Jardines de Monforte

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Jardines de Monforte

Valencia es conocida como la ciudad de las flores, aunque su riqueza en jardines no queda atrás. Un ejemplo de ellos son los Jardines de Monforte: Un jardín geométrico de estilo neoclásico único en esta ciudad.

En plena ciudad de Valencia (España) se encuentra este oasis de vida con una superficie de 12.597 metros cuadrados. Un jardín aislado por muros, creando en su interior un jardín para el reposo a la vez de encuentro, con la sensación estrictamente estética y naturalista.

Este jardín es el último jardín histórico-artístico del siglo XIX que queda en la ciudad de Valencia.

El origen de los Jardines de Monforte.

Los Jardines de Monforte, para “entenderlo” debemos verlo en un contexto histórico, ya que rompe con las actuales tendencias en jardinería.

En él podemos disfrutar de bellas estatuas y jarrones, relajantes fuentes ornamentales, figuras de plantas recortadas, árboles y arbustos de gran belleza y antigüedad, setos recortados y zonas de flor… sin duda, un jardín de los más bellos de la ciudad de Valencia.

Su origen se remonta a uno de los huertos existentes en la zona de extramuros de Valencia. En aquel entonces se llamaba huerto de Don José Vich, Barón de Llaurí.

En 1849 fue vendido a Juan Bautista Romero, Marqués de San Juan por 80.000 reales. Por aquel entonces y como anécdota, la peseta de 1848 era una moneda de plata equivalente a cuatro reales.

El Marqués de San Juan encargó la construcción del Jardín al arquitecto valenciano Monleón Estellés nada más adquirirlo. Al morir el Marqués, en 1872, pasó a su esposa, que lo deja en herencia a una de sus sobrinas: Josefa Sancho Cortés.

Esta, casada con Joaquín Monforte Parrés, provocó que, desde ese mismo momento, el jardín pasase a denominarse Jardín de Monforte y así se ha mantenido hasta nuestros días.

Paisaje del Jardín de Monforte

Historia reciente del Jardín de Monforte.

Conocido el origen del Jardín de Monforte, ahora nos centramos en sus diferentes fases administrativas durante estas últimas décadas.

En el año 1941 fue declarado Jardín Artístico Nacional, quedando bajo protección del Estado. Pocos años después y tras la riada de 1957, fue recuperado para la ciudad por el Ayuntamiento de Valencia.

En 1970, pasó a ser propiedad municipal y se restauró. Tan solo dos años después, en 1972, fue abierto al público tras la rehabilitación de su Palacete y del trazado artístico neoclásico del jardín. El momento coincidió con la primera edición de la Feria Iberflora y que tuvo lugar en Viveros, uno de los jardines públicos más grande de esta ciudad.

Destacar que, desde 1984, es gestionado y mantenido por la Fundación Pública Municipal de Parques y Jardines Singulares.

Estructura del Jardín de Monforte.

Como hemos avanzado, los Jardines de Monforte es considerado como el último jardín histórico-artístico del siglo XIX que queda en la ciudad de Valencia. Pero con el tiempo, ha gozado de ampliaciones y actualmente, quienes lo visitan pueden encontrar en él nueve áreas temáticas bien identificadas.

Una está asignada como área de Mantenimiento. El resto se divide en la construcción del Palacete (edificio) y zonas ajardinadas, en las que se incluyen las áreas de parterre viejo, túnel de trepadoras, parterre nuevo, la rosaleda, la zona de ampliación de 1970, el jardín romántico y la montañita.

El Palacete, recordemos que fue construido a iniciativa del propio Marqués de San Juan y fue obra del arquitecto Sebastián Monleón Estellés, actualmente se viene utilizando para realizar bodas civiles algunos días de la semana.

Este es de estilo académico francés y rococó y está concebido desde sus inicios como conjunto de una finca de recreo asociada al jardín. Jardín, por cierto, diseñado por un arquitecto (Sebastián Monleón), ya que en aquella época no existían las figuras de arquitecto paisajista, jardineros, paisajistas, etc.

