consideradas especies propias.
Algunas de las especies de Adenium obesum más populares son:
- Adenium obesum subsp. Boehmianum en Namibia y Angola.
- Adenium obesum subsp. Obesum en Arabia.
- Adenium obesum subsp. Oleifolium en Sudáfrica y Botsuana.
- Adenium obesum subsp. Socotranum en Socotora.
- Adenium obesum subsp. Somalense en el Este de África.
- Adenium obesum subsp. Swazicum en el Este de Sudáfrica.
El cultivo del Adenium obesum en vivero
La vida del Adenium obesum en el vivero tiene muy poco que ver con la del Adenium obesum en su hábitat natural en África y Arabia, donde la escasez de agua forma parte de su día a día, a la vez que los ejemplares crecen de forma dispersa por estos territorios.
Pero el que una planta sea capaz de vivir en condiciones extremas, al igual que pasa con los cactus, no significa que en mejores condiciones no se desarrolle mucho mejor. Y el Adenium obesum es un claro ejemplo de ello.
El cultivo del Adenium obesum en vivero, al contrario de lo que ocurre en la naturaleza, se cultivan en miles de unidades, todas las plantas agrupadas, de una forma programada y en diferentes partidas para poder disponer de plantas comerciales a lo largo de todo en año.
El cultivo parte de esquejes apicales o interdonales, enraizados en bandejas multialveolares o macetas de pequeño tamaño que no superan los 10 centímetros de diámetro. El sustrato elegido para esta fase de cultivo es un sustrato turboso, aireado con perlita y con un pH sobre 6,5 y ligeramente fertilizado. El proceso consiste en el llenado de las bandejas de alvéolos con este sustrato humedecido, el cortado de los esquejes de las plantas madres, con una longitud sobre los 4 a 8 centímetros de diámetro, y su plantación enterrando la parte inferior del esqueje unos dos centímetros en el sustrato.
Las bandejas con los esquejes se sitúan en el suelo o mesas de cultivo en un invernadero con luz tamizada, una temperatura alrededor de los 22ºC y una humedad relativa muy alta al principio, que irá disminuyendo según enraícen los esquejes.
A nivel profesional, estos invernaderos de enraizamiento están perfectamente equipados tecnológicamente con calefacción, mallas se sombreo y sistemas de microaspersión.
Una vez enraizados los esquejes y aclimatados, con un sistema radicular pequeño pero bien desarrollado, se trasplantan a una maceta mayor. El tipo de maceta irá en función del tamaño comercial que se pretende realizar, normalmente y de forma más popular, entre los 14 y 18 centímetros de diámetro. El sustrato de plantación es menos turboso con mezclas de otros materiales que lo aligeren y le proporcionen una buena aireación y eviten su encharcamiento.
La zona de exposición de cultivo debe de ser muy soleada y su riego periódico, sin llegar al exceso ya que es una planta que le gusta alternar una ligera sequedad entre riego y riego. Lo normal es recurrir al riego localizado y aprovechar cada riego para aportar el fertilizante en pequeñas dosis pero de forma frecuente, con un equilibrio 18-12-24 más microlementos.
En estas condiciones tan perfectas, el Adenium obesum vegeta a su máxima capacidad mientras que técnicos e ingenieros profesionales, controlan su desarrollo en perfectas condiciones de sanidad vegetal. Según se desee su formación, durante el cultivo se somete a uno o más pinzados para conseguir plantas más brotadas, compactas y de aspecto arbustivo.
Cuando el Adenium obesum alcanza su tamaño comercial, se selecciona por calidades y se carga en carrys y estos en camiones isotérmicos para distribuirlos por sus mercados naturales, como por ejemplo las floristerías, centros de jardinería (gardens centers), y demás tiendas especializadas.
Los cuidados del Adenium obesum
Para el cultivo del Adenium obesum en el hogar o el jardín, es importante conocer ciertos aspectos sobre él como por ejemplo su origen tropical y subtropical, que vegeta con temperaturas más bien altas, en un ambiente con posibles sequías durante ciertos periodos del año y que en su estado natural puede alcanzar varios metros de altura.
Su venta en el ámbito ornamental es en forma de pequeño arbusto en maceta, como planta ramificada y compacta, de aspecto exótico y con bellas flores. En este formato, lo normal es disfrutarlo como planta ornamental de interior y sólo en climas más bien cálidos y sin riesgo de heladas, como planta de exterior en el jardín. Las temperaturas óptimas para su crecimiento están por encima de los 25⁰C. Inferiores a los 15⁰C pueden provocar daños irreversibles en la planta como por ejemplo la caída del follaje y pudriciones de raíces.
