Una de las plantas de flor más popular utilizada en jardinería durante la primavera es la Petunia hybrida. El amplio surtido de colores disponible y su gran rusticidad, permiten aportar color y alegría al jardín mediante la creación de grandes y espectaculares manchas florales.
Conocida popularmente como Petunia, su nombre científico es Petunia hybrida y pertenece a la familia de las Solanáceas. Es de origen hybrido procedente de las especies P. axilaris, P. inflata y P. violaceae.
La Petunia hybrida es una planta herbácea perenne cultivada como anual. Esta suele tener tendencia a crecer muy ‘pegada al suelo’ con alturas entre los 25 y 40 centímetros de altura. Sus tallos son herbáceos, de porte semierguido y más bien ramificados.
Sus hojas de color verde intenso crecen de forma alterna, son ovales u oblongas, ligeramente carnosas y desprenden olor al tacto.
Su belleza radica principalmente en sus flores, pudiendo ser sencillas con forma atrompetada o de embudo, semidobles o dobles, de bordes lisos u ondulados, de colores puros a combinados y en conjunto… opciones en colores para todos los gustos. Su floración es abundante, crece axilarmente y desprenden cierto aroma.
En España, la Petunia hybrida florece desde comienzos de primavera hasta finales de verano, si bien es cierto que cada año se consolida una tendencia a mantenerlas en el jardín durante más tiempo, hasta el extremo de poderlas encontrar en climas cálidos durante todo el año.
Los cuidados de la Petunia hybrida
La gran rusticidad de cultivo, sumada a la amplia gama de colorido de sus flores, la hacen ser la planta de temporada más utilizada en estos momentos. Su utilización está basada en borduras y parterres distribuidos en grupos.
El ser una de las principales plantas de temporada utilizada en los jardines españoles, está sometida a constantes mejoras genéticas. Estas van enfocadas tanto a la ampliación de sus variedades y por consiguiente gama tonal de sus flores, como en la mejora de su rusticidad como planta en el jardín. Pero ello no significa que no tengamos que tener en cuenta una serie de aspectos sobre ella para disfrutar aun más de su valor ornamental.
La tendencia es utilizar variedades de colores idénticos para crear masas de color más impactantes, pudiendo crear combinaciones entre estos y componer un verdadero espectáculo de color.
Su plantación debe de realizarse con una exposición a pleno sol para obtener plantas más compactas, floríferas y de colores intensos dentro de las características propias de la variedad. El suelo debe de ser fértil y bien drenado para evitar encharcamientos indeseados. Con ello no queremos decir que las Petunias hybridas no requieran riegos abundantes, que sí son aconsejables, sobre todo en épocas de mayor desarrollo, pero que el agua drene con facilidad. Si es posible, evitaremos mojar en exceso el follaje para evitar daños a sus flores. Y de igual forma los realizaremos fuera de las horas de máximo calor.
El cuanto al abonado de la Petunia hybrida, debería comenzar con un abonado de fondo mezclado con el sustrato o tierra durante la preparación del terreno antes de su plantación. Ya plantadas y según las características del fertilizante utilizado en el abonado de fondo, si no es de lenta liberación, a partir del mes podemos aportar un fertilizante sólido esparcido sobre el terreno… o líquido soluble disuelto en el agua de riego a la dosis recomendada por el fabricante.
Respecto al equilibrio del fertilizante, uno del tipo 18-12-24 más microelementos, puede ser muy recomendable ya que los excesivamente ricos en nitrógeno, incidirán en un mayor desarrollo de la planta pero su floración será mucho menos abundante.
Las Petunias hybridas no necesitan ser podadas ya que tras su época de ornamentación, es más recomendable arrancarlas y sustituirlas por otra planta de flor. Con ello conseguiremos revitalizar el colorido del jardín y disfrutarlo de forma más rica cromáticamente hablando. Eso sí, podemos ir retirando las flores marchitas si lo vemos oportuno para evitar que se sequen sobre su follaje.
Multiplicación de la Petunia hybrida
Aunque la multiplicación de las Petunias hybridas es por semilla, la forma más habitual de adquirirlas es mediante la compra de plantas ya cultivadas en maceta de pequeño tamaño, normalmente entre 9 y 11 centímetros de diámetro.
Cultivo de la Petunia hybrida
Los viveros profesionales suelen comprar los planteles para repicarlos sobre las macetas definitivas de venta, pero los aficionados a la bricojardinería suelen comprar sobres de semillas para su cultivo.
Saber o tener información técnica profesional al respecto es de gran ayuda. Así que aportamos datos técnicos de interés referente al cultivo de la Petunia hybrida para orientar mejor su cultivo. Estos datos deben de tomarse siempre como orientación ya que según las variedades cultivadas, substrato utilizado, clima, etc. puede variar notablemente en los resultados.
Estamos ante una planta ornamental de temporada y dentro del grupo de plantas de primavera y verano… aunque últimamente incluso de otoño en climas cálidos.
Tras realizar el semillero y tener las plántulas ya germinadas (planta joven), procederemos a su plantación en unas macetas de unos 10 centímetros de diámetro aproximadamente. Una vez crezcan y adquieran un tamaño razonable, las podremos plantar en el jardín directamente, tal y como las hubiésemos comprado directamente de un vivero, centro de jardinería, floristería, etc.
