Invernaderos domésticos

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Invernaderos domésticos

Ya sea vinculado a un huerto urbano, jardín o simplemente para cultivar algunas plantas de interior, poder tener un invernadero doméstico es todo un lujo.

Dependiendo de sus características, puede estar instalado en un jardín, a pie de campo e incluso en el propio balcón o terraza de un piso. Su utilización es versátil y nos permitirá desde proteger algunas plantas delicadas en épocas desfavorables a realizar semilleros un tiempo antes de sus fechas naturales, con lo que podremos adelantar sus cosechas. Sin olvidar que pueden funcionar como espacios para recuperar plantas debilitadas por diversas causas.

Debemos entender la expresión de invernaderos domésticos como estructuras o instalaciones donde podremos cultivar plantas, en el que sus características de construcción son inferiores a la de los invernaderos profesionales. Estos pequeños invernaderos son de poca superficie, estructura más simple y sin equipamientos complejos como por ejemplo sistema de riego, ventilación, etc.

A continuación, y para entrar más en detalle sobre estos invernaderos domésticos, damos respuestas a ciertas preguntas frecuentes.

¿Cómo es el invernadero doméstico ideal?

A la pregunta del invernadero doméstico ideal, la respuesta es sencilla: aquel que dé una respuesta eficaz a nuestras necesidades reales.

A partir de aquí, tras el análisis de las necesidades particulares de cada caso, se trata de analizar entre la oferta de invernaderos existentes la que mejor se acomode al presupuesto y espacio, por ejemplo.

¿Qué diferencia hay entre un invernadero doméstico y uno casero?

En un principio, un invernadero doméstico y un invernadero casero viene a ser lo mismo. Ambas expresiones definen una misma estructura de invernadero que tiene como objetivo dar servicio a personas que disfrutan con la bricojardinería y huertos urbanos de hobby.

Como hemos adelantado, son estructuras más livianas y menos complejas que la de los invernaderos profesionales, pero que aun así cumplen con las necesidades de sus propietarios.

Si insistimos en buscar alguna diferencia entre un invernadero doméstico y un invernadero casero, podríamos establecerla si toma como factor que en el caso de los primeros lo asociásemos a invernaderos prefabricados, mientras que en segundo, lo vinculásemos a estructuras realizadas por uno mismo partiendo de materiales base como maderas, barras de aluminio, bisagras, correas, plástico u otros tipos de materiales para su cubierta, etc.

Invernaderos domésticos

¿Cuántos tipos de invernaderos domésticos hay en el mercado?

Los hay en una gran variedad de tipos. Estos se diferencian por sus dimensiones tanto en superficie como en volumen, materiales de construcción tanto de estructura como de cubierta, equipamiento de ventilación ya sea manual o motorizada, sistema de riego (con o sin bomba, depósito, programadores, mangueras, nebulizadores, etc.), con o sin sistema de abonado, puertas abatibles o de cremallera, etc.

Precios de invernaderos domésticos

Los precios que podemos encontrar en el mercado de invernaderos caseros o domésticos se encuentran en una horquilla muy amplia. En este aspecto, debemos saber que no hay una relación directa y exacta entre a más precio, mejor invernadero casero.

Todo dependerá en gran medida de las necesidades que realmente se tengan y como consecuencia aquel que mejor se ajusta a darles respuestas.

El precio va a depender en gran medida de su tamaño, dimensiones de cubierta, materiales tanto de estructura como de cobertura, si posee un componente artesanal o industrial en su fabricación, etc. sin olvidar su equipamiento interior. Por todo ello no se puede establecer un precio metro cuadrado ni siquiera como referencia.

Pero si tenemos que hablar de precios, estos pueden estar entre los 150 € los más pequeños y simples de unos 28 metros cuadrados a más de 1.000 € para otros con materiales más resistentes y con las mismas dimensiones. Esta gran diferencia es la que justifica que no se pueda dar precios de referencia de forma seria.

Por otra parte, la expresión ‘invernadero casero’ es un genérico. Este puede ser desde una pequeña estructura con cubierta de plástico que ayude a proteger ligeramente las plantas del frío de la noche, hasta una estructura robusta metálica o de madera con cubierta de plástico térmico y equipada en su interior con red eléctrica, de riego, microaspersión, apertura de ventanas mecanizadas, etc. Demasiadas variables en torno a esta expresión.

¿Ventajas de cultivar en invernadero?

Un invernadero que permita la protección de un cultivo, nos ayudará a realizar semilleros antes de su fecha climatológica natural, adelantándolos y consiguiendo cosechas más precoces. También más tardía, porque en los dos casos nos permite cultivar unas semanas, cuando no meses, con condiciones de clima algo adverso.

También realizar esquejes con mayor garantía de éxito en su enraizado porque se les puede ofrecer algo más de temperatura, humedad y evitar las corrientes de aire.

Si los utilizamos para establecer bajo ellos todo el ciclo de cultivo, bien gestionados, las plantas no estarán sometidas a un estrés térmico ni hídrico, por lo que crecerán más rápido y sus cosechas serán más abundantes. Sabiendo que estas plantas deben ser igualmente cultivadas bajo las técnicas propias de cada variedad.

Por otra parte, si nos gustan las plantas de interior, nos permiten tener la posibilidad de recuperarlas cuando se deterioren un poco, he incluso cultivarlas nosotros mismos.

Invernaderos domésticos

¿Qué es lo que podemos cultivar?

Dependerá en gran medida de las características del mismo, zona geográfica de cultivo y necesidades de las especies a cultivar.

De entrada, podemos cultivar, salvo frutales y viñas, cualquier tipo de hortaliza, aromática, condimentaria y medicinal, así como plantas de interior.

Como regla básica, está el cultivar aquellas especies que vendríamos cultivando sin él, pero con la ventaja de poder tanto comenzar antes como retrasar su cultivo natural de temporada porque nos permite conseguir unos grados más con respecto a los que tenemos a temperatura ambiente.

Otro factor que nos permite dominar es la iluminación, por lo que podremos cultivar plantas que necesitan poca luz simplemente cubriendo el invernadero con una malla de sombreo o encalándolo.

Un aspecto a destacar a la hora de plantearnos tener un invernadero doméstico, es que podemos abordar proyectos personales, como cultivar colecciones de orquídeas, plantas crasas, etc., ya que podemos regular, además de la iluminación antes mencionada, la humedad relativa y la temperatura porque siempre tenemos el recurso de usar calefacción.

¿Qué plantas podemos cultivar mejor en invernadero que al aire libre?

De entrada, descartaríamos los frutales. Al margen de necesitar mucho más espacio para su desarrollo, vegetan mejor al aire libre porque el forzado del clima les cambia su ciclo, especialmente aquellos de hoja caduca que necesitan invernar.

Aunque esto no es del todo cierto. A nivel profesional se está experimentando un incremento notable en cultivos tropicales e higueras por ejemplo bajo invernadero. Pero cuando nos referimos a huertos urbanos, la realidad es diferente.

Como siempre, recalcar que el invernadero es una herramienta al servicio de la planta, por lo que mal gestionada siempre será peor que no utilizarla.

Tras esta premisa, podemos cultivar en invernadero un gran número de plantas hortícolas y ornamentales, sobre todo en épocas en el que el clima frío reinante les es adverso.

Un aspecto que se debe tener en cuenta es que todas aquellas hortícolas de clima invernal como alcachofas, habas, coliflores, etc. vegetan mejor al exterior.

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