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viernes, 23 mayo, 2025

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Tipos de marihuana

Existe una amplia variedad de semillas de marihuana, una de las plantas que desde hace millones de años es usada en la medicina tradicional. En este artículo podrás conocer los tipos de marihuana más populares y las diferentes sensaciones que se producen con su consumo.

Existen muchos tipos de marihuana o Cannabis spp. dependiendo de las semillas de las cuales se obtengan. Además de sus características genéticas sus diferencias también pueden estar influenciadas por las condiciones de cultivo ya que factores como la cantidad de luz que tenga la planta, la época del año en que se obtiene o el tipo de flor que tenga aportan variantes a tener en cuenta. Por ejemplo, la variedad de semillas autoflorecientes Afgan Kush Ryder es la más vendida del banco World of Seeds Autoflowering Collection, aunque dependiendo del uso que se le quiera dar a la planta, serán mejores unas semillas u otras.

El juego varietal de la marihuana está ligado principalmente a tres especies, todas ellas pertenecientes a la familia Cannabaceae: Cannabis sativa, Cannabis indica y Cannabis ruderalis. Veamos algunos aspectos diferenciales entre ellas.

Cannabis sativa

Las variedades procedentes de Cannabis sativa componen el tipo de marihuana más conocida y consumida. La especie es origina de países de clima tropical de Sudamérica y Asia. Se caracterizan por ser las más altas, por sus hojas con muchas puntas largas y afinadas, además de ser capaces de ser sembradas y cultivadas al aire libre.

Entre las sensaciones que produce la Cannabis sativa se puede mencionar su poder psicoactivo debido a que contiene delta-9-tetraidrocannabinol. Además, es un estimulante del apetito, energizante y hasta puede provocar euforia. En las peores situaciones puede generar alucinaciones y ser un desencadenante de alteraciones psicóticas.

Cannabis indica

Las variedades derivadas de la especie Cannabis indica se diferencia de la anterior porque no alcanza tanta altura, su tamaño es mediano y con hojas más anchas. Se pueden encontrar en su hábitat natural en países como la India o Pakistan.

Las variedades de esta especie de marihuana se emplean como tratamiento medicinal para paliar el dolor, como anticonvulsivo y relajante gracias a su alto contenido de cannabidiol. Su consumo produce una sensación de relajación, efecto narcótico y no producen euforia ni excitación como la anterior.

Cannabis ruderalis

Las variedades pertenecientes a la Cannabis ruderalis se caracteriza por su tamaño más pequeño que las anteriores y porque no tiende a florecer. Es una especie que se utiliza mucho para mediante híbridaciones crear nuevas variedades. La Cannabis ruderalis produce una sensación relajante y por ello se emplea en los tratamientos medicinales, gracias a su baja concentración de cannabinoides.

Como hemos adelantado, estas tres especies componen los tipos base de marihuana más conocidos, pero lo destacable está en sus variedades híbridas propias o interespecíficas.

Las variedades de marihuana son obtenidas mediante hibridaciones en la que han trabajado genetistas especializados o de forma natural, ya sea por hibridaciones expontáneas o simplemente fruto de una evolución por factores como la adaptación a condiciones climáticas creando nuevos tipos que tienen nuevos efectos, tal es el caso de la marihuana tipo morada o azulada y la marihuana tipo autofloreciente.

No pasarán muchos años para que podamos encontrar las semillas de marihuana en cualquier catálogo y de esta forma, aprovechar sus propiedades medicinales.

Aumenta la recogida de envases agrícolas

Con las nuevas incorporaciones de empresas fabricantes de fertilizantes, agronutrientes especiales, bioestimulantes agrícolas, microorganismos para el suelo y fauna auxiliar para cultivos ecológicos o lucha integrada en AEVAE, se aumenta notablemente la recogida de envases agrícolas y con ello la retirada de envases plásticos del sector para su reciclado y darles una nueva vida.

Las incorporaciones de fabricantes de productos agronutricionales durante este último ejercicio anual son:

  • Delbon
  • Viagro
  • Orgafym
  • SQM Iberian
  • Vellsam Materias Bioactivas S.L.
  • DELSO Fertilizantes Holding S.L.
  • Tecnologías Avanzadas Agrícolas, S.L.
  • FICO Grupo Ispemar S.L.
  • Fertinagro
  • Asfertglobal
  • Crop Solutions S.L.
  • Novasys Pharma S.L.
  • MAFA Bioscience S.A.
  • Bionutrición Vegetal

La incorporación de estas 14 nuevas empresas es uno de los indicadores que constatan el avance imparable de AEVAE (Asociación Española para la Valorización de Envases). Esta Asociación es un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para fabricantes, envasadores y distribuidores de productos de uso agrícola profesional, que garantiza la recogida y la trazabilidad para la correcta valorización de los residuos de envases agrarios.

Sin duda, aunque muchas voces se empeñen en decir lo contrario, las empresas fabricantes de fertilizantes, agronutrientes especiales, bioestimulantes agrícolas, microorganismos para el suelo, etc. demuestran a la sociedad con su adhesión en AEVAE su compromiso inequívoco con el respeto por el medio ambiente y la economía circular, a la vez que participan en ayudar a los agricultores a formar parte de esta cultura garantista de respeto por el bienestar de las futuras generaciones.

¿Y cómo ayudan a los agricultores? La respuesta es sencilla aunque cargada de esfuerzo y simbolismo. Estas empresas fabricantes por una parte muestran su sensibilidad por contribuir en el avance de una agricultura moderna y por otra el apoyo que con su adhesión en AEVAE dan a sus clientes ya que les permiten la recogida de sus envases agrarios una vez utilizados sin un coste alguno para ellos.

Recordemos que una vez depositados estos envases agrícolas en los Punto AEVAE, son recogidos periódicamente por la red logística de esta Asociación para gestionarlos de forma correcta una vez finalizada su función y darles una nueva vida.

Multiplicación de las rosas

Todo apasionado por las rosas desea tener una amplia colección de todas y cada una de las especies; Rosales antiguos, Híbrido de Té, Polyantha, Paisajísticos, etc.

Podemos comprar todo tipo de rosales para nuestro jardín en los centros de jardinería o quizás podemos hacer lo que más estimula al apasionado, multiplicar por nosotros mismos e intercambiar especies con otros coleccionistas.

Hay distintas técnicas de multiplicación que vamos a ir viendo una a una a lo largo de estos artículos.

Multiplicación de las rosas por esquejes

Es una de las propagaciones vegetativas. Consiste en la obtención de un nuevo ejemplar a partir de una rama de la planta madre.

Dependiendo de la época en que se haga la reproducción, se denominará de “madera tierna” si es entre los meses de primavera o de “madera dura” si se realizan en el otoño. En ambos casos el procedimiento es muy similar:

    1. Seleccionar un tallo robusto, sano y no florido.
    2. Cortaremos unos 20 centímetros de tallo, haciendo un corte oblicuo en la parte superior de forma que evitemos el encharcamiento de agua en caso de lluvias, el agua correrá por el corte.
    3. Se retiran todas las hojas del tallo excepto las dos finales, evitando dañar las yemas.
    4. Colocaremos en un contenedor adecuado una base de arcilla porosa o guijarros para el drenaje, una tierra especial para enraizamiento que podemos adquirir en nuestro centro de jardinería o podemos hacer nosotros la mezcla con una porción en partes iguales de arena, turba y tierra de buena calidad.
    5. Tras humedecer el tallo en agua o en agua mezclada con una solución de hormona de enraizamiento, se entierra en nuestro contenedor a pocos centímetros de profundidad y regaremos cuidadosamente.

Multiplicación por de las rosas esquejes

Este método que podríamos denominar “estándar” tiene algunas variaciones que también me gustaría comentar:

  • Colocar canela en polvo en el orificio que hagamos para enterrar el esqueje en el contenedor. Es un método que nos enseñó nuestra amiga Sol Barroso del grupo de Facebook PASION POR LAS ROSAS y que ha dado muy buenos resultados.
  • Colocar una bolsa de plástico sobre el contenedor una vez sembrado y regado el esqueje para mantener la humedad.
  • Colocar el esqueje en una patata, perforando esta con el mismo tallo. La patata se entierra junto al esqueje y le servirá de catalizador de enraizamiento.

Una vez realizada la operación con cualquiera de sus vertientes o siguiendo el método que hemos denominado “estándar” en un mes y medio podremos ver los primeros brotes y el esqueje enraizado podrá ser trasladado a una maceta llena de turba húmeda.

Podemos fracasar en caso de darse una infección o falta de humedad. Por ello debemos trabajar con ambientes limpios y resulta útil también el uso de fungicidas durante algunas semanas.

Las rosas obtenidas a partir de esta forma de reproducción serán idénticas a la planta madre.

Multiplicación de las rosas por acodo aéreo o terrestre

Este método consiste en la reproducción por enraizamiento de una parte del rosal ya sea en la tierra o a distancia de ella.

Por acodo terrestre

Necesitaremos una rama larga y flexible para realizar este tipo de reproducción, por ello no es posible realizarlo en todas las especies de rosales.

Escogeremos una rama robusta y sana y la enterraremos en una porción de tierra. Hemos de procurar que haya una o dos yemas bajo la tierra para favorecer el enraizamiento.

Para que la rama no se salga de la tierra nos podemos ayudar de una estaca o una barrita de hierro. No podemos dejar así mismo que la zona donde se produzca el entierro de la rama pierda consistencia por lo que la hemos de mantener húmeda.

