Pelargonium grandiflorum

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Pelargonium grandiflorum

El Pelargonium grandiflorum es una planta de temporada muy popular en zonas protegidas de interior y exterior de España y como consecuencia la podemos ver en muchas terrazas, balcones y jardines tanto públicos como privados.

Hay que reconocer que si bien no es tan popular como el Pelargonium zonale (geranio o malvón) o el Pelargonium peltatum (murciana o gitanilla), no deja de ser una planta muy típica de la primavera y que ha conseguido estar presente en el mercado durante mucho más tiempo gracias a su mejora varietal.

Pelargonium grandiflorum

En esta ocasión nos centramos en el geranio más intelectual de todos ellos. ¿Por qué es el más intelectual?, porque se le conoce como “Geranio de pensamiento“. Al margen de esta broma, debemos saber que el Pelargonium grandiflorum es más resistente a la mariposa o polilla del geranio (Cacyreus marshalli) que el geranio común.

Geranio de pensamiento

Conocido popularmente como geranio pensamiento, geranio real, malvón pensamiento,… su nombre científico es Pelargonium x domesticum o su sinónimo Pelargonium grandiflorum, pertenece a la familia Geraniaceae y es originario de Sudáfrica.

Es una planta perenne de porte erguido con tendencia a ser muy ramificada, pudiendo alcanzar más de medio metro he incluso en óptimas condiciones de cultivo superar el metro y medio de altura.

Sus hojas son verdes, reniformes y redondeadas con abundante pelosidad con un tamaño entre los 5 y 8 centímetros de diámetro.

Su época de floración se centra en primavera y verano. Respecto a sus flores son muy vistosas reunidas en pompones y de buen tamaño, superando los cinco centímetros de diámetro, compuestas por pétalos de colores variados que van desde el blanco hasta en casi negro, con los dos superiores con manchas oscuras. Cada año aparecen nuevos híbridos con forma y colores diferentes que se vienen a incrementar su juego varietal.

Pelargonium grandiflorum

Cuidados del Pelargonium grandiflorum

El Pelargonium grandiflorum es una planta de exterior muy resistente y muy utilizada para adornar arriates, jardineras en incluso para su cultivo en maceta como planta individual. Necesita una buena exposición al sol y temperaturas cálidas siempre y cuando se satisfaga correctamente el riego. Por lo tanto su ubicación será en pleno jardín. No importa si a determinadas horas le da un poco de sombra.

El terreno sobre el que se plante debe de estar muy bien drenado para evitar encharcamientos que producirían daños en sus raíces. En este aspecto, los riegos deben ser moderados y frecuentes, procurando que no se encharque. De hecho soporta mejor una sequía suave que el exceso de agua.

Para su abonado utilizaremos un fertilizante del tipo denominado de plantas de flor, equilibrado pero con mayor cantidad de potasio, así con presencia de microelementos. Se aplicará durante todo su cultivo cada quince días a las dosis recomendadas por el fabricante. Un suelo adecuado y bien nutrido nos asegurará en gran medida un perfecto desarrollo y una abundante floración.

En plena floración iremos retirando las flores marchitas tanto para favorecer el crecimiento de las nuevas como evitar que sus flores secas se conviertan en refugio de parásitos.

En cuanto a la poda, en el Pelargonium grandiflorum se centra en una poda de acortamiento de tallos durante la primavera cuando estos adquieren longitudes indeseadas.

Si se requiere un cambio de maceta o jardinera esperaremos a realizarlo a principios de primavera o principios de otoño, utilizando un sustrato prefabricado del tipo sustrato de plantación o sustrato para plantas de exterior.

Pelargonium grandiflorum

Multiplicación del Pelargonium grandiflorum

La multiplicación del Pelargonium grandiflorum se puede realizar tanto por semilla como por esqueje. Como la gran mayoría de plantas de Pelargonium grandiflorum que podemos encontrar en el mercado son variedades híbridas, lo mejor para reproducirlas es mediante la técnica del esqueje apical o interdonal.

El momento adecuado para hacerlo es antes o después de la floración, mediante esquejes procedentes de plantas sanas y vigorosas, sobre un sustrato turboso y para ayudar a la emisión de raíces, aplicando hormonas de enraizamiento.

Es muy importante realizar el esqueje en una ambiente controlado con una humedad relativa saturada para evitar su deshidratación, con una temperatura comprendida entre los 18 y 25ºC, y una luz tamizada evitando que le dé el sol directo. En estas condiciones suele enraizar entre los 15 y 20 días.

Pelargonium grandiflorum

Cultivo del Pelargonium grandiflorum

Para el cultivo del Pelargonium grandiflorum a nivel de bricojardinería podemos recurrir a los consejos mencionados en el apartado de sus cuidados. A nivel de su cultivo profesional estos aspectos se complican notablemente ya que los productores buscar la máxima rentabilidad posible y para ello industrializan sus procesos.

