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Como plantar un abeto

Abetos de navidad

Cuando se acerca la Navidad, una de las tradiciones más arraigadas en España es el adorno del ‘árbol de Navidad‘. Por lo general se tratan de especies del género Abies sp. pertenecientes a la familia de las Pináceas. Destacar que sobre todo en el arco mediterráneo peninsular, hay quien utiliza el pino como otra opción.

Existe una tendencia a comercializar estos abetos ya enraizados en contenedores, asegurando su vida tras esta festividad. Pero lo tradicional es encontrar abetos cultivados para esta ocasión y aunque se presentan con una pequeña bolsa en su base radicular, la verdad es que estas han sido muy dañadas durante el proceso de su arranque.

Hay que dejar claro que estos abetos se han plantado y cultivado de forma sostenible y que en ningún caso hay que verlos como ‘una barbaridad’ hacia la naturaleza. El símil sería pensar lo mismo cuando nos acercamos a una frutería y vemos las lechugas, endivias, etc. arrancadas para su consumo.

Y para aquellos que piensan que un abeto de plástico es una mejor opción… que sepan que están consumiendo petróleo y contaminando con su elección.

Centrados en cómo plantar un abeto comprado con sus raíces dañadas, de entrada debemos de ser conscientes de que las posibilidades de arraigo son muy pequeñas. Pero debemos de intentarlo.

Lo primero será utilizar un sustrato especial para plantas de exterior, e incluso un sustrato universal sería válido. A este sustrato, es aconsejable el añadirle un ‘regenerador de suelos‘ durante el momento de su plantación para activar y estimular su emisión de raíces.

Un regenerador de suelos es un producto a base de polímeros hidroabsorbentes, con aspecto de granos que al contacto con el agua (momento del riego), se hidratan absorbiendo hasta 200 veces su peso en agua. Posteriormente, van cediendo ese agua acumulada de forma gradual hasta llegar el próximo riego en el que se vuelve a repetir el proceso y así sucesivamente. Pero además incluyen abonos minerales solubles, abonos orgánicos, estimuladores de crecimiento… y así hasta más de 23 sustancias diferentes. En este caso, no sólo se evita distanciar considerablemente los riegos, sino que mantienen a las plantas perfectamente abonadas durante meses con ‘sólo el agua del riego’.

Según el regenerador de suelos, la dosis a aplicar puede se de 2 a 6 gramos de producto por litro de sustrato. Una vez mezclado lo más homogéneamente posible se procede a la plantación del abeto procurando mantener el mismo nivel en el que se cultivó. Tras la plantación se procede al riego normal.

Los riegos se distanciarán para evitar encharcamiento. Una vez pasada la Navidad, sacaremos el Abeto al exterior en un lugar resguardado del viento y de la incidencia del sol directo para evitar que se deshidrate.

Con la llegada de la primavera, veremos realmente si ha enraizado correctamente. Lo sabremos si no ha perdido sus hojas y se aprecian síntomas de nuevas brotaciones. Es conveniente el tenerlo todo este primer año en la maceta o contenedor antes de plantarlo en el campo o el jardín, evitando así el romper sus nuevas raíces durante el transplante.

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