Los leones rechazados por el Palacio de las Cortes

Los leones rechazados por el Palacio de las Cortes.

Como curiosidad de los Jardines de Monforte, asociado al Palacete, se encuentran dos leones rechazados por el Palacio de las Cortes o Palacio del Congreso de los Diputados.

Estos leones están labrados en piedra blanca de Colmenar y apenas miden 90 centímetros de alto y 140 de largo. Fueron esculpidos por José Bellver y Collazos para la escalinata del Congreso de los Diputados en Madrid en la década de 1850.

Estos nunca llegaron a ser colocados allí por ser demasiados pequeños, aunque hay quien dice que además de su tamaño, fueron rechazados por poco fieros, escuálidos y más parecidos a perros rabiosos que a unos verdaderos animales salvajes.

Destacar que los Leones del Congreso necesitó hasta tres intentos y estos han sido el segundo de los ensayos.

Los actuales miden 2,10 metros de alto, son de bronce, fabricados en la Fábrica de Artillería de Sevilla y el material salió de la fundición de cañones tomados a las tropas marroquíes por el general Leopoldo O’Donnell en la batalla de War-Ras de 1860.

¿Cómo es el Jardín de Monforte?

Antes de entrar en la descripción del Jardín de Monforte, debemos tener en cuenta sus dos siglos de antigüedad y la evolución social que ha intervenido en él.

Es por ello que, al analizarlo vemos que actualmente cuenta con dos áreas, que, si bien se encuentran muy integradas entre sí, obedecen a dos estilos muy diferentes, propios de las corrientes paisajísticas del momento en el que creo a finales del siglo XIX y del más reciente, desde finales del XX a día de hoy.

El estilo neoclásico del Jardín de Monforte.

El área de estilo neoclásico del Jardín de Monforte corresponde a la esencia de su estado inicial. También es cierto que durante estos dos siglos ha venido experimentando actualizaciones, si bien siempre se ha tenido en cuenta su origen como referencia.

En este contexto, el Jardín de Monforte es geométrico, de estilo neoclásico y está en contacto con el Palacete.

Contiene 33 esculturas italianas de mármol, abundancia de estanques y surtidores, con caminos rectilíneos, setos recortados… en el que se deja claro una idea inicial del jardín.

Su organización geométrica permite el dominio y control total del espacio por el ser humano, con la finalidad de racionalizar caminos y jardineras, optimizando circulaciones, riego y exposición de plantas.

Todo contribuye a acrecentar la sensación de espacio ordenado y dominado: los vegetales se quedan con la forma que les da el jardinero al recortar.

Los trazados geométricos, en la jardinería antigua, también tenían una función sagrada, ya que el cruce de dos caminos perpendiculares simbolizaba las cuatro direcciones que descubrían el mundo y los cuatro ríos del Paraíso.

El estilo naturalista y paisajista del Jardín de Monforte

El estilo naturalista y paisajista del Jardín de Monforte.

En contraste con el estilo neoclásico anterior, nos adentramos, dentro del mismo jardín global, con otro de carácter naturalista, paisajista y claramente romántico. Donde su aspecto más selvático predomina de forma clara.

La transición entre el jardín geométrico y el romántico se realiza de forma suave e imperceptible, percibiendo las diferencias y complementariedad con total normalidad.

En él, además, destacan los grandes ejemplares de magnolios, laureles y ginkgos. En su conjunto, un jardín naturalista, más informal, inspirado en el romanticismo, con caminos curvilíneos sinuosos, setos voluminosos, un gran estanque y una montañita artificial, coronada con un mirador llamado Belvedere, está tapizada de vegetación exuberante con pinos y sotobosque, que alberga una gruta en la parte inferior.

Un esquema naturalista donde se pretende imitar y perfeccionar la naturaleza para que resulte atractiva y sugerente a las personas que lo visitan.

Concluyendo, quien visite la ciudad de Valencia, entre las visitas obligadas, no olviden incluir este jardín histórico-artístico del siglo XIX.

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