Multiplicación por de las rosas esquejes

El acodo lo realizaremos en primavera, cuando la planta está con mayor vigor y si todo ocurre con normalidad obtendremos raíces en el otoño siguiente, momento en el cual separaremos el acodo de la planta madre.

En ese momento, podremos trasplantar el acodo, unido a la porción de tierra donde ha enraizado a una nueva ubicación.

Por acodo aéreo

Al igual que el acodo terrestre, realizaremos este método de reproducción en la primavera. Es ideal para rosales que no dispongan de ramas flexibles y largas, realizándolo en porciones de ramas colocadas a bastante distancia del suelo.

También en este método podemos realizar dos formas diferentes dependiendo del porta-acodos que utilicemos, una bolsita de plástico negro o un recipiente de polietileno que acogerán la rama que enraizará.

Escogeremos una rama robusta, sana y a ser posible del mismo año. Una vez decidamos cual será nuestra rama, se le practicará una incisión justo por debajo de una yema y se puede impregnar con solución para enraizamiento.

A continuación, colocaremos la bolsa de plástico negro alrededor de la parte de la rama con la incisión y cerraremos mediante una gomita o una cuerda la parte inferior de la bolsa y la llenaremos con una tierra ligera, mezclada con musgo o turba. Una vez llena la bolsa y siempre dejando dentro la zona que queremos acodar, cerraremos la parte superior de la misma forma, no sin antes haber humedecido la tierra con agua.

Transcurridos unos dos meses y siempre que veamos que la rama está comenzando a brotar, podemos retirar la bolsa y proceder a cortar la rama por debajo de las nuevas raíces. Este tallo lo podemos trasplantar directamente a una maceta con tierra húmeda.

El procedimiento es el mismo si en lugar de bolsa de plástico utilizamos una botella de plástico transparente cortada por la parte superior y por la parte lateral para encajar la rama. En este caso podremos ver la producción de raíces a través de la botella.

Multiplicación por de las rosas esquejes

En ambos casos, conseguiremos un rosal idéntico genéticamente a la planta madre.

En el próximo artículo veremos como podemos crear nuestra propia rosa a partir de las que tenemos en nuestro jardín.

Carlos Rivero Ramos: Pasión por las rosas

Carlos Rivero Ramos

Autor del artículo: Carlos Rivero Ramos, al margen de su actividad profesional tiene entre sus pasiones las de viajar, escribir,… pero destaca la de su pasión por el mundo de las rosas.

Carlos encuentra en la floricultura y en especial en el cultivo de las rosas un amplio abanico de posibilidades a todos los niveles. Es un alivio al estrés y saca el poeta que hay en él, además de incitarle a coleccionarlas de forma casi compulsiva. Destaca su colección de diferentes especies de rosas y el que varias de ellas han sido premiadas en el Concurso Nacional de las Rosas en 2018 y 2019.

» Autor: Carlos Rivero
» Canal Facebook: Pasión por las rosas

Vivir con flores

Arreglos y ramos de flores para el hogar

Vivir con flores, es un libro editado por Blume, que te ayudará a llenar tu casa de flores de la mano de la reconocida florista Rowan Blossom.

En él aprenderás los conceptos básicos que todo florista en ciernes debe saber: por ejemplo, qué herramientas vas a necesitar, cómo acondicionar las flores y cómo sacar el máximo partido de cada estación.

Con Vivir con Flores podrás crear obras maestras florales para cada ocasión, desde ramos y ramilletes hasta arcadas florales y arañas de flores.

Aunque este no es un libro de referencia sobre todo lo que necesita saber sobre floristería, sí que te transmitirá el entusiasmo de la autora al trabajar con flores. Ella comparte con los lectores algunas de las ideas y consejos que ha ido aprendiendo en su viaje por el mundo de la floristería, que te ayudarán a tener confianza y a atreverse con nuevas ideas.

Vivir con flores de Rowan Blossom

El amor de Rowan hacia todo lo bohemio, vintage y natural, y su enfoque práctico, convierten a este libro en la guía perfecta para dar los primeros pasos en el mundo de los arreglos florales.

Sobre la autora

Rowan Blossom, florista afincada en Notting Hill, es especialista en creaciones imaginativas y naturales con flores de temporada. Entre sus clientes figuran Matches Fashion, Bloom & Wild y Topshop.

“Muy pronto, la oleada de flores empieza a caer y a aletear y balilar en el aire. Y, de repente, casi de la noche a la mañana, las flores se desintegran e inundan las calles de un confeti bucólico. La naturaleza fugaz de la estación de las flores es un recordatorio de que debemos apreciar el presente. Para mí estas son las principales razones por las que las flores son tan importantes en nuestras vidas cotidianas: brindan esperanza, nos aportan alegría y nos obligan a vivir en el momento presente”.

Vivir con flores de Rowan Blossom

Características

ISBN: 978-84-17757-96-0
Páginas: 179.
Dimensiones: 19 x 24,5 cm
Cartoné
PVP 22,90 €

Contenido:

  • El mundo de Rowan Blossom
  • Herramientas
  • Espuma floral
  • Recipientes
  • Acondicionamiento
  • Capítulo I: Para cada día
  • Capítulo II: Con invitados
  • Capítulo III: Regalar
  • Capítulo IV: Moda
  • Capítulo V: Festas
  • Para acabar

El enlace para su compra online aquí

Plagas y enfermedades del geranio

Con el nombre popular de geranios se reconocen a un amplio grupo de Pelargonium spp. que si bien el género es muy diverso y contiene más de 250 especies, sólo unas pocas gozan de gran popularidad ornamental como por ejemplo el tradicional geranio (Pelargonium zonalePelargonium hortorum), la murciana (Pelargonium peltatum), el geranio de pensamiento (Pelargonium grandiflorum), el geranio limón (Pelargonium crispum), etc. al que se le han sumado nuevas generaciones de híbridos como el Pelargonium interspecific, en este caso obtenido por la firma Syngenta.

Partiendo de esta base, al tratar las plagas y enfermedades del geranio, en este artículo lo hacemos bajo un esquema común y válido para todas estas especies. Previamente es justo reconocer que cuando se adquiere alguna de estas plantas en viveros, floristerías, centros de jardinería, grandes superficies, etc. son plantas sanas. Sus problemas fitosanitarios aparecen después ya sea por causas de una mala gestión de su cultivo en casa o por reinvasiones de patógenos de los jardines o campos colindantes.

También puede llamar la atención que en este artículo no hacemos referencia a productos fitosanitarios ni materias activas. Las razones son porque las administraciones públicas que los regulan están constantemente prohibiendo el uso de ciertos productos y materias activas hasta esa fecha de uso legal, así como que no todos los países comparten el mismo listado de productos legales para su utilización. Por lo tanto lo mejor es acudir con una muestra de la planta afectada al punto de venta y contar con el asesoramiento de un profesional.

Mariposa del geranio

Plagas del geranio

Entre las plagas más comunes del geranio se encuentran:

