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sábado, 26 abril, 2025

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El trasplante de los Ficus

El trasplante de los Ficus debe realizarse a una maceta mayor para adecuar la parte radicular a la parte de su follaje. El trabajo de transplante puede realizarse desde cada año a cada dos o tres años, según el vigor de la planta y tipo de ésta.

Para el trasplante de los Ficus, el recipiente elegido debe ser sólo un poco superior al que ya posee. Como referencia podemos tomar que la maceta actual quepa en el interior de la nueva, sobrando entre dos y cuatro dedos alrededor entre las dos macetas.

Así conseguiremos que las raíces nuevas aprovechen al máximo el nuevo sustrato durante el tiempo que va a permanecer en esta nueva maceta.

Las fechas más indicadas para el trasplante de los Ficus es durante la primavera y verano, cuando la planta está en un ambiente de buena temperatura. En cuanto el sustrato ideal, este se puede encontrar en los centros especializados, funcionando perfectamente un “sustrato universal” o “sustrato especial plantas de interior”.

Tras adquirir un ejemplar de Ficus Benjamina, Ficus robusta, etc. en nuestra tienda especializada, lo primero que hacemos es ubicarlo en el lugar donde teníamos previsto disfrutar de su elegancia ornamental. A partir de ese mismo instante, este ficus pasa a formar parte del hogar y como ser vivo que es… de nosotros mismos al igual que sucede con un animal de compañía.

Lo normal es que el Ficus pueda permanecer en su maceta durante varios meses sin necesidad de un cambio urgente, ya que éste se comercializa en el momento ideal para ser disfrutado sin necesidad de precauciones especiales salvo los riegos y abonados oportunos. Pero por su vigorosa naturaleza, a los pocos meses quizá nos ‘pida’ un cambio de maceta donde pueda continuar creciendo. Debemos saber que tanto sus raíces como su parte foliar, deben ir desarrollándose de manera proporcionada.

A partir de aquí existen principalmente dos opciones sobre el trasplante de los Ficus. La primera trasplantarlo al jardín de la casa (plantarlo al exterior) y la segunda pasarlo otra maceta mayor con el fin de que tenga más sustrato donde desarrollar sus raíces. También se puede dar el caso de que queramos transplantarlo simplemente a otra maceta más decorativa. Para cada uno de estos casos y sus posibles variantes, pasamos a describir las distintas metodologías a seguir.

Trasplante a una maceta mayor

Es mejor proceder al transplante de maceta al comienzo de la primavera. Por lo general, durante el invierno, el Ficus suele mantenerse en reposo vegetativo y agradecerá tierra nueva a principios de primavera, cuando comience a echar nuevas hojas y por lo tanto a emitir nuevas raíces para alimentarse bien. Por lo tanto, los meses de marzo y abril pueden considerarse los mejores para el trasplante de los Ficus.

También puede realizarse en plena primavera o incluso a lo largo de todo el verano. Sin embargo es contraproducente realizarlo a final del otoño y menos aún en pleno invierno ya que la planta baja su actividad vegetativa al máximo y cuanto menos ‘los molestemos’ mejor.

La metodología de transplante es la siguiente: como norma, la nueva maceta no debe ser excesivamente mayor que la que tiene. Esta nueva maceta debe poseer los agujeros de drenaje descubiertos, salvo en el caso de que se trate de una hidrojardinera, que en cuyo caso, este aspecto carece de sentido.

Primero cogemos la nueva maceta y le introducimos una pequeña capa del nuevo sustrato. Esta capa debe tener un espesor que al colocar el Ficus dentro, el nuevo nivel de la superficie del sustrato en la nueva maceta, debe ser igual al que tenía en la anterior. El Ficus no debe estar más enterrado que antes y en caso de estarlo, no más de dos o tres centímetros.

Puesta la base del nuevo sustrato, colocamos el Ficus en el medio sin su maceta que se ha de retirar con cuidado para no dañar las raíces. Centrado el cepellón en la nueva maceta, incorporamos el sustrato por los lados de forma uniforme, ayudándonos con las manos si es necesario para que este penetre entre las paredes del cepellón y la de la nueva maceta. Debemos evitar en lo posible forzar la entrada de sustrato ya que este debe quedar más bien esponjoso para que las raíces encuentren humedad y también aire.

Tras el transplante, procederemos al riego para que todo el sustrato se humedezca por igual. Como el nuevo ya va enriquecido con fertilizantes, no debemos comenzar los abonados hasta pasados por lo menos 30 días.

Si después de varios riegos apreciamos que el nivel del nuevo sustrato ha bajado ligeramente, podemos añadir un poco más del mismo.

Trasplante de los Ficus a una maceta más decorativa

Si el Ficus no necesita otra maceta mayor, sino que lo único que buscamos es cambiársela sólo por un motivo estético, podemos elegir la nueva maceta deseada pero de un tamaño ligeramente mayor al que posee, para introducir simplemente la que lleva, en el interior de esta nueva.