El cultivo lo comienzan mediante esquejes apicales enraizados en pequeños tacos de sustrato. Tras recibirlo a mediados o finales de otoño lo plantan en maceta definitiva sobre un sustrato que mantenga unas condiciones físicas y químicas adecuadas ya que hay que tener en cuenta que el sustrato es la base del cultivo… siendo la fuente de alimentación de la planta y el medio donde se reproducirá durante todo el tiempo. Así, un sustrato adecuado tendrá una buena estructura conteniendo partes gruesas, finas y arcillas, una porosidad del orden del 25%, una adecuada capacidad de retención de agua sobre el 25% y buena estabilidad. Su pH debe oscilar entre 5,8 y 6,2, estando el rango de conductibilidad eléctrica entre 1,5 a 3,0 mS/cm en un sustrato saturado.

En cuanto al método de riego se suele utilizar el sistema de gotero ya que es el que mejor uniformidad proporciona al cultivo. Además se evita el riego por aspersión para evitar la posible propagación de enfermedades.

El abonado se realiza mediante el sistema de fertirrigación ya que permite aportar los nutrientes necesarios a la planta mediante el agua de riego. Niveles insuficientes en uno o más elementos pueden limitar el rendimiento o el potencial del geranio… y su exceso puede ocasionar fitotoxicidades en la planta. Dependiendo de la calidad del agua, una dosis de entre 0,7 a 1,2 gramos por litro pueden ser aportados en el riego como referencia. La formulación de la solución nutritiva debe tener un buen balance entre los macroelementos y oligoelementos.

Flores de Pelargonium grandiflorum

La intensidad de luz influye notablemente en el cultivo y calidad del Pelargonium grandiflorum. La escasez de luz da como consecuencia una planta débil, de escasa floración e intensidad de color tanto de hoja como de flor. En cuanto a la temperatura óptima de cultivo se sitúa entre los 16 y los 24ºC. Temperaturas inferiores a los 12ºC se paraliza notablemente su crecimiento así como si supera los 28ºC. Está comprobado que el Pelargonium grandiflorum mejora su crecimiento cuando la oscilación de temperatura entre día y noche es mínima, e incluso cuando la temperatura de día es ligeramente más fresca que por la noche. En cuanto a la humedad relativa óptima se sitúa entre el 60 y el 80%.

Para cultivar plantas compactas se recurre al pinzamiento manual realizándolo entre los 20 y 30 días posteriores a la plantación de la plántula.

Algunos cultivadores de Pelargonium grandiflorum recurren a la técnica de aplicación de reguladores de crecimiento para producir plantas más compactas y floridas. Entre los productos utilizados se encuentran el clormequato y el paclobutrazol.

Flores de Pelargonium grandiflorum

Enfermedades del Pelargonium grandiflorum

Entre las principales enfermedades del Pelargonium grandiflorum se encuentran:
Enfermedades foliares. En este grupo se encuentran la Botrytis cinerea, Alternaria alternata, la Cercospora brunkii y la Puccinia pelargonii-zonalis por ejemplo.

Enfermedades vasculares. Son hongos que actúan bloqueando los tejidos conductivos y hacen prácticamente imposible la translocación de agua y nutrientes entre la raíz y parte aérea de la planta. En este grupo se encuentran la Xanthomonas campestris pv. Pelargonii, la Ralstonia solanacearum y el Verticilium sp.

Enfermedades de cuello y raíz. En este grupo se incluyen al Pythium sp., la Thielaviopsis sp. y el Fusarium sp.

Flores de Pelargonium grandiflorum

Plagas del Pelargonium grandiflorum

Entre las principales plagas en cultivo intensivo del Pelargonium grandiflorum se encuentran la Bemisia tabaci y Trialeurodes vaporariorum, la Frankliniella occidentalis, el Tetranychus urticae, pulgones y el Tarsonemus crassus.

Virosis del Pelargonium grandiflorum

Los virus que afectan al geranio afectan su calidad y el desarrollo de la planta. En caso de infección deben ser eliminadas las plantas afectadas ya que no existe cura para ellas. Los principales virus que podemos encontrar en el geranio son el Carmovirus infecciosa del Pelargonium (PFBV), el Tombusvirus del rizado de la hoja del Pelargonium (PLCV), el Carmovirus de la lineación del Pelargonium (PLPV), el Ourmiavirus del punteado del geranio (PZSV), el Cucumovirus del mosaico del pepino (CMV), los Nepovirus de los anillos del tomate (ToRSV) y de los anillos del tabaco (TRSV),… y el Tobamovirus del mosaico del tabaco (TMV) por ejemplo.

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