Selva de Irati

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La Selva de Irati se encuentra en su mayor parte en la zona norte de Navarra, en una cuenca rodeada por montañas, ubicada en gran parte en los valles pirenaicos de Aezkoa y Salazar. 17.195 Hectáreas de preciosa naturaleza que desde la antigüedad ha tenido un aprovechamiento ganadero, forestal y cinegético.

Actualmente, la Selva de Irati es considerada como uno de los mayores hayedos y abetales de Europa (un bosque joven con menos de 12.000 años) con un gran valor tanto natural como ecológico, constituyendo un gran atractivo naturalístico durante todo el año ya que encontraremos sin duda motivos para visitarlo: Todo un abanico de verdes de hoja en primavera, sus preciosos pastos del ganado en verano, la extraordinaria policromía de otoño… o el blanco de sus nieves en ocasiones y su peculiar silencio invernal.

Para disfrutar de la Selva de Irati existen numerosas posibilidades de paseos y travesías a pie o en BTT, así como ascensiones montañeras, actividades invernales sobre nieve, etc. Existiendo una red de 16 senderos elegidos con esmero y perfectamente balizados.

Si bien es cierto que la ganadería fue una importante actividad en la Selva de Irati (en Salazar llegó a haber más de 40.000 ovejas rasas), aun hoy en día tiene su importancia. La oveja latxa, la rasa, las vacas pirenaicas, las yeguas burguetanas… aun pueden verse pastar por estas tierras. Incluso destacan las excepcionales características de los pastos de altura, catalogados como Lugares de Interés Comunitario (LIC).

Pies de Hayas en Irati

También la explotación maderera de Irati es relativamente importante y se realiza en base a planes de ordenación forestal, siendo una importante fuente de ingresos para Aezkoa y Salazar. Hoy en día, los bosques comunales son aprovechados por los vecinos para adquirir lotes de leña para el hogar y productos naturales. Antiguamente se aprovechaban además los árboles para la construcción y las bellotas y hojas para el ganado o producción de carbón vegetal.

Como anécdota, desde el siglo XVIII, las Marinas española y francesa se fijaron en estos bosques por la calidad de sus abetos y hayas para la construcción de sus barcos. La lógica dificultad del transporte se solventó en su día con almadías, balsas hechas con troncos llevadas por los ríos. Más tarde, a principios del siglo XX, las empresas privadas introdujeron la técnica de barranqueadores con troncos sueltos, y después el transporte aéreo con cables. En la actualidad, las carreteras y pistas forestales han resuelto este problema.

En cuanto a la caza y pesca, usos tradicionales en Irati, la paloma, la becada, jabalíes, corzos, ciervos… y en el caso de la pesca la trucha, conforman principalmente el catálogo cinegético. Actualmente existen puestos palomeros en seis zonas de la Selva de Irati para la caza de la paloma y la becada, siendo sometidos a subasta para permitir pequeños ingresos en los Valles. Para el resto de caza y pesca, está reglamentado con cotos y acotados. Recordemos que antiguamente estas actividades eran de primera necesidad, dado que complementaban la escasa dieta de los habitantes.

Selva de Irati

Entre todos sus atractivos se encuentra evidentemente la flora. Si bien inicialmente el árbol mayoritario parece que fue el roble (aún quedan bellos ejemplares solitarios) y debido a la explotación maderera que ha reducido notablemente la extensión del abetal, actualmente es el haya la especie más abundante. Otras especies a destacar aunque de forma más reducida es el serbal, el arce, el sauce, el tilo, el olmo de montaña, el avellano, el acebo, el espino, el enebro o el patxaran, los helechos, los líquenes y los musgos.

Y como fauna salvaje, en la Selva de Irati podemos encontrarnos numerosos animales, grandes y pequeños. Los ciervos, los jabalíes, los corzos, el gato montés, el turón, la comadreja, la marta, el zorro, el tejón, y numerosas aves completan este grupo de habitantes que por su cautela pasan en la mayoría de veces de forma desapercibida.

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1 COMENTARIO

  1. Maravillosos los árboles, las fotos son extraordinarias, buscaba el entorno de un refugio de Hadas y lo he encontrado. los pies de las hayas son adecuados para el cuento, así como como la distancia entre si de slos árboles, estoy seguro de que el paraje guarda su magia.
    Saludos. Alfonso.

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