Debe ser ligeramente mayor para evitar por una parte que la planta quede suelta en el interior de la nueva maceta, y por otra que el Ficus no quede excesivamente introducido en la nueva maceta y favorecer así la aireación a nivel de tierra y evitar posibles caídas de hojas locales por causa de una falta de ventilación.

La nueva maceta debe tener agujeros de drenaje para evitar que la acumulación de agua tras los riegos provoque una pudrición de las raíces. Si no los tuviese, debemos eliminar el exceso de agua acumulada en la base cuando esta se produzca, simplemente vaciándola pasados unos minutos después de cada riego.

Si lo que deseamos es cambiar a una maceta sin conservar la que el Ficus posee, en este caso deberemos adquirir la nueva maceta o jardinera de un tamaño algo mayor. El mínimo recomendable es el que colocando la antigua en el interior de la nueva, queden de tres a cinco centímetros de holgura entre ambas.

En este caso, deberemos adquirir un sustrato especial para plantas de interior que se comercializa normalmente en los centros especializados. Como necesitamos poco sustrato ya que no hay mucho espacio entre el volumen de cepellón del Ficus y el volumen de la nueva maceta, podemos recurrir a la compra de envases de sustratos pequeños o medios.

En cuanto a la metodología a seguir es la misma que en el caso del trasplante normal. Eso sí, es importante asegurarse de que la nueva maceta posea los pertinentes orificios de drenaje en el caso de no tratarse de una hidrojardinera.

Trasplante del Ficus al jardín

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, tanto el Ficus benjamina como el Ficus robusta, pueden crecer perfectamente al exterior, siempre y cuando las condiciones climáticas donde se encuentre sean benignas.

Nos referimos principalmente a un clima que goce de inviernos suaves en el que las temperaturas, sobre todo las nocturnas, no se establezcan por debajo de los 2 ó 3 grados centígrados.

Cuando queramos disfrutar de un Ficus al exterior, dispondremos siempre de dos opciones, tenerlo enmacetado en un lugar apropiado en la terraza o jardín, o plantarlo en el suelo, con lo que se comportará como un árbol tal y como lo solemos entender.

En el primer caso, la metodología a seguir es la misma que la empleada en el caso del transplante a una maceta mayor. La diferencia en este caso es que la maceta a utilizar en el transplante corresponde por lo general a tamaños mayores de los habituales.

En el caso de que la exposición sea a pleno sol, son recomendables los macetones de barro o de plásticos de buena capa y preparados tanto para soportar el desgaste del sol, como para proteger a las raíces del calor excesivo que produce el sol al incidir de forma fuerte y prolongada sobre las paredes de dichos recipientes.

El motivo para elegir un tamaño mayor, corresponde a obtener una mejor estabilidad como respuesta a posibles vientos y a proporcionarle al Ficus una mayor cantidad de sustrato para que disponga de más reserva de agua y volumen donde desarrollar su sistema de raíces.

En cuanto al segundo caso, la metodología a utilizar es muy distinta. Lo primero será elegir el lugar en el jardín donde deseemos que esté. En este caso tendremos en cuenta que el Ficus se desarrollará en el tiempo notablemente y tendremos que tener presente que exista el adecuado espacio entre este lugar de plantación y la casa, piscina, etc. Para el caso del Ficus benjamina podemos tener presente que su altura en el tiempo se estabilizará sobre los 4 ó 5 metros de altura y unos 3 ó 4 metros de diámetro.

También tenemos que tener en cuenta el que la zona sea una de las más iluminadas de forma natural y a ser posible de las más cálidas. Recordemos que son plantas que prefieren temperaturas y ambientes agradables.

En el caso del Ficus benjamina no tanto, pero en el del Ficus elastica, debemos tener la precaución de elegir lugares que lo resguarden de posibles vientos fuertes ya que sus ramas no suelen ser muy robustas (leñosas) y vientos fuertes pueden romperlas con facilidad. Más aún cuanto más grandes son, dejando a la planta en un estado ornamental nada deseable. También cabe destacar que con el tiempo, ella misma tiene la capacidad de restablecer su aspecto estético.

Elegido el lugar, realizaremos un hoyo de dimensiones algo mayores al tamaño que requeriríamos en el caso de una maceta de transplante. Si es el doble no habrá ningún problema e incluso es deseable.

A la tierra desalojada le añadiremos un porcentaje del orden del 10 al 30% de sustrato preparado comercial, este caso de «tierra de exterior», para mezclarla. El porcentaje aportado variará en función de la calidad de la tierra del jardín, siendo mayor la tierra aportada en función de la peor calidad de la tierra original.

Una vez hecho el agujero de la plantación, recomendamos llenarlo de agua para que esta humedezca la mayor zona posible alrededor del hoyo. Una vez desaparecida el agua, procedemos a la incorporación de una capa de la tierra ya mezclada en la base del agujero. Esta capa debe ser tan gruesa como para que una vez dejada la planta en su interior, el nivel de la maceta original quede a unos 3 ó 5 centímetros por debajo del nuevo nivel que va a tener.

