La Calibrachoa hybrida es conocida popularmente como petunia calibrachoa. El género Calibrachoa está fuertemente emparentado con la petunia, sin embargo determinados estudios hallaron que hay importantes diferencias cromosómicas y conductas de reproducción entre la Calibrachoa y la Petunia. Aun así, en el mercado ornamental se las incluyen dentro de este gran grupo de plantas de flor de temporada.
Son muy utilizadas tanto como planta colgante como cubre suelo. Es una de estas plantas ideales para crear arreglos florales mixtos dado el bonito contraste de color que aporta. Están especialmente indicadan para su cultivo en tarrinas colgantes, jardineras en balconeras y macetones.
Según la documentación consultada, destacar que el nombre del género Calibrachoa, va vinculado a un profesor de Farmacia mexicano llamado Antonio de Caly Bracho.
Cómo es la Calibrachoa hybrida
La Calibrachoa hybrida está incluida de forma genérica en el gran grupo de híbridos de petunias.
Esta planta ha sido sometida a múltiples cruces genéticos y fruto de estos trabajos han permitido obtener numerosas series: grupos de variedades con similares características genéticas. Cada una de estas series incorpora además numerosas variedades, dando en conjunto una gran variedad de colores.
Pertenece a la familia de las Solanáceas y es nativa de Sudamérica. Aunque depende de las variedades, en términos generales la Calibrachoa hybrida es una planta que posee un sistema de enraizado fuerte y muy tolerante a valores de pH muy altos. Es fácil de cultivar y de floración temprana.
Aun siendo plantas perennes se cultivan como anuales, en especial en las regiones de climas fríos. La Calibrachoa hybrida es una planta de desarrollo muy rápido y con un porte bajo durante su crecimiento (sobre los 30 centímetros de alto). Estas características la hacen idónea, además de planta colgante, también como planta cubre suelos para grandes franjas de terreno en jardines o jardineras de gran tamaño.
Sus tallos son muy ramificados y tupidos, con hojas más bien pequeñas, con forma ovalada, de color verde bastante oscuro y con tacto algo pegajosas.
Florece con menos de 12 h de luz al día, posee una patente tolerancia al calor y sus flores permanecen abiertas incluso en días nublados.
Las podemos encontrar en el mercado con flores en un sinfín de tonalidades. Rosas, moradas, blancas, naranja, amarillas… desde colores intensos a más pálidos, configuran este amplio catálogo de color. Estas flores son de un tamaño menor que las del resto de petunias, pero común a todas ellas mantienen la forma de trompeta.
Los formatos de venta más comunes de la Calibrachoa hybrida son la tarrina o la maceta de 14 a 18 centímetros de diámetro. En cuanto a su exposición, prefiere el pleno sol sin un calor excesivo. A la sombra, reduce notablemente la cantidad de sus flores y la viveza de sus colores.
Especies de Calibrachoa
El género Calibrachoa agrupa a unas 32 especies, todas ellas nativas de Sudamérica, a excepción de la Calibrachoa parviflora, que la podemos encontrar también en México y en el sur de Estados Unidos.
Muchas de las especies que incluye este género son utilizadas en el mercado ornamental por sus características como planta colgante y cubre suelo.
Entre las especies de Calibrachoa más populares se encuentran:
- Calibrachoa caesia
- Calibrachoa calycina
- Calibrachoa dusenii
- Calibrachoa eglandulata
- Calibrachoa elegans
- Calibrachoa ericaefolia
- Calibrachoa excellens
- Calibrachoa hassleriana
- Calibrachoa heterophylla
- Calibrachoa humilis
- Calibrachoa linearis
- Calibrachoa linoides
- Calibrachoa macrodactylon
- Calibrachoa micrantha
- Calibrachoa ovalifolia
- Calibrachoa paranensis
- Calibrachoa parviflora
- Calibrachoa pygmaea
- Calibrachoa regnellii
- Calibrachoa rupestris
- Calibrachoa sellowiana
- Calibrachoa sendtneriana
- Calibrachoa serrulata
- Calibrachoa spathulata
- Calibrachoa thymifolia
Cuidados de la Calibrachoa hybrida
Los cuidados de la Calibrachoa hybrida, como en muchas otras plantas del tipo petunia, se centran en el riego, abonado, elección del sustrato adecuado, etc.
Como ya hemos comentado, la Calibrachoa se utiliza tanto como planta colgante como gracias a su porte rastrero, también como planta cubre suelo.