  • Cacyreus marshalli. Conocida como mariposa del geranio, polilla del geranio o mariposa africana es una de las plagas más importante y dañina a día de hoy en todo el arco mediterráneo y por ende en la Península Ibérica. Si no se controla adecuadamente puede provocar la muerte de numerosos ejemplares. Su presencia se puede detectar fácilmente cuando se observan agujeros en los tallos provocados por la oruga que se introducen en ellos. Estos daños internos provocan el debilitamiento de sus flores mustias y hojas que como consecuencia debilitan la planta hasta su muerte en casos severos de ataque. Sus orugas miden unos dos centímetros de longitud posee un color verdoso que va tornándose más oscuro a medida que se van haciendo adultas. Si se prevé su presencia es aconsejable actuar mediante tratamientos preventivos. Si aparece se combate mediante tratamientos de insecticidas sistémicos junto con la poda de los tallos infectados con la oruga dentro.
  • Tetranychus urticae. La popular araña roja siempre está al acecho con la llegada de las altas temperaturas y humedades relativas bajas, momento que coincide desde finales de primavera a principios de otoño. Son esas pequeñas arañitas de color rojo y de apenas 0,5 milímetros de tamaño. Se sitúan sobre el envés de las hojas y las dañan sin posibilidad de recuperación. Las podemos observar mediante una lupa o cuentahílos. Sus síntomas son el color plateado que cogen sus hojas como consecuencia del punteado sobre ella, fruto de las células vaciadas de sus jugos de los que se alimentan estas arañitas. También pueden aparecer unas ligeras y sutiles telas de araña cuando los ataques son severos. Se combaten con tratamientos a base de acaricidas, procurando mojar toda la planta, sobre todo el envés de sus hojas.
  • Pulgones. Bajo este nombre genérico se conocen a diferentes especies como por ejemplo el Myzus sp., Aphis sp., Brevicoryne sp., Machosiphum sp., Acyrthosiphon sp.,… Son insectos de unos 3 milímetros que se distribuyen por las zonas más tiernas de las plantas, provocando hojas enrolladas y pegajosas debido a la melaza que segregan. Esta melaza es un asiento ideal para el hongo Negrilla (Fumaginas sp.), un problema añadido a los daños que por sí ocasionan ellos. Otro daño indirecto pero de gran importancia es su capacidad de transmitir virosis entre plantas afectadas y plantas sanas. Por todo ello es muy importante su tratamiento mediante insecticidas sistémicos.
  • Bemisia tabaco. Es la temida mosca blanca debido a su dificultad de control si ya se ha establecido en la planta. Se reconocen fácilmente por ser moscas blancas de apenas tres milímetros de tamaño que, al igual que sucede con los pulgones y las cochinillas, clavan un pico en las hojas y chupan la savia, debilitando la planta a la vez que pueden propagar ciertas virosis. Para su desarrollo les favorece las temperaturas altas y el ambiente húmedo, por lo que desde mediados de primavera hasta principios de otoño pueden presentarse como plaga. Su tratamiento con insecticidas sistémicos.
  • Cochinillas. Sobre todo la cochinilla algodonosa, Planococcus citri y Dysmicoccus grassi, son las más populares. Estas se caracterizan por poseer una especie de escudo algodonoso protector, de distintos grosores y consistencias, según la especie de que se trate aunque el color suele ser blanco y de ahí su nombre de algodonosa. Como insectos chupadores también clavan su pico sobre los tiernos tallos e incluso nervios de las hojas y chupan la savia, provocando el debilitamiento de la planta. Su tratamiento es delicado por la coraza que los protege, siendo interesante realizar los tratamientos durante las primeras fases de invasión, cuando estos insectos aun no tienen bien desarrollada su protección algodonosa.
  • Pieris brassicae, Autographa gamma (plusia), etc. componen el grupo de orugas que devoran las hojas y capullos florales del Geranio. Al ser insectos con aparato bucal masticador crean sobre todo agujeros en el follaje. Su tratamiento puede ser con insecticidas de contacto o sistémicos, aplicándolos cuando veamos mariposas sobre el geranio, síntoma de que tras su puesta en pocos días aparecerán las primeras orugas.
  • Empoasca lybica. Es conocida como mosquito verde, un pequeño insecto chupador de unos tres milímetros de tamaño. En su ataque clavan el pico para absorber la savia de las hojas provocando una decoloración parecida a la de los ácaros. Se pueden tratar con los mismos productos que los pulgones.
  • Nematodos. Estos no se suelen ver porque al margen de su tamaño que no llegan ni al milímetro, trabajan en el sustrato atacando las raíces para alimentarse de sus jugos. Sus síntomas se suelen confundir con problemas derivados del exceso de agua, carencia de nutrientes, etc. Sí se pueden identificar como síntoma si se arranca la planta y se observa en sus raíces una especie de bultos, propios de exceso de tejido que la propia planta genera para aislarse de ellos.

Plantas de geranio

Enfermedades del geranio

Respecto a las enfermedades del geranio, se pueden presentar en cultivo:

  • Puccinia sp. Se conoce como roya y su presencia se ve mediantes pústulas de color oscuro que luego se tornan anaranjados en el envés de las hojas. Las hojas muy invadidas terminan secándose. Las plantas afectadas ya retiradas y afectadas es importante quemarlas para destruir sus esporas.
  • Botrytis cinerea. Es la popular botritis que se presenta especialmente en épocas de ambiente fresco y húmedo. Esta suele atacar tanto a hojas como capullos de flor, pudriendo las zonas atacadas y recubriéndolas con un moho gris oscuro. Al margen de los tratamientos mediante fungicidas específicos para su control, es importante evitar las heridas sobre la planta, así como colocar las macetas en un lugar ventilado.
  • Erysiphe spp. Conocido como Oidio es un hongo que cuando aparece es muy fácil de identificar. Este aparece como un polvo blanco o cenizo muy típico sobre el haz de las hojas principalmente. Las zonas afectadas se vuelven de color amarillento y terminan por secarse. El modo de control es mediante la aplicación de un fungicida específico, conocidos como antioidios, así como tras los tratamientos (pasados unos días) eliminar aquellas hojas o ramas fuertemente atacadas para que el geranio vuelva a brotar con un follaje sano. Como en el caso de la botritis, la ventilación ayuda a que no aparezca.
  • Alternaria spp. Se le conoce como Alternariosis y se reconoce cuando aparece sobre sus hojas, normalmente las más adultas y situadas en la parte media o baja del geranio, unas manchitas marrones de pocos milímetros de diámetro. Su tratamiento con fungicidas a base de cobre suele ser muy efectivo.
  • Gloeosporium pelargonii. Conocida como antracnosis aparece sobre sus hojas, brotes y capullos en forma de manchitas negruzcas o marrones que con el tiempo se agrandan y terminan marchitando las partes afectadas. Su tratamiento debe realizarse a la aparición de los primeros síntomas con fungicidas específicos, procurando mojar completamente la parte aérea de la planta.
  • Ascochyta spp. Se trata de otro hongo que también produce manchas redondeadas marrones con puntitos negros dentro, muy similares a la de la antracnosis. Como en su caso, también hay que tratar al geranio nada más se aprecien los primeros síntomas.
  • Pythium spp. Conocido como mal del pie es una enfermedad que ataca, como su nombre genérico nos deja adivinar, al cuello de la planta, pudriendo la parte afectada y con ello provocando la muerte de la planta. Suele aparecer cuando el geranio es joven y se da un exceso de agua en el sustrato. Se detecta con el oscurecimiento de cuello del tronco a nivel del suelo, en ocasiones acompañado de un ligero polvillo de color claro. Su tratamiento es mediante riego con un fungicida específico disuelto en el agua. Mantener el sustrato con humedad constante sin llegar al encharcamiento contribuye a que esta enfermedad no aparezca.

Plantas de geranio

Virosis del geranio

Las virosis del geranio están consideradas como sus principales enemigos a nivel de sanidad vegetal ya que una vez que aparecen son prácticamente imposibles de erradicar y por lo tanto la muerte de la planta está prácticamente asegurada. Su capacidad de infección a plantas sanas y cercanas también es otro de sus hándicap.

Bacteriosis del geranio

Xanthosoma pelargonii. Del género Xanthosoma sp. es la especie que los suele atacar. Le favorecen los ambientes calurosos y húmedos, presentándose en geranios tanto plantados en terrazas como en jardines. Su presencia se muestra mediante manchas necróticas en las hojas que terminan por ocasionar su secado y caída. Como en el caso de las virosis, una vez afectada la planta no tiene cura, y sí en cambio una capacidad de infestación muy elevada, por lo que se recomienda arrancar lo antes posible las plantas afectadas.

Fisiopatías del geranio

Se denominan fisiopatías del geranio a todos aquellos síntomas aparentemente asociados a problemas de sanidad, siendo en realidad, problemas ocasionados por una mala práctica agrícola. Por ejemplo:

  • Tallos con entrenudos largos y tiernos. Seguramente esté el geranio plantado en una zona con exceso de sombra. Otra causa puede ser que se le esté abonando con un fertilizante excesivamente rico en nitrógeno.
  • Escasa floración. Fruto de las mismas causas que el caso anterior.
  • Se pudren las raíces a los pocos días de su plantación. Puede ser causa de que el sustrato no sea el adecuado: poca aireación, escaso drenaje, acompañado de riegos frecuentes.
  • Hojas cloróticas. Suele ser un problema de exceso de carbonatos en el sustrato. Se corrige con aplicaciones de hierro quelatado disuelto en el agua de riego o en pulverización sobre las hojas.

También otras malas prácticas como una plantación muy densa, cultivarlas fuera de época, etc. pueden ser causas que afecten al buen crecimiento del geranio.

El cuidado de los Ficus en invierno

Durante el verano, como etapa más cálida del año, los Ficus experimentan su máximo desarrollo vegetativo. Con la entrada del otoño las temperaturas van bajando, los días acortando y paralelamente los Ficus se van aclimatando ralentizando su desarrollo para afrontar el invierno de la mejor manera posible.

Estos Ficus suelen, conforme se adentran en el otoño, reducir el tamaño de las hojas nuevas, la longitud de los entrenudos… así como recogiendo los elementos nutritivos útiles de las hojas viejas para guardarlos como reserva en las partes leñosas. Por ello vemos como algunas hojas adultas amarillean en la planta y al poco tiempo caen. Utilizando un símil, es como si la planta fuese “cerrando fábricas” que no van a ser rentables durante este tiempo para que el conjunto pueda sobrevivir mejor.

Es recomendable tener unas ideas generales para que las plantas pasen el período invernal de la mejor forma posible, con el fin de que a la llegada de la primavera, estas plantas comiencen de nuevo su desarrollo normal y así poder disfrutar de ellas como se merecen.

Para aclarar mejor estas ideas, debemos tener en cuenta que se nos pueden presentar dos grupos de situaciones claramente diferenciadas: Ficus situados en el interior de los hogares y Ficus establecidos al exterior de los mismos. Aunque en sí se trata de las mismas plantas, los definiremos como Ficus de interior al primer grupo y Ficus de exterior al segundo.

El cuidado de los Ficus de interior

Uno de los primeros temas que tenemos que tener presentes es que se trata de plantas que conviven bajo el mismo techo que sus propietarios y que por lo general suelen estar situadas en los salones de las casas, entradas de los hoteles, tiendas, etc. Por lo tanto, se da la circunstancia de que las plantas disfrutan de buena temperatura (suele haber calefacción de apoyo) mientras las personas se encuentran en dichos lugares. Pero también es cierto que cuando se cierran las tiendas o las personas se van a dormir y por lo tanto abandonan los salones de estar, suelen apagar la calefacción hasta el día siguiente, sin acordarse de que las plantas se quedan allí.