Ya incorporada esta capa de tierra, se retirará la maceta original del Ficus y se introduce este en el interior del hoyo, procurando que quede lo más céntrica posible. A partir de aquí, se rellenará con el resto de la tierra mezclada los laterales hasta que la planta quede completamente fijada al terreno, sin apretar excesivamente la tierra de alrededor del cepellón original.

Tras la plantación y nivelado con la mezcla de tierra el nivel que ahora posee el terreno, se puede pasar a realizar un pequeño montículo de tierra alrededor de la base de la planta para favorecer que el agua de riego que echemos se concentre en esta zona. Así realizaremos un par de riegos consecutivos tras la plantación y a partir de aquí tantos como las otras plantas del jardín lo necesiten.

En cuanto a las fechas de plantación, estas también guardan relación con los casos anteriores; desde finales de invierno como muy pronto hasta principios de otoño como muy tarde. Es importante saber que estos Ficus pueden tardar un año en trasmitir su verdadero vigor. Es muy normal que el primer año no crezcan mucho, y en cambio, a partir del segundo, muestran un crecimiento y vigor que nos hará sentirnos satisfechos de nuestro trabajo.

También es importante saber que el vigor y por lo tanto crecimiento del Ficus, siempre puede ser controlado mediante podas de formación que son tratadas en otro capítulo específico.

Plagas y enfermedades del tulipán

Las plagas y enfermedades del tulipán sólo las podemos encontrar cuando las cultivamos en maceta o en el jardín y prácticamente nunca cuando disfrutamos de esta flor en jarrón. Podemos decir que el Tulipán es una planta con pocos problemas.

Aun así, en el jardín las plagas del tulipán que podemos encontrar se centran principalmente en pulgones y babosas y caracoles básicamente.

Los pulgones (Dysaphis tulipae, Myzus persicae, Aphis fabae…) aparecen en las plantas durante su vegetación dañando el brote de la planta y deformándolo. Podemos controlarlos mediante tratamientos con insecticidas sistémicos para poder llegar a ellos sin la necesidad de impregnarlos con el producto directamente.

Los caracoles y babosas son fáciles de detectar ya que además de sus mordeduras suelen dejar un rastro de sus babas fácilmente visible. Su tratamiento es mediante granulado en cebo especialmente fabricados para esta plaga.

Respecto a las enfermedades del tulipán, se pueden destacar dos, el fuego del tulipán y la fusariosis.

El fuego del tulipán (Botrytis tulipae) es una enfermedad muy frecuente y ataca a todos los órganos de la planta. Su desarrollo se ve favorecido por humedades relativas altas. Su control puede realizarse mediante tratamientos con materias activas a base de Captan o Diclofluanida.

Y la fusariosis (Fusarium oxysporum) también es una enfermedad bastante frecuente y la infección se produce con más frecuencia a finales del período vegetativo. Los síntomas se manifiestan en los bulbos como una podredumbre seca en la base o del corazón. Se puede controlar mediante tratamientos con materias activas a base de Benomilo, Procloraz, etc. a las dosis recomendadas por el fabricante.

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El tulipán

El tulipán es una planta que emite una bella flor. Como planta se utiliza tanto como flor cortada, como planta en maceta e incluso como planta de jardín naturalizada.

Parque Natural de Peñalara

El Parque Natural de Peñalara está situado en el término municipal de Rascafría y ocupa las cotas más elevadas de la Sierra de Guadarrama. La altitud del Parque se sitúa entre 1.640 y 2.428 metros sobre el nivel del mar.

La cumbre, circo y lagunas de Peñalara fueron declarados Parque Natural con la Ley 6/1990 de la Comunidad de Madrid, que además reconocía sus valores naturales únicos en la Sierra de Guadarrama.

En el Macizo de Peñalara nos encontramos con una serie de humedales, de origen ligado a la actividad glaciar de los últimos hielos, de gran interés y valor ecológico. Destaca la Laguna Grande de Peñalara ubicada a 2.019 m de altitud en el circo del mismo nombre, la Laguna de Claveles y la Laguna de Los Pájaros, además de otros Humedales repartidos por toda la extensión del Parque Natural de Peñalara, generalmente charcas de pequeño tamaño y prados encharcadizos o higroturbosos, se suelen agrupar en ciertas zonas como la Laguna Chica y el Humedal del Operante.

Entre los aspectos más relevantes que caracterizan este espacio natural destaca un extraordinario conjunto geomorfológico de origen glaciar, así como sus 343 plantas vasculares y 200 especies de líquenes, de los que muchos de ellos son considerados raros, endémicos o amenazados.

