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Economía circular y el reciclaje de envases agrarios

Reciclado de envases de fertilizantes vacíos

Si se consulta a los habitantes de España sobre qué país es el que más kilos de plástico consume por habitante y año, la respuesta general es decir que España, que es un país con excesivo consumo comparado con otros del entorno, especialmente con los de centro y norte de Europa.

Pues esto no es así y, por ejemplo, mientras en España se consume una media de unos 84,4 kilos de plástico por habitante y año, por ejemplo, en Alemania son unos 151, en Francia 143 y en Italia unos 120. Si analizamos otros países más lejanos, Estados Unidos consumen unos 136 kilos y Japón 108. Y si nos centramos en los Países Asiáticos se quedan en tan sólo 36 kilos de plástico por habitante y año, una cifra referente a consumo y no tanto la cantidad de plástico asociado al consumo en general, ya que en estos países, el plástico adquiere otra concepción porque allí se encuentran los principales receptores de residuos de plásticos del mundo.

Hay que tener en cuenta que Europa y por supuesto otros muchos países, generan anualmente cientos de miles de toneladas de desechos, desperdicios y recortes plásticos, que una vez recuperados y clasificados, aquellas que no entran en sus sistemas de transformación, son exportadas a países asiáticos, donde su seguimiento medioambiental goza en algunos casos de cierta opacidad. Por nombrar algunos de estos países receptores se pueden citar a Malasia, Vietnam, China, Hong-Kong, Tailandia, Turquía, Taiwán, Indonesia, etc.

Un dato muy a tener en cuenta es que la producción global de plásticos se ha disparado desde la década de los 70 y es sorprendente que desde el 2005 a nuestros días, se ha fabricado más plástico que en toda la historia de la humanidad.

Reciclado de envases vacíos de fertilizantes y fitosanitarios agrarios

Con esta información no se puede caer en la justificación de nada, pero sí sirve para poner en evidencia que desde España se pueden hacer muchas cosas. En este contexto y relacionado con reciclado de envases vacíos de fertilizantes y fitosanitarios agrarios, se han creado entidades como AEVAE (Asociación Española para la Valorización de Envases), un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para fabricantes, envasadores y distribuidores de productos de uso agrícola profesional, que garantiza la recogida y la trazabilidad para la correcta valorización de los residuos de envases agrarios.

La Economía circula y el reciclaje de los envases vacíos de fertilizantes y fitosanitarios

Europa y por lo tanto España, está inmersa ante un nuevo paradigma referente al plástico. Partiendo en las estimaciones que en el 2025 se generarán en el mercado europeo unos 10 millones de toneladas de plástico reciclado y que para el 2030, todos los envases puestos en mercado deben ser efectivamente reciclados, se necesitan estrategias y acciones concretas en este sentido. Por supuesto los de uso agrícola están dentro del mismo marco regulatorio.

En este contexto, Europa publicó en 2018 su estrategia para el plástico en una economía circular y en 2019 se difundió el Paquete de Medidas de Economía Circular.

Evidentemente, la humanidad está ante un problema que requiere una respuesta eficaz, pero también realista, ya que, si a día de hoy hubiese un sustituto válido para el plástico, este ya no estaría en el mercado.

Pero para los que se sitúan en el lado de la fobia al plástico, también hay que saber que el plástico es un material único con muchos beneficios: es económico, versátil, liviano y resistente, factores que lo convierten en un material valioso para muchas funciones. Y por qué no, también puede proporcionar beneficios medioambientales. El plástico desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la calidad de los alimentos, la seguridad y la reducción del desperdicio de alimentos y por lo tanto se debe tener en cuenta que las compensaciones entre plásticos y sustitutos son complejas, y mal concebidas, podrían crear impactos negativos en el medio ambiente.

No basta con ser conscientes del problema. Hay que actuar, ya que el futuro de la economía circular tiene que formar parte de una estrategia a nivel mundial y de la concienciación de industrias y consumidores para cambiar los hábitos que resultan destructivos para el medio ambiente y revertirlos en mejoras para un presente y sobre todo para un futuro esperanzador de todos los seres vivos y el cuidado de nuestro planeta.

En este sentido y como muestra y ejemplos de ello, exponemos las acciones que viene realizando AEVAE.

En definitiva, el problema no es el material plástico, sino su residuo abandonado mal gestionado.

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