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La Morera y los gusanos de seda

Gusanos de seda 2

La Morera y los gusanos de seda forman un binomio muy profesional y divertido a la vez. Profesional para la industria de la seda. Y divertido para muchos niños… y no tan niños. En esta ocasión hablaremos de la Morera y los gusanos de seda desde el punto de vista del divertimiento, donde aclaramos de entrada que en realidad no es un gusano, sino una simple oruga como parte del desarrollo por el que pasa la vida del insecto. Pero como popularmente se le conoce así… así le denominaremos a partir de ahora: gusano de seda.
Inculcada esta cultura desde hace muchos años desde los colegios, es una forma cultural e interactiva de como conocer de cerca la metamorfosis de ciertos insectos, exactamente los lepidópteros.

Ya centrados en ello, por una parte tenemos a la planta: Morus alba, más conocida como Morera, originaria de Asia occidental y perteneciente a la familia de las Moráceas. Y por otra al insecto: Bombyx mori, el popular gusano de seda, realmente oruga, perteneciente a la familia Bombycidae y originario del norte de Asia.

El gusano de seda es considerada el animal que más come del reino animal con respecto a su tamaño y tiempo de vida, esto es debido a que durante su letargo en el capullo, sueños de muda y etapa adulta no se alimentan y además tienen que dejar las reservas suficientes a su prole para que sobreviva en el huevo.

Partiendo del huevo, en el momento de la eclosión, las larvas miden unos tres milímetros de largo y son de color gris. Ya desde el primer momento cuentan en anillo del cuerpo especial con una trompa de seda o hilera, que utilizan apenas nacidas para suspenderse y alejarse de los restos del huevo.

A los 6 días experimentan una primera metamorfosis, suspendiéndose por un hilo de seda para rasgar su piel, de la que sale al cabo de unas 24 horas. Tras cuatro de estas metamorfosis, la larva alcanza sobre los ocho centímetros de longitud, y los 12 anillos en los que está estructurada son claramente visibles. Y al cabo de alrededor de un mes, la oruga busca un lugar seco y aislado, en donde fabricará el capullo para la fase de pupa, éste puede ser de color blanco, amarillo o incluso naranja.

La larva emplea el almidón de las hojas de morera que ha consumido, transformado en dextrina por su metabolismo, para producir el hilo de seda. El aparato destinado a este efecto está compuesto por dos glándulas ubicadas debajo del tracto digestivo, cuyos conductos van a dar a la hilera situada en el undécimo anillo. El material, líquido en el interior del cuerpo, se solidifica en contacto con el aire. Girando sobre sí misma, fabrica alrededor de su cuerpo durante unos cuatro días, una envoltura oval (el capullo) formada por un único hilo de hasta 900 metros de largo. Dentro del capullo mudarán dos veces más. Tras estas mudas, el color de la oruga aparecerá ‘sucio’ y su piel arrugada y algo húmeda que se secará y alisará transcurridas unas horas.

Al eclosionar de la crisálida, tras unos veinte días en condiciones normales, la mariposa rompe el capullo con una secreción ácida que separa los hilos de seda y sale al exterior. La mariposa vivirá de 3 a 7 días y no se alimentará, tan sólo buscará pareja para que las hembras puedan efectuar una puesta. Los machos son de un tamaño ligeramente menor, abdómenes más estilizados y alas más grandes se mueven mucho más que las hembras.

Estas mariposas miden unos tres centímetros de envergadura de alas, son de color blanquecino o gris pálido, con marcas amarillentas en las alas y antenas plumosas de color negruzco. Tras el apareamiento, las hembras comienzan la puesta de unos 400 huevos en las ramas y hojas de la morera y mueren poco después. Estos huevos serán pegados mediante un potente adhesivo.

Estos huevos tienen entre 1 y 1,5 milímetros de largo. Su cáscara es una membrana de materia quitinosa, que vira del amarillo claro al gris pizarra y finalmente a un tono violáceo o verdoso. Los huevos sin fecundar se distinguen inmediatamente por mantener la coloración amarillenta. En climas fríos, la eclosión no se produce hasta haber pasado el invierno, según la temperatura ambiental y por lo tanto coincidiendo con la brotación de la Morera.

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