Parque Natural de Peñalara en primavera

En el Parque Natural de Peñalara y su entorno pueden reconocerse distintas unidades de vegetación que se suceden en el intervalo altitudinal del valle conforme varían las condiciones ambientales, principalmente la temperatura y las precipitaciones. Estas grandes unidades de vegetación se corresponden con las comunidades características de la Sierra de Guadarrama, dentro de la unidad biogeográfica que forma el Sistema Central.

La vegetación del valle de El Paular está constituida por melojares (robledales de Quercus pyrenaica), pinares de pino albar (Pinus sylvestris), piornales de piorno serrano (Cytisus oromediterraneus), enebrales de enebro rastrero (Juniperus communis subsp. alpina) y en las zonas más elevadas pastizales vivaces dominados por la graminea Festuca curvifolia (Joragales).

Además, en el Parque Natural de Peñalara y su entorno se pueden observar otras comunidades vegetales condicionadas por las características del suelo donde se asientan. Entre ellas podemos destacar las fresnedas (Fraxinus angustifolia), que se desarrollan en las zonas de fondo deL valle, las saucedas de sauce negro (Salix atrocinerea) que ocupan las riberas de los arroyos, y las saucedas salvifolias (varias especies de sauces) que crecen en el margen del río Lozoya.

Parque Natural de Peñalara

En cuanto a su fauna, el Parque Natural de Peñalara es una de las áreas de montaña europeas con mayor biodiversidad de anfibios. En el Parque viven 10 especies de anfibios, de las cuales 7 están incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Las poblaciones de corzo (Capreolus capreolus) del Valle de El Paular y en general las de toda la Sierra de Guadarrama, se han mostrado como una de las más singulares de la Península Ibérica. Diversas poblaciones de reptiles y mariposas y la importante colonia de Buitre Negro, pasando por diversos mamíferos e innumerables invertebrados, completan las muchas especies de fauna que se pueden encontrar en este espacio protegido y su entorno.

El macizo de Peñalara es un lugar emblemático en la historia del montañismo, donde se han formado gran parte de los mejores alpinistas y escaladores del centro peninsular. Sus roquedos albergan unos 150 itinerarios o vías de escalada, además de numerosas canales y cascadas de hielo para la práctica del alpinismo invernal.

En un contexto más amplio, el Valle de el El Paular cuenta con un excelente patrimonio historico-artístico, en el que destaca el conjunto arquitectónico del Monasterio de El Paular.

Plantación debajo de los árboles

En ocasiones tenemos dudas sobre qué plantas podemos poner debajo de los árboles. La respuesta es complicada ya que dependerá de multitud de factores, entre ellos las características del árbol en concreto, tipo de suelo, climatología, etc.

Pero como consejo general, a la hora de abordar una plantación debajo de los árboles debemos de tener en cuenta los siguientes aspectos:

Los árboles tienden a extender sus raíces por toda la zona que ocupa su copa, normalmente concentradas en una profundidad que oscila entre los 10 y 40 centímetros. Por ello la esquilman de humedad y nutrientes, dificultando que crezcan con normalidad otras especies.

A ello hay que sumar la sombra que emiten, más los restos de sus hojas que caen alterando las condiciones de cultivo. Con respecto a la sombra, de entrada evitaremos plantar especies que requieran una gran luminosidad como las Margaritas, el Hibiscus rosasinensis, etc.

Por otro lado, lo intentaremos con aquellas que necesiten la misma cantidad de agua que el árbol, porque si las regamos demasiado, un árbol que no precise grandes cantidades de agua podría resentirse.

Salvo especies de árboles como el Eucaliptus, Pinos, Tilo, Aligustre, Laurel… que complican notablemente la vida de otras especies bajo sus copas, tenemos bastantes opciones.

Un ejemplo de ellas son plantas tapizantes como las Hiedras, plantas cubre suelos como Polygonum capitatum, los recurridos Helechos, el Galanthus nivalis, la Vinca minor, el Cissus, las Clivias, el Esparragus plumoso, etc.

Para mejorar el éxito de la plantación debajo de árboles debemos optimizar el terreno aportando una buena cantidad de sustrato de plantación. Lo extenderemos sobre la zona a trabajar y la removeremos hasta obtener un suelo bien mullido.

Después procederemos a la plantación de las especies elegidas. En este caso, si elegimos plantas que requieren un pH ácido, debemos de aportar un extra de sustrato para plantas acidófilas en aquellos puntos de plantación para mejorar su desarrollo radicular.

Desde un punto de vista ornamental, plantaremos las especies de porte más alto en las zonas más cercanas al tronco del árbol, colocando las más bajas o rastreras conforme nos alejamos del mismo.

Tras la plantación, las regaremos abundantemente y procuraremos cuidar el riego en lo sucesivo ya que la humedad por capilaridad, será recogida por las raíces del árbol y no les llegará en la cantidad suficiente.

Por último, podemos aportarle una capa de corteza de pino u otro tipo de mulching para mejorar la retención de agua y evitar en gran medida la salida de malas hierbas.