Temperatura: En la línea de lo expuesto, es recomendable mantener la temperatura de estas habitaciones donde se encuentren los Ficus algo más baja para el ahorro de calefacción pero sin que ello signifique un abandono del espacio y que las temperaturas no bajen por debajo de los 15ºC.

Humedad relativa: Con la calefacción, suele bajar más de lo razonable la humedad relativa, resecándose el ambiente más de lo aconsejable. Los Ficus ayudarán a contrarrestar esta deficiencia mediante la transpiración, aspecto que beneficia al bienestar del hogar. Pero también es recomendable colocar un pequeño recipiente, como por ejemplo una maceta decorativa (que las hay de muchas formas, colores y tamaños), con agua para que con su evaporación ayude también a la regulación del nivel de humedad relativa.

Ficus de interior

Riegos: Los riegos deben distanciarse lo más posible, dejando que la planta llegue a secar ligeramente el sustrato. Una humedad continuada puede favorecer, junto con bajas temperaturas, la aparición de problemas de raíz.

Fertilización: Lo ideal es que en cada riego se aporten abonos en los que haya más potasa que nitrógeno. En cuanto a la dosis de fertilización, ésta debe ser la más alta recomendada ya que al distanciar mucho los riegos las aportaciones serán muy de tarde en tarde.

Plagas y enfermedades: No se suelen presentar si se tienen los cuidados antes mencionados. Los Ficus suelen estar bastante inactivos durante el invierno.

Podas: No deben realizarse ningún tipo de podas ya que los Ficus aprovechan para pasar el invierno parte de las reservas acumuladas en sus tallos y hojas. Eliminar parte de las mismas es eliminar también parte de sus reservas y con ello dificultar la buena brotación en primavera.

El cuidado de los Ficus de exterior

Son Ficus situados en la terraza o en pleno jardín. Ellos, en solitario son quienes aguantarán las inclemencias del tiempo y también es por ello el que las principales medidas a tomar son de carácter preventivo. Su ubicación en el momento de su trasplante es decisiva.

Es importante realizar la plantación al exterior antes de la llegada del invierno. Como muy tarde, en fechas muy cercanas al comienzo de otoño. Así daremos la posibilidad de que el Ficus se adapte correctamente para soportar las inclemencias del invierno. Claro está, si éstas no son excesivamente adversas.

Temperatura: Como no podemos ejercer un control sobre ella, deberemos elegir cuidadosamente el lugar más idóneo para plantarlos, buscando siempre las zonas más cálidas del jardín y con la orientación más favorable. Evitaremos plantarlos en zonas con excesiva sombra, poco soleadas o con vientos canalizados desfavorables.

Si los Ficus se encuentran plantados en macetones que se puedan desplazar, siempre se podrán resguardar del exceso de frío en el caso de necesidad. En el caso de que no, sólo queda la recomendación de evitar sus plantaciones en zonas donde se sepa con exactitud que los inviernos siempre vienen acompañados de heladas, ya que las plantas no sobrevivirán.

Riegos: En invierno el terreno se suele secar de forma más lenta, la planta necesita menos agua puesto que transpira menos y las lluvias suelen ser más frecuentes que en verano. Por todo ello, los riegos dependerán mucho de la climatología y como norma general suelen ser pocos y muy de tarde en tarde. Bien es cierto que los Ficus ubicados en maceteros necesitaran más atención en el riego que los plantados en pleno jardín ya que el sistema radicular de los primeros está más limitado.

Fertilización: La técnica del abonado debe de aparecer al comienzo del otoño. Esta consistirá en ir cambiando el equilibrio de fertilización, pasando del nitrógeno como elemento nutritivo principal al potasio, que además debe ir acompañada de un buen nivel de fósforo. El motivo es que el nitrógeno es favorecedor del desarrollo foliar, ya no hace tanta falta puesto que la planta va a ir ralentizando su crecimiento. En cambio el fósforo, por su parte ayudará a estimular el desarrollo radicular y sobre todo el potasio aportará el fortalecimiento de los tejidos vegetales y con ello una mejor predisposición por parte de la planta para soportar el período invernal.

Plagas y enfermedades: No se suelen dar en estas fechas.

Podas: No son nada recomendables por las mismas razones comentadas en el caso de los de interior. Aquí, además se da la circunstancia que en el caso de producirse algunas pequeñas heladas en ramas, siempre aprovecharemos el comienzo de primavera para con la poda, sanear la planta y guiar así su brotación inicial de primavera.

Se puede dar el caso de que amarilleen algunas hojas, sobre todo las más adultas. Si éstas caen por sí solas… no pasa nada ya que obedece a una respuesta natural de la planta ya comentada en el anterior caso de los Ficus de interior. Pero si por el contrario, amarillean todas de golpe y éstas no se sueltan de la planta, estaremos frente a un caso de helada y quiere decir que esa planta o parte de ella se encuentra muerta. En cualquier caso, es recomendable esperarse a la llegada de la primavera para actuar, ya sea como poda parcial de saneamiento de la planta o como eliminación y sustitución de la misma.

Mantenimiento del estanque en invierno

El estanque es en síntesis un ecosistema vivo y como tal interactúa con el medioambiente para evolucionar y mantener su equilibrio. La variante natural se presenta cuando ante ‘un estanque es artificial en un jardín’ se incluyen en él especies de plantas, animales, etc. que proceden de otras zonas geográficas y por lo tanto ya no se encuentran en su hábitat natural. En estos casos sus responsables deben tomar medidas excepcionales y puntuales para que este se mantenga en buenas condiciones durante todo el año.

Uno de esos momentos es durante el mantenimiento del estanque en invierno. En la naturaleza es en esta época del año cuando el estanque aparentemente descansa,… porque la vida sigue su curso. En un estanque de jardín también es así y como hemos avanzando, casi con total seguridad tenemos en él especies foráneas. Por ello y aunque ahora tratamos su mantenimiento en invierno, algunas medidas ya las hemos debido tomar durante el otoño.

Un tema a tener muy claro es que no sólo los peces y plantas forman parte de los cuidados del estanque en invierno. También tendremos que prestar especial atención al agua como medio vital para los habitantes vegetales y animales del estanque. En este contexto, es importante mantener un constante control de la temperatura del agua durante el invierno, midiéndola periódicamente o cuando se considere que se dan las circunstancias de riesgo. Sólo así se puede anticipar a cualquier situación.

Mantenimiento de los peces del estanque en invierno

Mantenimiento de los peces del estanque en invierno

Para el cuidado de los peces en los estanques es importante conocer las características específicas de las especies que los pueblan, de forma que se puedan tomar las mejores medidas para su cuidado, en este caso durante el invierno.

Muchos de los peces entran en una especie de letargo durante el invierno y para actuar correctamente, desde mediados a finales de otoño ya debemos variar su dieta aportándoles menos proteínas y disminuyendo su ración diaria.

Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que es recomendable que la profundidad del estanque sea superior al medio metro ya que cuando hace frío los peces tienden a situarse en el fondo por ser ahí la temperatura algo más cálida. De no ser así de profundo y si hace realmente frío en el jardín, lo aconsejable es coger y cambiar los peces a otro lugar más cálido y evitar el peligro de que se congelen. En cambio, si el estanque tiene una profundidad superior al medio metro y habitan especies de peces resistentes, estos con casi total seguridad podrán permanecer en el estanque todo el invierno, donde los veremos cómo pasarán estos fríos meses en el fondo.

Muchas especies de peces de estanque dejan de comer por debajo de los 7ºC. Así que hay que evitar su sobrealimentación. Por otra parte también disminuye la actividad de las bacterias en el agua del estanque, pudiendo apagar los equipos de filtrado. Como curiosidad, cuando la temperatura del agua es muy baja se puede observar como algunos peces salen ocasionalmente a la superficie. Pero esto es debido a que salen a por oxígeno y no a por alimento.

Si el frío es capaz de crear una capa de hielo, esta impedirá el intercambio de oxígeno con el agua del estanque. Una solución para mantener el equilibrio y correcta concentración de oxígeno para la fauna y flora del estanque es la incorporación de un aireador que pondremos en funcionamiento durante esos días.

En el caso de retirar temporalmente los peces del estanque para resguardarlos del frío, es importante tener en cuenta que por ejemplo las carpas doradas necesitan unos 12 litros de agua por cada 2,5 cm de su longitud, del mismo modo que los peces koi necesitan un mínimo de 20 litros por esta misma longitud. También hay que prestar atención a sus excrementos porque generan muchos, necesitando un potente sistema de filtrado que mueva el agua al menos dos veces al día.

Durante su traslado al acuario, se tendrá la precaución de no cambiar el agua en su totalidad, rellenando este con al menos el 50% de agua del estanque. Y lo mismo sucede con la temperatura que debe igualar y no meter los peces de golpe. Una vez en el acuario temporal se cambiará el agua parcialmente cada semana. Sin olvidarse de cuidar la iluminación del acuario temporal y la cantidad de alimentación porque un exceso de éstas harán que crezcan más rápidamente los residuos y las algas.

Mantenimiento de los equipos del estanque en invierno

Durante el invierno y debido a que muchos de ellos paralizamos su actividad, podemos aprovechar para hacer su mantenimiento, en especial los motores y boquillas de las fuentes. También es una época adecuada para realizar una limpieza a fondo del estanque e incluso hacer un cambio total o parcial de agua, retirando todos los residuos tanto del fondo como los que estén flotando o en suspensión.