En sustrato indicado en este caso es un “sustrato universal” o “sustrato para plantas de exterior”, con un pH de entre 5,5 y 6,5. La Ec (conductibilidad eléctrica del sustrato) deseada debe de situarse alrededor de 2.
Las temperaturas ideales oscilan entre 4 a 10ºC durante la noche y de 20 a 25ºC durante el día. Por debajo de ellas se ralentizará su desarrollo y por encima se acelerará, en ambos casos su crecimiento no será el idóneo.
La exposición de las nuevas plantas recién plantadas será a pleno sol. En el caso de disfrutar de estas plantas en el interior del hogar como planta de flor durante un par de semanas más o menos, las ubicaremos cerca de la ventana con la mayor luz posible. De lo contrario, no emitirá tantas flores, estas no tomarán buen color y se caerán.
En estas condiciones, el tiempo de cultivo de la Petunia hybrida desde su repicado (plantación a la maceta) y estar listas para su plantación directamente en el jardín es de 8 a 10 semanas.
No se recomienda recolectar la semilla de sus flores para reproducirlas ya que las plantas que obtengamos serán de muy mala calidad y casi nunca de similares características a las plantas donde se extrajeron. El motivo es que las semillas compradas de Petunia hybrida, como ya nos indica su nombre son hybridas y por lo tanto desconocemos sus parentales.
Flores de Petunia hybrida
Como ya hemos mencionado, las flores de petunias son unas de las más alegres del jardín y dada la rusticidad de estas plantas y su largo período de floración, les permiten ser las más populares de la primavera y parte del verano.
En ocasiones nos piden información sobre los diferentes tipos de flores de petunias existentes en el mercado y es comprensible, ya que es una planta hibridada hasta la saciedad.
Primero podemos mencionar que entre las Petunias hybridas hay de diferentes tipos desde el punto de vista de velocidad de crecimiento y extensión de cada planta en el jardín. Con ello ya se marca en cierta medida unas características florales.
Así, hay un grupo llamado Petunias grandifloras de crecimiento compacto, tamaño más bien reducido, y sus flores suelen ser grandes. Y el grupo de Petunias floribundas, con plantas más tapizantes, de porte colgante y de flores de menor tamaño aunque mucho más abundantes.
Por otra parte las hay de flores simples, semidobles y dobles. Las de flores simples poseen una mayor gama de colores.
Y por último y sobre todo en las de flor simple, tenemos diversos tipos como por ejemplo:
- Flores de petunia de colores puros que contemplan toda la gama.
- Flores de petunia estrellado, en las que como su nombre indica reproducen una especie de estrella en combinación de dos colores.
- Flores de petunia picoté que suelen ser de un solo color con el vértice de la corola en otro en forma de aro.
- Flores de petunia con venas, definiendo aquellas de color puro con el centro de la flor y nervaduras principales de tonalidad más intensa, dando el aspecto de las referidas venas.
Plagas y enfermedades de la Petunia hybrida
Las plagas más comunes que se pueden presentar durante su cultivo son el Thrips, la araña roja, los pulgones, la mosca blanca, el minador y las orugas.
En cuanto a las enfermedades no son muy frecuentes, pero en caso de riesgo, la Rhizoctonia y la Botrytis pueden ser las más propensas a manifestarse.
A continuación, a pesar de que las Petunias hybridas son muy rústicas una vez plantadas en el jardín, dado su frondoso follaje y tiernas hojas, es cierto que son una ‘invitación’ para ciertas plagas y enfermedades. Os describimos algunas de ellas.
En cuanto a las plagas en el jardín, las más habituales son:
- Los pulgones.- Se desarrollan sobre los brotes más tiernos y botones florales antes de abrir. Se controlan mediante tratamientos con insecticidas sistémicos.
- La araña roja.- Favorecida por las temperaturas altas y humedad relativa baja, desde finales de primavera hasta finales de verano, son potencialmente activas. Se sitúan en el envés de las hojas y se controlan con tratamientos con productos acaricidas.
- Orugas.- En realidad son un amplio grupo de especies de insectos que en su estado larvario roen las hojas debilitando mucho a las plantas de petunias. Se controlan mediante tratamientos con insecticidas sistémicos o de contacto.
- Minador de hojas.- Se trata de un insecto que en su estado larvario vive en el interior de las hojas, concretamente entre los dos parénquimas, creando galerías de aspecto blanco según va devorando el tejido foliar. Se controlan sólo mediante tratamientos con insecticidas sistémicos.
- Caracoles y babosas.- Sobre todo actúan en épocas lluviosas o con el exceso de riego continuado. Se controlan mediante tratamientos con insecticidas específicos en forma de cebos.
Referente a las enfermedades, entre las más habituales están:
- Botrytis.- Se puede presentar con temperaturas bajas y una humedad relativa alta. Es una podredumbre blanda y se aprecia una vellosidad como consecuencia de la fructificación del hongo. Se controla mediante tratamientos con fungicidas específicos de aplicación foliar.
- Podredumbres de tallo.- Aquí se pueden agrupar a unas cuantas enfermedades como la Sclerotinia, el Fusarium o la Rhizoctonia. A nivel de cuello, el tallo se ennegrece y se pudre. Se controla mediante tratamientos con fungicidas específicos aplicados en riego.
- Podredumbres de raíces.- Suele ser más frecuente en plantas jóvenes y su principal causante es la Phytophthora. Se controla mediante tratamientos con fungicidas específicos aplicados en riego y de forma preventiva evitando el exceso de agua en los riegos.