Y recordemos que si el árbol es de hoja caduca, cuando llegan los fríos y su caída, debemos limpiar el suelo de sus hojas ya que con la humedad pueden crear focos de enfermedad a las plantas que se encuentran bajo él.

Musgo japonés o Cladophora aegagropila

Su nombre científico es Cladophora aegagropila y pertenece a la familia de las Cladophoráceas. Popularmente también se le conoce con nombres como Bola cladophora, Bola, Musgo japonés en bola o «Marimo» y en inglés Marimo ball. Es una planta que crece en grupos y que normalmente está sumergida.

El Musgo japonés o Cladophora aegagropila se reproduce industrialmente en cautividad para su uso en la acuariofilia. Descubierta en Austria en 1824, se le puede encontrar en numerosos países como Japón, Gran Bretaña y norte de Europa.

Actualmente este musgo se encuentra protegido en algunos países, como por ejemplo Japón (declarada esta planta tesoro natural en 1921) e Islandia, por haber estado en peligro de extinción. Sin embargo, su mantenimiento en acuario es realmente fácil.

Como curiosidad, en el Lago Akan en Japón estas plantas emergen durante el día y se sumergen durante la noche, como consecuencia del oxígeno que producen, que las hacen más ligeras que el agua por lo que llegan a la superficie.

Se trata de un musgo que en contacto total con el agua forma una bola esférica y muy densa que puede llegar a medir hasta 30 centímetros de diámetro, quedando huecas las de mayor diámetro. Esta característica le permite desplazarse «rodando» por el fondo o bien flotar en la superficie. En los acuarios y estanques, para evitarlo, podemos asegurarla a una roca, tronco u otras plantas acuáticas con hilos o gomas de plástico.

El Musgo japonés o Cladophora aegagropila necesita una iluminación de tipo media a alta para su crecimiento. Este aspecto es interesante en acuarios, en los que si deseamos que lo haga deberemos instalar una buena iluminación.

Aunque considerada una planta acuática, no es necesario proporcionarle ningún sustrato puesto que no se asienta sobre él de forma permanente.

También como curiosidad, el Musgo japonés o Cladophora aegagropila ayuda a eliminar las algas del acuario, ya que se alimenta de los nutrientes que requieren estas últimas para sobrevivir. Al final, es la única alga que se mantiene en el acuario como planta. Y se puede mantener con peces e invertebrados, ya que la respetan y no la toman como alimento.

El Musgo japonés o Cladophora aegagropila se multiplica fácilmente. Una forma es dividirla y obtendremos nuevos ejemplares en poco tiempo. Y otra frotándola sobre superficies ásperas como troncos, piedras… ya que los trocitos desprendidos darán lugar a nuevas plantas.

La calidad de agua preferida es de pH neutro a ligeramente alcalino (6,8 a 7,5) y la temperatura de esta entre los 20 a 28ºC.

Trasplante de Bonsáis en verano

Los Bonsáis son plantas de gran porte, arbustos y árboles principalmente, que mediante determinadas técnicas culturales como son las podas y los pinzados se consigue que su parte aérea sea reducida y compacta.

En cuanto a su sistema radicular, también se trabaja prácticamente cada año, dejando las raíces más gruesas como medio de anclaje y sujeción de la planta… y estimulando la emisión de raíces pequeñas que son en realidad las responsables de la captación de agua y nutrientes del suelo.

Es fundamental que esta capa de finas raíces esté sana y se renueve con cierta periodicidad ya que en el tiempo, estas pierden su función activa en la nutrición para pasar a formar parte de fijación física de la planta.

Cómo árboles o arbustos que son en su mayoría los bonsáis, debemos tener la precaución de elegir correctamente el momento adecuado para su trasplante. Este trasplante no tiene que ser necesariamente a una tarrina mayor, casi siempre es sobre una igual o similar a la que tiene en esos momentos ya que el objetivo de esta técnica es la renovación de sus sistema radicular.

En esta ocasión hablaremos del trasplante de bonsáis en verano. Como término genérico, hacemos hincapié en aspectos generales ya que cada especie tiene sus particularidades.

El trasplante de bonsáis en verano está indicado para las especies tropicales y subtropicales puesto que necesitan más temperatura para crecer. Un ejemplo de ellas son los Ficus, el Aligustre, la Carmona… la mayoría de las especies son árboles de hoja perenne.

Para el trasplante, dejaremos primero que los bonsáis desarrollen un poco más su sistema foliar, que se espiguen ligeramente. Con ello conseguiremos que se robustezcan notablemente.

Durante el trasplante recortaremos el perímetro de sus raíces. Aquí no hay una medida estándar (un 20, 30% por ejemplo), sino que cada planta, incluso siendo de la misma especie, tiene su particularidad.

Salvo que queramos aprovechar la ocasión para trabajar la estética de su tronco y raíces principales, recortaremos todo el perímetro del cepellón unos centímetros. Aprovecharemos para limpiar la parte superior del cepellón si vemos que tiene acumulada muchas sales por malos riegos.