Es una planta muy valorada por su alegre coloración y gran vistosidad, teniendo su floración durante muchos meses al año. En zonas cálidas del mediterráneo pueden estar en flor hasta bien entrado el otoño.
Para su ubicación, elegiremos lugares que se encuentren algo resguardados y protegidos, ya que la lluvia prolongada y los fuertes vientos, puede deteriorarlas y dejarlas con muy mal aspecto.
Buscaremos zonas con sol directo para que le favorezca su floración, además de intensificar los colores de sus flores. A la Calibrachoa le encanta las temperaturas cálidas.
Procuraremos darle riegos regulares y abundantes, sobre todo durante su período de mayor crecimiento y de floración. Pero debemos tener cuidado de no encharcar el sustrato durante demasiado tiempo para evitar que aparezcan enfermedades y pudriciones de las raíces. Tampoco es conveniente mojar sus flores durante el riego, eligiendo el riego localizado en vez del riego por aspersión.
Si deseamos prolongar al máximo su floración, es recomendable ir eliminando las flores conforme se vean que estén marchitas.
El abonado de la Calibrachoa hybrida debe hacerse con regularidad, recordando que son bastantes exigentes con la nutrición.
Con respecto a la poda, debemos cortar las puntas de los tallos con cierta regularidad, en especial los muy largos, para mantener la planta compacta y con una buena proporción de flores.
Cultivo de la Calibrachoa
Si queremos multiplicar la Calibrachoa, lo podemos hacer mediante semilla. Esta se siembra en bandejas calientes, preferiblemente durante el mes de marzo.
Pero para hablar del cultivo de la Calibrachoa debemos matizar si estamos tratándolo a nivel del jardín o en un marco viverístico profesional. En este caso nos limitaremos a dar una serie de datos técnicos, que nos ayudarán a conocer mejor a esta planta, independientemente de si se cultiva en el jardín o en el vivero.
La calibrachoa es una planta muy parecida a la petunia, aunque difiere de ella por su menor tamaño y mayor cantidad de flores, además de un período de floración más prolongado. Sus actuales variedades comerciales han sido mejoradas a partir de especies originarias de zonas montañosas del sur del Brasil.
Actualmente, la mayoría de variedades existentes en el mercado ornamental, son fruto de propagación asexsual, mediante el enraizamiento de esquejes. Estos esquejes se realizan durante primavera, verano u otoño y son provenientes de plantas madres saneadas. Enraízan fácilmente en no más de 2 ó 3 semanas.
Las temperaturas óptimas de crecimiento son de 21 a 24ºC durante el día y de 10 a 15ºC durante la noche. Está comprobado que cuando se dan estas diferencias de temperatura entre el día y la noche, la ramificación y formación se ve favorecida.
Para el cultivo de la Calibrachoa se requiere una alta intensidad de luz para que no se produzcan alargamiento de entrenudos y se evite la disminución de la floración, así como fotoperiodos largos en el que la duración sea mayor de 13 horas para mejorar la floración. De hecho, para adelantar su floración durante su cultivo en el vivero en épocas de días cortos, se deben alargar con luz artificial.
Las plantas de Calibrachoa embellecen mucho más cuando crecen de forma compacta. Para mejorar su ramificación se recomienda realizar pinzados después del trasplante… e incluso durante su cultivo.
Para el cultivo de la Calibrachoa utilizaremos sustratos con muy buen drenaje y con un pH ácido situado entre 5,5 a 6.
Son plantas que acusan rápido las carencias de hierro, sobre todo en suelos o sustratos alcalinos. Esta situación, en caso de producirse, la resolveremos aplicando de forma periódica hierro quelatado, ya sea por aspersión foliar o por riego.
También son plantas que requieren una alta fertilización. Usar fertilizantes con una riqueza de 18-12-24 ó 20-10-20 es muy conveniente. Estos abonos deben estar enriquecidos con microelementos y si a su vez se encuentra quelatados mucho mejor.
Los riegos deben realizarse de forma moderada, permitiendo que el sustrato se seque levemente sobre la superficie antes de realizar un nuevo riego. Evitaremos en la medida de lo posible el estancamiento de agua ya que es susceptible a enfermedades de suelo.
En cuanto a las principales plagas, la mosca blanca, el Trips, los pulgones y los minadores son las más comunes. Entre las enfermedades, lo son la Rhizoctonia, el Pythium, la Phytophthora, la Thielaviopsis, la Botrytis y el Oidio.