Aunque hemos adelantado algo al respecto en el punto anterior, respecto a mantener el agua más cálida en el fondo del estanque, es recomendable apagar la bomba de circulación de agua para evitar que la más fría se mezcle con la más templada. En el caso de que se necesite que esté en funcionamiento se puede dirigir el flujo de agua en dirección horizontal cerca de la superficie. Otro elemento a tener en cuenta es que si existe la figura de una cascada en el estanque, será conveniente apagarla o dejarla en mínimos para que no mezcle las partes del agua cálidas con las frías.

También es recomendable cubrir la superficie del estanque con una red para evitar la caída de algunas hojas que aun puedan quedar en árboles de hoja caduca, a la vez que protegerá a los peces adormecidos de las garras de gatos y aves.

No debemos olvidar el hielo que se puede producir sobre su superficie. Este puede dañar la estructura del estanque al expandirse, sin olvidar que al aislar el agua del aire hace de lámina y evita que el metano que se produce de la descomposición de la materia orgánica enrarezca la calidad del agua. Una buena opción es colocar una o varias pelotas flotando sobre la superficie. Una vez congelada la superficie, se retiran quedando un hueco (se les puede tirar agua caliente sobre ellas para facilitar su retirada). Una vez creados los agujeros, se pueden cubrir con unos sacos de rafia (porosos) para evitar que se cierren inmediatamente.

Mantenimiento de las plantas del estanque en invierno

Mantenimiento de las plantas del estanque en invierno

Partiendo de la base que una gran mayoría de plantas para estanques pueden permanecer en él durante en invierno, tendremos que prestar atención a algunos cuidados para que el frío no les afecte de forma dañina.

Las plantas con riesgo de heladas que estén en maceta las pondremos a buen resguardo y siempre sumergidas en algún lugar más cálido e iluminado. Es fácil que alguna planta pierda su follaje como acción propia de su especie pero con la llegada de la primavera volverá a brotar con todo su esplendor.

Como ejemplo, si tenemos plantas de lirios en macetas lo ideal es que tras haberlas podado ubiquemos las macetas al fondo del estanque. Pero la poda también se debe realizar a las plantas de ribera que se sitúan alrededor del pequeño ecosistema de agua dulce, evitando de esta forma que sus hojas caídas o dañadas por el frío comprometan la calidad del agua.

En el caso de otras plantas como son las lechugas de agua o los jacintos, conviene retirarlos durante estos meses en los que las bombas y los filtros no están funcionando. Si hay plantas tropicales, la retirada y resguardo a zonas más protegidas es lo ideal.

Tras estos consejos, entendemos que estamos ante una pausa invernal como parte importante del ciclo de la naturaleza y aunque esta época no sea una de las más bellas, con el adecuado mantenimiento del estanque en invierno, este dará su fruto en primavera.

Las rosas

En este primer artículo, vamos a tener una pequeña historia de las rosas, clasificación, ayuda a la hora de ir de compras, un grupo de Facebook donde podrás compartir todas tus inquietudes y experiencias con otros 39.000 apasionados por esta flor y el evento anual al que no debes faltar. ¡Espero que lo disfrutes!

Introducción a la historia de las rosas

La rosa es probablemente la primera flor cultivada como motivo ornamental. Existen fósiles de hace miles de años en diferentes continentes y han sido esas primitivas rosas las que han dado lugar a todas las especies actuales.

Los primeros cultivos se remontan a los sumerios, es decir a más de 5000 años de antigüedad. Los chinos, extraían de sus pétalos esencias para crear perfumes, cosa que actualmente también es posible ver que se sigue haciendo entre los mejores perfumistas.

El arte de cultivar rosas es relativamente reciente, situado en Francia a través de Carlomagno, promoviendo el cultivo en los jardines de las villas y castillos. Como en otras grandes disciplinas, fueron los monjes en los monasterios quienes asumieron la tarea de estudiar las características de las rosas, así como la hibridación con lo que contribuyeron a la difusión de las especies.

En el Siglo XIX nacen los primeros jardines de rosales o rosaledas. En ellos las plantas no solo son objeto de cultivo para la recolección de las flores sino sobre todo para las exposiciones. En los últimos 150 años se han creado más de quince mil variedades que ya sea por su perfume, color o forma de flor, son muy cotizadas en algunos casos y populares en otros.

Flores de rosas rosa

Clasificación de las rosas

A pesar de que no hay una clasificación exacta de los diferentes rosales, vamos a intentar dar luz a las especies más habituales y utilizadas entre los cultivadores de rosas y por ende entre los vendedores.

En primer lugar, hemos de hacer dos grandes líneas: las rosas antiguas y las rosas modernas. Las antiguas, anteriores a 1867 fecha en la que se creó la primera híbrida de té, son rosales poco usuales pero muy fuertes y robustos. Existen 13 grupos habiendo multitud de nombres entre ellas, por poner un ejemplo hablaremos de Amelia, Bel Amour, Azélia, etc.

Con respecto a las rosas modernas son las más habituales en los centros de jardinería, si bien, hemos de quejarnos ya que no es mucha la variedad que existen en los Garden y entre 3 o 4 cultivadores copan todo el mercado.

Los rosales modernos se clasifican en:

  • Híbridos de Té. Grandes flores, dobles, elegantes y a menudo muy perfumadas (Existen miles de variedades en todo el mundo).
  • Floribunda. Son rosales que crecen en forma de mata, muy reflorescentes, con flores en ramilletes.
  • Polyantha. Flores de pequeñas dimensiones reunidas en ramilletes.
  • Arbustivos. Excelente para hacer crecer en parterres o en tutores ya que resultan muy decorativos.
  • Trepadores. Imprescindibles para cubrir pérgolas, paredes altas y vallas.
  • Miniatura. Poseen en tamaño reducido todas las propiedades de los rosales normales y son perfectos para cultivar en espacios reducidos o en macetas.

Compra de rosales

El problema que todo apasionado de las rosas encuentra a la hora de comprar un rosal, es la poca variedad que encontramos en los centros de jardinería, centros comerciales y floristerías en comparación con lo que puedes encontrar en los sitios webs.

Las rosas más habituales disponibles para la compra son híbridos de té de grandes reproductores en todos los colores imaginables:

  • Rojo (Mónica Bellucci, Black Baccara, etc.)
  • Blanco (Inés Sastre, Pau Casal, etc.)
  • Bicolor (Julio Iglesias, Adriana, etc.)

También podemos encontrar algunas variedades de Floribunda y miniatura.

En cuanto a la compra por Internet, es mucho más satisfactoria para el coleccionista de rosas dado que algunos ejemplares de especies únicas sólo los encontraras aquí. En diferentes tiendas online podemos tener a nuestra disposición las rosas más soñadas, en colores, formas y perfumes.

Los envíos de rosas son muy eficientes, llegan con gran puntualidad y las plantas están en perfecto estado.

Otro inconveniente que encontramos los apasionados por las rosas en los centros de jardinería y demás puntos de venta especializados es la falta de formación de las personas que nos atienden. Si bien es cierto que nos ayudan con productos para eliminar enfermedades, no están muy formados en cuanto a temas que son de mucho interés para el aficionado a las rosas, como por ejemplo sobre injertos, esquejes, reproducción por semillas, etc. Es mi intención ir compartiendo todos estos aspectos en sucesivos artículos de modo que llegues a ser un experto en poco tiempo.

Flor rosa bicolor

Pasión por las rosas

Por todo lo mencionado anteriormente, el 13 de mayo de 2018 nace el grupo de Facebook Pasión por las rosas, un grupo creado para compartir experiencias y conocimientos del mundo de las rosas.

En la actualidad cuenta con más de 39.000 “apasionados” como nos gusta llamarnos. Es un grupo global donde cada día se reciben fotos de rosas de cualquier parte del mundo. Tedo, Sol, Maria Reyes, Felipe, Nelson, Amparo y muchas personas más comparten cada día fotos y comentarios de sus rosales.

Además de ello, hay varios viveros situados en España, Argentina, Uruguay, México y Chile que ayudan con sus experiencias a resolver dudas a cualquiera que, por el grupo, o a nivel individual se la solicite. También hay profesionales que se dedican al mundo de la jardinería como Diego Celis, Pepe Plana o Susana Ferrer que se suman y nos ilustran con su experiencia.

Finalmente, la parte más interesante del grupo es compartir experiencias en todas aquellas inquietudes que se nos presenta, como la realización de reproducción por esquejes, semillas o injertos.

Exposición Nacional de Rosas

Todo ello nos sirve para cumplir un sueño, presentarnos a concursos con nuestras hermosas rosas y optar a ganar los premios tras un año de duro esfuerzo.

Como ejemplo, podemos citar el concurso que se celebra en la ciudad catalana de Sant Feliu de Llobregat. Desde hace más de 60 ediciones, año a año asistimos a esta exposición única y participamos en el concurso donde no cuenta tanto ganar premio, que también, sino la satisfacción de tener expuestas nuestras rosas para deleite de todos.

Carlos Rivero Ramos: Pasión por las rosas

Carlos Rivero Ramos

Autor del artículo: Carlos Rivero Ramos, al margen de su actividad profesional tiene entre sus pasiones las de viajar, escribir,… pero destaca la de su pasión por el mundo de las rosas.