Una vez podadas sus raíces, procederemos a podar también sus ramas, eliminar gran parte de sus hojas e incluso, eliminarlas por completo.

Con ello, conseguiremos varias cosas. Una es restablecer el equilibrio entre la parte aérea y radicular, evitando desequilibrios producidos por deshidratación ya que la planta traspiraría más que humedad puede recuperar del suelo. Otra es sanear la parte aérea eliminando hojas y ramas mal orientadas y dañadas. Y otra es conseguir que las nuevas hojas crezcan con un tamaño más reducido y así más proporcionado al aspecto total del bonsái.

Según las características del bonsái, pondremos en el interior de la tarrina una fina capa de drenaje, unas rejillas sobre los agujeros de la misma para evitar la salida del sustrato… y procederemos al trasplante propiamente dicho. Para ello utilizaremos un sustrato especial para Bonsáis.

Pondremos una fina capa en la base, rellenaremos el perímetro y parte superior si hemos rebajado el cepellón por esta zona.

Durante los primeros días o semanas, evitaremos exponer nuestro Bonsái a temperaturas extremas y sol directo, cuidaremos el riego para que no le falte humedad… y con estos cuidados lo veremos brotar con mucho más vigor que lo hacía anteriormente.

Engorde de frutos hortofrutícolas

Hemos plantado nuestras frutas y hortalizas, las hemos ido regando, limpiado de hierbas, abonado… pero ¿qué podemos hacer más por el engorde de frutos hortofrutícolas?

Pues para conseguir el engorde de frutos hortofrutícolas (Tomate, Pimiento, Pepino, Calabacín, Judía, Melón, Sandía, Berenjena, Fresón, Frutales, Cítricos, Olivo, Vid, cultivos tropicales…) existen fertilizantes especializados para ello.

Entre ellos está el Engormax, fabricado por la firma JISA. Se trata de una mezcla sólida soluble de elementos nutricionales junto con extracto puro de algas (Ascophyllium Nodosum), ácido fólico, aminoácidos (cisterna, lisina, glicina, etc.), actuando como bioestimulante en los procesos de actividad enzimática de las plantas, favoreciendo la síntesis de proteínas y de carbohidratos. En su conjunto intervienen directamente en el engorde y rellenado de frutos.

Y es que el engorde de frutos hortofrutícolas debe de ir acompañado no sólo de calibre sino además que sea más compacto (mejor rellenado), por consiguiente de más peso y con ello una mayor productividad.

En este caso, el aporte de Engormax para el engorde de frutos hortofruticas puede ser vía foliar aprovechando otros tratamientos fitosanitarios o bien vía radicular mediante el agua de riego. Los momentos más idóneos de aplicación son al inicio de engorde y rellenado de frutos.

En cuanto a su dosis de aplicación, hay que ser muy estrictos con la dosis recomendada por el fabricante ya que aplicar más de lo recomendado es tirar el dinero ya que no se mejoran sus resultados. Si se aplica vía foliar (tratamiento sobre las hojas) la dosis está entre 250 y 300 gramos por cada 100 litros de agua (de 2,5 a 3 gramos por litro), y si es en riego, la dosis es de 4 a 5 kilos por hectárea (de 4 a 5 gramos por cada 10 metros cuadrados).

Más información sobre el producto para engorde de frutos hortofrutícolas Engormax: www.jisa.es

Pinotage

Pinotage es una variedad de uva tinta fruto de un cruce entre la Pinot Noir y la Cinsault (llamada Hermitage en Sudáfrica). Es la variedad propia de Sudáfrica.

Rudbeckia fulgida

Su nombre científico o latino es Rudbeckia fulgida aunque se le llama de forma común simplemente Rudbeckia. Pertenece a la familia de las Asteráceas y esta especie es originaria del Suroeste de Norteamérica.

Echium wildpretii, el Tajinaste rojo

Entre las especies de flora autóctona de las Islas Canarias (España) se encuentra el Echium wildpretii, el Tajinaste rojo, perteneciente al grupo de especies arbustivas sin ramificar y dentro la familia de las Boragináceas. También se le conoce como orgullo de Tenerife o taginaste del Teide.

Rudbeckia hirta

Su nombre científico o latino es Rudbeckia hirta aunque se le llama de forma común simplemente Rudbeckia. Pertenece a la familia de las Asteráceas y esta especie es originaria de Norteamérica.

Brugmansia versicolor

La Brugmansia versicolor es una planta endémica del Ecuador perteneciente a la familia de las Solanáceas. En concreto son nativas de la parte occidental de América del Sur, procedentes de la cuenca de Guayaquil (Ecuador), pero a menudo se cultiva en zonas bajas como en los trópicos.

Variedades de Ficus

La riqueza de variedades de Ficus que podemos encontrar actualmente en las floristerías, centros de jardinería, etc. es destacable. Y más si sumamos estas a las diferentes especies más cultivadas como plantas de interior, como por ejemplo los Ficus benjamina, Ficus elastica, Ficus binnendijkii, Ficus deltoidea, Ficus robusta, etc.