Su exposición debe ser lo más soleada posible. En lugares poco iluminados perderá todas sus hojas y puede morir. Dentro de casa debe estar lo más cercano posible a las ventanas y alejado de las corrientes persistentes de aire. Sus riegos deben ser espaciados entre sí para que el sustrato quede algo seco de vez en cuando con el fin de que sus raíces crezcan sanas y fuertes. Recordemos que esta planta cuenta con su característico engrosamiento de la base de su tronco llamado caudex y que funciona como almacenador de agua. Mucha humedad provocará la aparición de hongos que pudrirán sus raíces, caída de hojas y flores.
El abonado puede ser del tipo recomendado para plantas de exterior de flor, aplicando las dosis más bajas recomendadas por el fabricante y distanciados unos 15 ó 20 días entre abonado y abonado.
Como el Adenium obesum es un arbusto o pequeño árbol en su estado natural, tendremos que ir podándolo cada cuatro o seis meses para seguir manteniéndolo con un aspecto compacto. Si por el contrario lo plantamos en el jardín, elegiremos una zona muy soleada y lo podemos dejar crecer de forma más natural. Lo plantaremos alejado uno o dos metros de otras plantas ya que con el tiempo adquirirá la envergadura característica de su especie. Por lo tanto, tengamos este aspecto en cuenta a la hora de elegir la zona de su plantación.
La Rosa del Desierto prefiere terrenos frescos, fértiles y bien drenados que no se encharquen. Como ya hemos adelantado, requiere altas temperaturas y saber que por debajo de los 15 grados centígrados puede comenzar a resentirse. Si el terreno o el sustrato es muy arcilloso podemos mejorarlo mezclándolo con arena de río y algo de grava para aumentar su capacidad porosa.
Al exterior y como cuidados del Adenium obesum está también el abonado. Se recomienda que sea relativamente moderado, a lo largo del período de crecimiento (primavera, verano y mitad de otoño) y en este caso con un tipo comercial especial para ‘plantas crasas o cactáceas’.
En cuanto a plagas, pueden aparecer pulgones o ácaros que debemos controlar con insecticidas. Enfermedades no suele tener y en este capítulo, el principal enemigo de esta planta es el exceso de humedad que provocará la pudrición de sus raíces y sí favorecerá la aparición de hongos.
Cómo reproducir la Rosa del Desierto
Ya hemos explicado como reproducir la Rosa del Desierto o Adenium obesum a nivel profesional. A nivel de aficionado el método también puede ser fácil si se realiza manteniendo un mínimo de cuidados.
Podemos optar tanto su reproducción por esquejes como por semillas.
Reproducción de la Rosa del Desierto por semillas
Lo primero es adquirir las semillas y esto no suele ser fácil porque no se vende habitualmente. Si nos florece la planta y sus flores se fecundan dan sus frutos en forma de vaina que contienen las semillas.
Estas vainas, cuando maduran completamente, tienden a abrirse y dispersar las semillas, momento ideal para recolectarlas ya que indica su punto de maduración óptimo y por lo tanto que están listas para germinar.
Estas semillas las sembraremos durante la primavera o el verano en bandejas con un sustrato especial para plantas de interior, mejorada su aireación con la mezcla de arena de río en un 15 a 20%. Una vez distribuidas las semillas las cubriremos ligeramente con el mismo sustrato y regaremos, manteniendo una humedad constante hasta su germinación.
Mantendremos también una temperatura ambiental para su mejor germinación alrededor de los 25⁰C. Temperaturas algo más bajas provocarán una germinación más lenta e irregular.
Cuando comiencen a germinar las semillas reduciremos la frecuencia de riegos y cuando cada plántula tenga de 6 a 8 hojas verdaderas estarán listas para el trasplante a una maceta mayor. El sustrato de plantación debe ser más rico en nutrientes pero manteniendo su capacidad de porosidad para evitar que se encharque con facilidad. Una vez enraizadas las plántulas en las nuevas macetas ya podemos ubicarlas a pleno sol.
Reproducción de la Rosa del Desierto por esquejes
El momento ideal para su reproducción es durante los meses cálidos del año (mediados de primavera a finales de verano). Cortaremos los esquejes de las plantas más sanas, tomando trozos de sus ramas siete a doce centímetros de longitud.
Estos esquejes los sumergiremos o untaremos por la zona del corte con una hormona de enraizamiento para favorecer la emisión de raíces. Seguidamente pondremos nuestro esqueje en una maceta o bandeja de alvéolo con un sustrato arenoso y con buen drenaje. Enterraremos ligeramente la zona de corte y los mantendremos protegidos del sol directo y corrientes de aire que los puedan deshidratar. Si mantenemos el sustrato húmedo y el ambiente protegido con una humedad ambiente elevada, en poco más de 25 días, emitirán estos esquejes nuevas raíces y con ello obtendremos nuevas plantas.
Conforme se fortalezcan podremos trasplantarlas a unas macetas mayores e incluso plantarlas directamente al jardín.