Carlos encuentra en la floricultura y en especial en el cultivo de las rosas un amplio abanico de posibilidades a todos los niveles. Es un alivio al estrés y saca el poeta que hay en él, además de incitarle a coleccionarlas de forma casi compulsiva. Destaca su colección de diferentes especies de rosas y el que varias de ellas han sido premiadas en el Concurso Nacional de las Rosas en 2018 y 2019.

» Autor: Carlos Rivero
» Canal Facebook: Pasión por las rosas
» Exposición Nacional de Rosas: www.amicsdelesroses.cat

Corokia maori

Entre las plantas de moda que está en la mente de interioristas, decoradores, observadores de tendencias, etc. incluido los programas y revistas de moda está la Corokia maori, una recién llegada desde Nueva Zelanda a Europa y que ha venido para quedarse. Estamos ante una planta singular minimalista de la que oiremos hablar y mucho durante los próximos años.

Destacar que puede ser utilizada tanto como planta de interior como de exterior. Es una especie excelente para ser cultivada en contenedor siempre y cuando el sustrato drene adecuadamente. Por su aspecto puede incluso cultivarse en modalidad bonsái.

El género Corokia

El género Corokia sp. agrupa unas diez especies ubicadas tanto en Nueva Zelanda como en sus islas cercanas. Todas estas especies son leñosas y en conjunto se las pueden encontrar formando matorrales en hábitats tan distintos como son desde subalpinos hasta en acantilados costeros.

Corokia cotoneaster

Su nombre deriva del nombre indígena maorí korokio. Bajo el nombre de Corokia hay variantes como por ejemplo la Corokia maori Silver, Corokia maori Green o Corokia cotoneaster, esta última además posee la distribución geográfica más amplia. En su conjunto aportan surtido y posibilidades a la hora de sacarle partido a su simplicidad minimalista bajo un diseño puro. La expresión «menos es más» la define perfectamente.

Arbusto de malla de alambre

Se le conoce popularmente como arbusto de malla de alambre en alusión a su aspecto vegetativo, nombre que la describe como forma única de la planta, siendo su nombre científico Corokia maori que pertenece a la familia Argophyllaceae. La Corokia es una planta originaria de Nueva Zelanda y refleja la fuerza indígena maorí.

Es un arbusto de crecimiento lento pero con el tiempo llega a alcanzar una altura que puede superar los tres metros y una anchura de unos dos metros. Sus finas ramas crecen en divaricado, forma de sus ramas en ángulos muy abiertos trasmitiendo un crecimiento en zigzag hasta adquirir una forma de aspecto desparramado. Esta arquitectura de ramificación botánica parece ser que le proporciona protección a sus hojas ante un sol brillante durante los fríos días de invierno.

Sus hojas perennes son diminutas que crecen sobre sus tallos sinuosos y recubiertos de pequeños pelos plateados. Estas son de color verde grisáceo con la parte inferior plateada y bastante peluda, dándoles una sensación suave y lanuda.

Florece a fines de la primavera y el verano con pequeñas flores amarillas fragantes en forma de estrella que eventualmente se convierten en bayas rojas.

Planta de Corokia maori en el jardín

Cuidados de la Corokia maori

La Corokia maori puede ser cultivada tanto como planta de interior como planta de exterior en jardines.

En interiores y gracias a su arquitectura juega un papel único en decoración. Su ubicación debe ser en una zona bien iluminada y en cuanto a riegos los menos posibles ya que es una planta que tolera muy bien la sequía. No deberemos plantarlas en hidrojardineras porque no podremos someterla a un régimen de escasez de agua puntualmente. Así, los riegos deben ser separados entre sí hasta que el sustrato se quede algo seco.

El abonado será equilibrado con microelementos y se aplicarán una vez al mes disuelto en el agua de riego. Si se desea trasplantar a una maceta mayor se realizará con un sustrato especial para cactus y plantas suculentas. Un sustrato fértil y ligeramente árido con buen drenaje. Nunca poner un plato bajo la maceta que pueda retener el agua de forma estancada.

Las podas se limitarán a eliminar parte de las ramas dañadas o aquellas que crezcan de forma excesiva e invadan espacios que no interesan.

En interiores no suele tener problemas fitosanitarios, por lo tanto nos centraremos para que crezcan sanas en la gestión correcta del agua, luz y nutrición.

En el jardín la Corokia maori se ubicará en un lugar cálido y soleado sobre suelo fértil pero bien drenado, preferiblemente con plantas que requieran poco riego para que los cuidados del conjunto sean uniformes. En su hábitat natural crece sobre zonas rocosas y en condiciones bastante secas. Si el terreno es arcilloso se puede mejorar añadiéndole arena de sílice, guijarros, arena gruesa, etc. que aumente su porosidad.

También soporta muy bien el frío, aguantando hasta más de -15ºC, si bien las plantas jóvenes pueden necesitar algo de protección contra la exposición invernal.

Una de sus cualidades es que soporta bien la poda y a su vez rebrota bien, por lo que puede ser utilizada como seto de porte bajo.

Una vez que esté plantada en el jardín puede que no sea la primera planta que se observe en el paisaje, pero una vez vista puede ser que la planta mantenga la atención por más tiempo.

En el jardín con un ambiente cálido aportará una floración primaveral con pequeñas flores amarillas fragantes, que una vez fecundadas se convertirán en bayas rojas durante el otoño, sin duda un punto focal más para el jardín.

Si se planta la Corokia maori como seto, se le realizarán podas de mantenimiento durante la primavera antes de su floración y principios de otoño si no tenemos otra opción, porque debemos saber que corremos el riesgo de eliminar sus pequeñas bayas.

En cuanto a plagas y enfermedades, es una planta muy resistente si le mantenemos las condiciones de cultivo adecuadas. Quizás las cochinillas pueden ser las que más les pueda afectar y en tal caso, las controlaríamos con un insecticida sistemático, aplicado en el momento que más vulnerable sea la plaga.

Cultivo de la Corokia maori

Como avanzábamos, esta planta ha venido desde Nueva Zelanda a Europa para quedarse. Pero ha venido como especie no como planta física. A día de hoy son unos pocos viveros de planta ornamental los que abordan el cultivo de la Corokia maori.

En España su cultivo lo realizan unas pocas pero selectas empresas, como Tropical Coast en Motril (Granada). Su producción es en contenedor y el destino es Centroeuropa básicamente, bajo el concepto Down Under Dreams, donde la calidad y excelencia es máxima.

Su cultivo parte de esquejes procedentes de plantas madres seleccionadas bajo un genotipo y sanidad que cumplen las garantías de la certificadora CQPlants.

Acacia cognata

Las acacias son de crecimiento rápido y de altura considerable. Bueno, no todas, hay excepciones y una de las más relevantes es la Acacia cognata. Sus características son interesantes hasta el hecho de proponerla como una planta muy válida en el mundo de la jardinería… e incluso cuando se trata de xerojardinería.

En España, así como resto de países del arco mediterráneo con climas de inviernos suaves ha sido acogida por paisajistas y diseñadores de jardines como una planta de moda para aportar valor añadido a sus proyectos. Además se está exportando a países centroeuropeos como planta ornamental cultivada en pequeños formatos con una gran aceptación.

Flores de la Acacia cognata Limelight

Acacia de hojas estrechas

Se trata de un árbol de porte medio perteneciente a la familia Fabaceae. Su nombre científico es Acacia cognata aunque también se le conoce como acacia de hojas estrechas o acacia de río. Es originario de Australia, en concreto de Nueva Gales del Sur (estado del sureste australiano) y de Victoria (capital de Columbia Británica situada en el escarpado extremo sur de la Isla de Vancouver).

Sus hojas son de color verde, perennes, con forma larga y estrecha, situadas en ramas que tienden a tener un porte colgante. Es un árbol muy frondoso lo que le da un porte muy ornamental. Es bella desde joven pudiendo crear en jardines formas globosas creando espacios singulares.

Sus flores son de color amarillo y son emitidas durante el verano, normalmente y dependiendo de la zona desde junio al mes de octubre. Cuando se fecundan producen un fruto en forma de legumbre que cuando madura y se seca se abre dejando escapar sus semillas.

Planta de Acacia cognata Limelight

Acacia cognata Limelight

El cultivar Acacia cognata Limelight es uno de los más apreciados en jardinería en Europa. Su follaje verde lima es emitido en forma de cascada con aspecto suave y delicado.

Este arbolito es de porte más pequeño con respecto a sus variedades hermanas, permitiendo ser utilizado en jardines de menor superficie, así como ser plantado más cerca de paredes, muros y zonas de paso.

Además de la Acacia cognata Limelight, otras variedades populares son:

  • Acacia cognata Bower Beauty
  • Acacia cognata Cousin It
  • Acacia cognata Copper Tips
  • Acacia cognata Fettuccini
  • Acacia cognata Green Mist
  • Acacia cognata Lime Magik
  • Acacia cognata Mop Top
  • Acacia cognata Waterfall

Cuidados de la Acacia cognata

La Acacia cognata es una planta de exterior que requiere ser plantada a pleno sol, si bien puede llegar a desarrollarse bastante bien en lugares con semisombra.

Crece bien en casi cualquier tipo de terreno siempre y cuando estén bien drenados. Los riegos se realizarán con moderación. Como se avanzaba es una buena candidata en la xerojardinería, si bien cuando el terreno es muy árido o está bien drenado, le gustan los riegos más frecuentes durante los periodos comprendidos desde mediados de primavera hasta finales de otoño.