La circunstancia de poder encontrar muchas variedades de Ficus nos permite:

  • Poder ir cambiando en el tiempo de planta, jugando con su colorido y/o forma de hoja, según la decoración del lugar donde va a estar.
  • Poseer una o varias plantas de Ficus diferentes según nuestros gustos personales.

Prácticamente, los cuidados suelen ser muy semejantes entre las variedades de Ficus de la misma especie. Por lo tanto, si una variedad nos va bien, tenemos muchas posibilidades de que también otra de la misma especie nos dé idénticas satisfacciones.

Actualmente, entre el grupo de Ficus más populares se encuentran:

  • Ficus benjamina (hojas verdes)
  • Ficus benjamina (hojas matizadas)
  • Ficus elastica
  • Ficus binnendijkii
  • Ficus deltoidea

Para una mayor comprensión del tema debemos saber que en el orden botánico se entiende como género al Ficus. Dentro de este se encuentran las especies, en este caso benjamina, elástica, deltoidea o binnendijkii. Y dentro de éstas se encuentran las variedades o también denominadas cultivares, como es el caso de “Danielle”, “Samantha”, “Monique”, “Trineke”, “Alii”, etc.

Por lo tanto, si compramos un Ficus benjamina y sabemos su nombre (por ejemplo “Danielle”), tenemos un Ficus benjamina “Danielle”. Exija saber en su centro de compras el nombre del Ficus que ha adquirido y así podremos saber mejor sus cuidados.

También es importante saber que si consultamos un libro técnico, este nombre que hemos tomado como ejemplo, vendrá expuesto de la siguiente forma: Ficus benjamina “Danielle” ó F. benjamina “Danielle”.

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Cultivo de la Rudbeckia

La Rudbeckia es una planta de flor que en su conjunto crea atractivas manchas de color amarillo en el jardín.

El sustrato indicado en este caso es un “sustrato universal” o “sustrato para plantas de exterior”, aunque también se puede llegar a utilizar, dada su rusticidad un “sustrato para plantas de interior”, con un pH de 5,5. La Ec (conductibilidad eléctrica del sustrato) deseada debe de situarse entre 2 y 2,5.

Las temperaturas ideales son entre 8 a 10ºC durante la noche y de 18 a 22ºC durante el día. Por debajo de ellas se ralentizará su desarrollo y por encima se acelerará, en ambos casos, su crecimiento no será el idóneo.

La exposición de las nuevas plantas recién plantadas será a pleno sol.

Las plagas más comunes que se pueden presentar son el thrips, pulgón y el minador.

En cuanto a las enfermedades no son muy frecuentes, pero en el caso de riesgo, el Oidium y la Botrytis, pueden ser las más propensas a manifestarse.

En estas condiciones, el tiempo de cultivo de la Rudbeckia desde su repicado (plantación a la maceta) y estar listas para su plantación directamente en el jardín es de 8 a 10 semanas.

Parques de los Aromas

El proyecto de establecer una red de Parcs de les Olors (Parques de los Aromas) en Catalunya se originó en el año 2007 y responde a la voluntad de revitalizar la cultura de las plantas aromáticas, medicinales y culinarias del ámbito mediterráneo.

Parque Natural de Urbasa y Andia

El Parque Natural de Urbasa y Andia está situado al oeste de Navarra, en una posición intermedia entre la llamada Navarra Húmeda del Noroeste y la Navarra Media Occidental o Tierra Estella. Fue declarado Parque Natural el 27 de Febrero de 1.997, ocupando una gran área de 21.408 Ha. cuya superficie está poblada fundamentalmente por hayedos y pastos de montaña, constituyendo una zona de transición entre la Montaña y la Zona Media de Navarra.

El Parque, incluye cuatro áreas, Urbasa de 11.399 Ha., Andia de 4.700 Ha., Limitaciones de 5.190 Ha. y la Reserva Natural Urederra de 119 Ha.

En el Parque Natural de Urbasa y Andia encontramos especies del género Fagus (hayas), que constituye la mayor extensión forestal del parque, Acer (Arces), Crataegus (Espinos) y Quercus (Robles).

Cabe destacar la presencia en Urbasa de dos árboles protegidos como Monumentos Naturales, el “Tejo de Otsaportillo” (Taxus baccata L) ubicado en la Sierra de Urbasa, y la «Haya de Limitaciones«, un ejemplar de Fagus sylvatica L. localizado en el monte “Limitaciones de las Amescoas”.

Tejo de Otsaportillo
Tejo de Otsaportillo

En el parque, encontramos numerosos monumentos megalíticos como dólmenes, túmulos y menhires.