En cuanto a fertilización, se le puede añadir en el agua de riego a bajas dosis un abono equilibrado, evitando aquellos con un contenido alto en fósforo por mostrar cierta fitotoxicidad en dosis altas.

No necesita ser podada ya que uno de sus valores ornamentales son sus ramas péndulas y hojas de aspecto delicado. De ser necesaria, estas se limitarían a eliminar sus ramas secas, aquellas que se muestren enfermas, débiles o alteren su aspecto ornamental.

Cultivo de la Acacia cognata

Cultivo de la Acacia cognata

El cultivo de la Acacia cognata se inicia mediante semillas. Estas se recogen a finales de año y se guardan en un lugar oscuro y seco.

Durante la siguiente primavera se siembra directamente en bandejas de alvéolos sobre un sustrato turboso. Durante el periodo de germinación el sustrato debe estar siempre húmedo, no encharcado. La temperatura de esta fase debe superar los 20ºC y sobre los dos meses, cuando la plántula ya posee un cepellón bien formado, se planta en un contenedor de mayor tamaño para continuar su cultivo en el vivero.

La Acacia cognata es muy rústica y resiste el frío y las heladas de hasta los -7ºC. Pero en vivero, se deben reproducir las condiciones climáticas características del clima mediterráneo para que su desarrollo sea rápido y vigoroso.

Los riegos se realizan por aspersión cuando las plantas se encuentran en alta densidad de cultivo y una vez espaciadas mediante riego localizado. El sistema de abonado es mediante fertirrigación con un formulado del tipo 18-12-24 más microelementos a una dosis baja pero continuada en el tiempo.

Por su rusticidad no suele ser atacadas por plagas y en cuanto a enfermedades de raíz, prácticamente no aparecen si el sustrato es fértil con buen drenaje y se evita la humedad excesiva.

Los cuidados de la Poinsettia

Saber cuáles son los cuidados de la Poinsettia necesarios para su mantenimiento, es fundamental para conseguir prolongar su vida incluso durante varios años.

Estamos ante una planta de consumo muy estacional y por ello, es normal que se desconozcan muchos aspectos de las necesidades vitales de esta planta.

En España y de forma tradicional, la Poinsettia tiene su consumo muy centrado en la festividad de Navidad, concretamente desde finales de noviembre hasta pasado Reyes. Los aficionados a las plantas las compran entre la última semana de noviembre y tercera semana de diciembre. Las empresas de jardinería suelen plantarlas para decorar los parques y jardines, así como las zonas ajardinadas de ciertos centros comerciales, a partir de la segunda semana de diciembre, reponiendo las plantas dañadas hasta pasada la festividad de Reyes, momento en que se arrancan para sustituirlas por otro tipo de plantas de temporada de invierno, como por ejemplo Viola wittrockiana (pensamientos), Primula acaulis, Calendula officinalis o Cyclamen persicum.

Por lo tanto, vemos que la Poinsettia (Euphorbia pulcherrima) puede disfrutarse tanto como planta de interior como planta de exterior. En este último caso se cultiva como planta de temporada aunque con el tiempo, si persiste en el jardín, se comporta como arbustiva.

Los cuidados de la Poinsettia

Para centrarnos con más propiedad a la hora de exponer los cuidados de la Euphorbia pulcherrima, diferenciaremos aquellos que se acometen cuando es consumida como planta de interior de los que se realizan cuando la tratamos como una planta de jardín.

Los cuidados de la Poinsettia como planta de interior

Como hemos avanzado, se suele comprar entre la última semana de noviembre y tercera semana de diciembre, justo antes de la festividad de Navidad. Es una planta que se compra tanto para regalo como para disfrute propio. Se presentan en muchas modalidades, que van desde pequeñas plantas uniflora hasta arbolitos muy ramificados, aunque los tamaños más comerciales son los de maceta de 12 a 16 centímetros de diámetro con más o menos ramas, terminando cada una de ella en un inflorescencia rodeada de brácteas de color, normalmente rojo aunque cada año se comercializan más otros colores como el blanco, rosa, naranja o jaspeados, también llamados colores fantasía.Otra modalidad es la llamada de copa y consiste en un tallo limpio y recto coronado con ramas en flor. Es una modalidad menos popular pero muy elegante.

Salvo este último formato, los demás se presentan en los puntos de venta protegidas con una bolsa de plástico más o menos decorada para evitar la rotura de sus ramas, posibles daños de sus brácteas y facilitar su transporte. Lo primero que debemos hacer, cuando llegamos a casa, es desembolsarla y así conseguiremos favorecer la aireación y evitar la caída prematura de las hojas inferiores.

Como planta de interior estará dentro del hogar. Debemos de tener el cuidado de colocarla cerca de una buena fuente de luz (zona de ventanas), así como evitar exponerla a fuentes directas de calefacción (radiadores). Ojo, los equipos de calefacción generan corrientes de aire caliente y seco que pueden dañar su follaje.

Su riego debe de ser moderado y siempre dirigido directamente a la maceta, evitando mojar sus brácteas y flores. Esto sólo es una medida preventiva para evitar posibles daños innecesarios. Si optamos por poner un plato bajo la maceta para evitar el manchado del mueble, debemos de retirar el agua sobrante tras cada riego para evitar un encharcamiento y pudrición de sus raíces.

Un buen consejo es regarla en la pila de la cocina o en el baño, dejando escurrir el agua sobrante del sustrato. Si se puede regar por inmersión mejor y si además es con agua de lluvia o de grifo reposada durante 24 horas mucho mejor. Cuando utilicemos agua potable, es recomendable tenerla en un recipiente durante un día o más de reposo. En este tiempo se habrá evaporado todo el cloro que se le aplica para su potabilización y que tanto perjudica al sistema radicular de las plantas en general.

Flores de pascua

En cuanto al abonado de la Poinsettia, será de modalidad de mantenimiento, con un equilibrio 1-1-1 y a las dosis más bajas recomendadas por el fabricante durante el invierno.

Conforme pasen los días, podemos ir retirando aquellas hojas que presenten síntomas de marchitamiento. Estas hojas deben de desprenderse con facilidad. Si tiramos de ellas y les cuesta soltarse del tallo, es mejor dejarlas hasta que prácticamente se caigan por sí solas.

Su floración está vinculada con el fotoperiodo, proceso por el que regula sus funciones biológicas de floración y crecimiento. En este caso, la Poinsettia florece cuando la noche es más larga que el día. Por lo tanto, cuando los días empiecen a ser mucho más largos y las temperaturas más cálidas, ya la podemos sacar al exterior o plantar directamente en el jardín.

Este será también el momento de podarla y tratarla a partir de entonces como una planta de exterior. La poda se realiza con tijeras, eliminando sus zonas florales y cortando las ramas a unos 4 ó 7 centímetros del tallo, siempre sobre un centímetro por encima de una hoja o yema. Si esta yema está orientada hacia el exterior de la planta, mucho mejor ya que tras su brotación, la nueva rama crecerá mejor que si lo hace hacia el interior.

La planta comenzará su brotación como una planta arbustiva y lo hará así durante toda la primavera, verano y principios de otoño. A partir del mes de octubre, con los días ya más cortos, paralizará su desarrollo vegetativo y comenzará su inducción floral.

Si deseamos trasplantarla a una maceta mayor, el mejor momento es de cara a la primavera.

Flores de Poinsettia

Trasplante de la Poinsettia

Curiosamente, el trasplante de la Poinsettia es una de las cuestiones que se le plantean a muchos nada más comprarla. Es como si con ello quisiéramos alargar su vida y que se hiciese aún más espectacular.

Pero el trasplante de la Poinsettia no debe de preocuparnos hasta que dé comienzo la primavera ya que es una planta influenciada por el fotoperiodo. Aunque en invierno esté en plena floración, la verdad es que se encuentra en un periodo de bastante reposo en cuanto a desarrollo.

Por lo tanto, al comprar la Poinsettia a finales de noviembre o durante el mes de diciembre, lo que debemos hacer es simplemente disfrutar de ella, con unos cuidados básicos para que pase todo el invierno lo mejor posible.

Tras los fríos invernales, durante los meses de marzo y abril (en el hemisferio norte) ya podemos proceder a su trasplante a una maceta mayor. Para ello elegiremos una maceta un poco mayor, entre 4 y 8 centímetros más de diámetro. Entre los sustratos recomendados están el ‘sustrato para plantas de interior’ y el ‘sustrato universal’, ambos turbosos y bien fertilizados.

Durante el trasplante de la Poinsettia, aprovecharemos para podar sus ramas a unos 10 centímetros del suelo. Como por estas fechas ya mejora notablemente la climatología, incluso la podemos tener al exterior para que brote con todo su vigor, convirtiéndose en un estupendo arbusto.

Una vez podada, retiraremos la maceta vieja. Pondremos un poco de sustrato en la nueva maceta, depositaremos la Poinssetia en su interior procurando que el nivel de plantación quede a ras o no más de dos centímetros de profundidad. Añadiremos el nuevo sustrato rellenando sin apelmazar el perímetro del cepellón y seguidamente procederemos a darle un buen riego.