En cuanto a la fauna, las numerosas charcas y balsas son el lugar idóneo para anfibios como la salamandra, el tritón jaspeado, el sapo corredor y la rana bermeja. En cuanto a las aves, destacan el pico dorsiblanco, el pito negro y el agateador norteño. En las abruptas paredes anidan el águila real, el buitre, el búho real, el alimoche, el halcón peregrino, la chova piquigualda y el vencejo real. Entre los mamíferos de las sierras, destacan el jabalí, la gineta, el gato montés, el tejón y el lirón gris.

El Parque Natural de Urbasa y Andia fué designado como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) y posteriormente como ZEC (Zona de Especial Conservación) para formar parte de Natura 2000.

Solanum seaforthianum

El Solanum seaforthianum es una planta originaria de América del Sur y perteneciente a la familia de las Solanáceas. Se la conoce también con nombre populares como Hiedro, Lágrimas de San Pedro, Brasil Nocturna, San Vicente Lila, Glicina, Jazmín italiano

Bhut jolokia

El Bhut jolokia está reconocido actualmente como el chile más picante del mundo. Su nombre significa ‘chile fantasma’. Se denomina chiles a las guindillas, picantes o ajíes.

El huerto urbano de Fernando

Como director comercial de Condelmed, el huerto urbano de Fernando es su “escapada” ideal para desconectar de muchas horas diarias empleadas en atender a sus clientes, viajar, reuniones, toma de decisiones,…

El huerto urbano de Fernando es un ejemplo de una tendencia creciente como hobby, que además repercute en su entorno de forma agradable y directa.

Cuando le preguntamos a Fernando por su huerto urbano nos destaca que este está vivo y por lo tanto, adquieres un compromiso total con él. Como si de una mascota se tratase.

No hay escusas para decir que hoy te encuentras cansado y que ya irás otro día. Las plantas no saben de tus problemas y necesitan tu atención permanente. Hay plantas que necesitan se guiadas, abonadas, podadas, recolectadas… y hacerlo hoy o la semana que viene tiene sus consecuencias.

Hay quien dice que el huerto urbano de Fernando está precioso, que más que un huerto es un jardín, a lo que responde siempre es lo que tiene el “tener un dedo verde”.

Tener un dedo verde” es la expresión que se utiliza cuando aparentemente, varias personas tienen las mismas plantas, las cuidan igual… pero con unas vegetan mejor que con otras. La diferencia no está en el abono, la variedad, el sustrato… está en la atención y como esta se da.

El huerto urbano de Fernando no sólo le permite desconectar de su trabajo, sino reunirse con sus plantas y “conversar con ellas”. Qué necesita cada una de ellas y en cada momento es una de las cosas que si “se sabe escuchar” se oye. Para ello hay que “saber su idioma” y este se aprende escuchando los consejos de los mayores, a Carlos y Cristóbal (propietarios de los huertos urbanos Tot en U), leyendo libros especializados y por supuesto, aprendiendo de los errores.

Es un lenguaje de sentimientos y sensaciones, donde justamente la voz y el oído tienen menos importancia que el tacto y la vista.

Fernando nunca ha pretendido ver en su huerto urbano una vía de rentabilidad. Si fuese así, posiblemente es más económico comprar las frutas y hortalizas en las tiendas. Lo que en estas tiendas nunca le venderán es la satisfacción de comerse algo cultivado personalmente y recolectado en su momento.

Al comienzo decíamos que el huerto urbano le repercute en su entorno de forma agradable y directa. Cuando los tomates, berenjenas, pepinos, acelgas, calabacín, habas … comienza a producir… no saben de regular y todo no se puede comer. Es entonces cuando los amigos disfrutan también con el huerto urbano de Fernando.

Y como él les dice muchas veces a sus amigos “parece que nunca habéis comido un tomate”, a lo que también siempre le contestan “pues como estos de buenos no”.

Huerto urbano de Fernando en televisión

Tras la publicación de un artículo sobre el huerto urbano de Fernando. Pocos días después, una cadena de televisión se puso en contacto con él para realizar un programa sobre este huerto urbano.

Grabación de televisión

La grabación sobre el huerto urbano se realiza para ‘De Temporada’, popular programa de televisión de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) que se emite por Canal 9.

El trabajo de grabación se centrada inicialmente en el campo de ensayos del centro de jardinería Tot en U, donde este pone a estudio las variedades de frutas y hortalizas que, una vez evaluadas y demostrada su calidad productiva, son comercializadas en el centro de jardinería en la modalidad de planteles y semillas.

Seguidamente se pasa al huerto urbano de Fernando, como ejemplo de gestión de una unidad de huerto urbano, en el que el riego, plantación… así como sus dimensiones, están estudiadas para disfrutar de él.

Huerto urbano de Fernando por televisión

El programa fue emitido el día 16 de octubre a las 20:29 horas. Para quienes no lo pudieron ver el huerto urbano de Fernando por televisión en su momento, tienen la posibilidad de hacerlo en internet en la web oficial de Canal 9.

El programa es ameno y se estructura en base a cuatro secciones en las que se cuentan de forma sencilla y cercana, aspectos relacionados con el campo.

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