Donde la dejemos, evitaremos moverla del sitio para que crezca aclimatada a él. A las dos o tres semanas comenzará a brotar como un arbusto y así lo hará durante todo el tiempo hasta finales del mes de octubre, momento en el que veremos que comienzan a ponerse de color nuevamente sus brácteas, hasta estar perfectamente florida entre finales de noviembre y principios de diciembre.

Puede que optemos por un nuevo trasplante de la Poinsettia a mitad de año, sobre el mes de junio o julio. En tal caso seguiremos las mismas recomendaciones.

Poinsettia en el jardín

Los cuidados de la Poinsettia en el jardín

Si la plantamos en el jardín, debemos de saber que aunque es una planta de exterior, dada las temperaturas bajas del invierno, si se producen heladas la Poinsettia morirá.

Si está bien resguardada, ha pasado el invierno dentro de casa o el clima es cálido, una vez en el jardín se cuidará como una planta arbustiva de flor.

Lo primero que debemos de tener en cuenta es elegir adecuadamente el lugar dónde vamos a plantarla. Es una planta arbustiva de exterior que, cuando el clima es cálido y los inviernos suaves, su desarrollo puede alcanzar varios metros de altura.

La Poinsettia ramifica fácilmente, aunque la fragilidad de sus tallos aconseje plantarla en lugares resguardados de los fuertes vientos. Los lugares de plantación más adecuados son por ejemplo al lado de un cercado o alguna pared de la casa, permitiendo en cierto modo que crezca ‘apoyándose’ sobre estas estructuras.

Es importante que el suelo sea poroso y la zona lo más cálida posible, además de contar con mucha luz. En estas condiciones puede alcanzar perfectamente los tres metros de altura.

Flores de Poinsettia

Otro aspecto a tener en cuenta y que ya hemos mencionado antes, es que florece cuando la noche es más larga que el día y por ello sólo florece de forma natural en invierno (en el hemisferio norte). Para evitar problemas de floración, nunca la plantaremos en lugares con farolas o alumbrado nocturno ya que al disponer de luz extra por la noche no florecerá, la planta queda ‘engañada’ como consecuencia de que se le alarga artificialmente el día.

Los riegos y abonados serán comunes al resto de las plantas que se encuentren en el jardín, puesto que crece como una planta arbustiva más. Hay que tener en cuenta que el riego no debe de ser muy abundante porque los terrenos encharcados no les favorecen. Y sobre el abonado, en épocas de bajo desarrollo (época invernal) utilizar las dosis más bajas recomendadas por el fabricante, siendo más elevada conforme veamos que mejora el clima y aumenta la velocidad de crecimiento (desde principio de primavera hasta mediados de otoño).

La poda de la Poinsettia en el jardín puede ser de formación durante toda su etapa de crecimiento para mantenerlas compactas. A finales de septiembre o principios de octubre, realizaremos la última poda del año si procede ya que pocas semanas después empezará su natural inducción floral.

Plagas y enfermedades de la Poinsettia

Dentro de casa, la Poinsettia no suele tener problemas de plagas o enfermedades. Si vemos que sus raíces se pudren, el problema es muy probable que provenga de un exceso de riego.

En el jardín es distinto. Como cualquier otra planta está expuesta a reinvasiones de otras plagas de campos colindantes u otras zonas del jardín.

Las plagas más frecuentes son la mosca blanca y los ácaros durante la época cálida del año. Tratamientos con un insecticida sistémico y un acaricida se pueden controlar fácilmente si se cogen a tiempo. En los dos casos, debemos tener la precaución de mojar bien el envés de las hojas ya que ambas plagas se ubican en esta parte de las hojas.

En cuanto a enfermedades, si no nos excedemos en el riego y el terreno es poroso, no habrá problemas ya que es una planta muy rústica.

Yucca gloriosa

Aunque es una planta de exterior, la Yucca gloriosa también la podemos ver utilizada como planta ornamental de interior como si de grupos de Dracaena marginata, Dracaena deremensis, Dracaena fragrans o Dracaena reflexa, etc. se tratase.

Los formatos de presentación pueden ser desde 12 a 20 centímetros de diámetro de maceta en los más pequeños, hasta grandes contenedores en los tamaños mayores que se organizan en grupos de plantas con unas alturas combinadas de 30 a 150 centímetros.

Cuando se utiliza como planta de interior, la Yucca gloriosa va destinada a la decoración de grandes espacios como salones, despachos, etc. Y al exterior en jardinería, en modalidad de ejemplares aislados, para adornar rocallas e incluso a veces, también en grandes maceteros.

Yucca gloriosa con flores

Daga española

Su nombre más popular es ‘Daga española’ aunque también se le conoce como Chamagra del Perú, Espino de Cuba, Pita, simplemente Yuca o Yuca brillante. Pertenece a la familia de Agavaceae y es originaria de Norteamérica, en concreto de la costa y la barrera de islas del sureste de América del Norte donde crecen en las dunas de arena. Se le puede encontrar en su estado nativo desde el sur de Carolina del Norte hacia el sur hasta el norte de Florida.

Al exterior, la Yucca gloriosa es una planta perenne de tipo arbustivo que supera fácilmente los tres metros de altura, aunque a veces también se comporta como arborescente. Esta crece normalmente partiendo con varios tallos desde su base que se comporta como una especie de rizoma.

Sus raíces son filamentosas fuertemente arraigadas al sustrato o tierra si está plantada directamente en el jardín. Esta provista de un tallo robusto, coronado por un grupo de hojas largas de 50 a 75 centímetros, lanceoladas, coriáceas, muy acuminadas de color verde azulado, siendo sus hojas inferiores casi péndulas.

Sus flores son muy llamativas y se emiten en inflorescencias en forma de panículas a modo de espiga apical con una longitud de más de un metro. Estas flores son un tamaño sobre los 3 a 4 centímetros, campanuladas con cierto parecido a las de los Tulipanes, pedunculadas de color blanco crema claro y emitidas desde principios de verano a mediados de otoño. Su floración es siempre al exterior y rara vez como planta de interior.

Fecundadas dan un fruto de color verde que al madurar se vuelven marrones oscuro, estos frutos son indehiscente de unos siete centímetros de largo por unos tres de ancho conteniendo semillas negras.

Cuidados de la Yucca gloriosa al exterior

En jardinería suelen utilizarse en jardines de plantas crasas, combinando bien con piedras y gravas y con otras plantas crasas. Son ideales para jardines xerófilos de bajo mantenimiento. Por su porte, también pueden plantarse en grandes maceteros. En todos los casos, se debe tener la precaución de no ponerlas lindando con las áreas de paso, sobre todo si hay niños y niñas para evitar que se puedan pinchar con sus hojas, que aunque no sean muy fuertes sus puntas de cara a los más pequeños todas las precauciones son pocas.

Los cuidados de la Yucca gloriosa al exterior son escasos dada su rusticidad. Es una planta de ambientes semiáridos por lo que es capaz de vivir en condiciones extremas. Aun así, con unos mínimos cuidados, su porte mejorará ornamentalmente de forma notable. Son ideales para jardines junto al mar pues toleran la salinidad.

La exposición ideal es a pleno sol y aunque tolera los suelos arenosos y secos, sobre un terreno fértil bien drenado crecerá mucho mejor. El lugar de plantación debe ser estudiado adecuadamente ya que con el tiempo adquirirá un porte destacable. Así la plantaremos previendo el espacio que necesitará dentro de dos o tres años. También requiere un ambiente cálido y exento de fuertes heladas (soporta temperaturas bastante bajas) para su buen desarrollo.

Requiere riegos poco frecuentes y escasos, si bien una humedad estable le beneficia. Para su fertilización, con el abonado de mantenimiento del jardín será más que suficiente.

Yucca gloriosa en el jardín

El trasplante o la plantación en su lugar definitivo es mejor realizarlos en primavera, de cara a las buenas temperaturas.

Para su poda, simplemente lo que le conviene es ir retirando las hojas secas inferiores. No suelen ser atacadas por las habituales plagas y enfermedades de jardín.

Cuidados de la Yucca gloriosa al interior

Al margen de lo que se ha dicho de Yucca gloriosa como planta xerófila y de exterior, también es una planta muy utilizada como planta de interior para la decoración de habitáculos amplios. Su rusticidad le permite soportar condiciones de interior siempre y cuando posean suficiente luz.

También es contradictorio pero el mejor recipiente para que la Yucca gloriosa crezca perfectamente en interiores es la hidrojardinera. Así, para su cuidado tendremos la precaución de disponerlas cerca de ventanas y plantadas en hidrojardinera. El sustrato adecuado es el sustrato universal o sustrato de plantación.

En estas condiciones, la planta se aclimatará, su desarrollo será algo más lento pero con hojas algo más anchas y tiernas, destacando su valor ornamental. En estas condiciones no suele florecer y su desarrollo se mantiene durante todo el año, aunque algo más lento durante el invierno.

El abonado se puede aplicar mediante fertirrigación en el agua de la hidrojardinera, con un fertilizante equilibrado con microelementos.

Con el tiempo, la Yucca gloriosa crecerá hasta adquirir una altura que impida seguir manteniéndola en el interior de casa. Llegado el momento podemos optar por (tras su aclimatación) plantarla en el exterior o podarla. Si se desea podar para rebajar su altura hay que hacerlo por fases. Normalmente en cada maceta hay varias plantas juntas. Podaremos la más alta por debajo de las inferiores. Una vez brote y adquieran un buen tamaño las nuevas ramas, brotan con facilidad, podemos hacer lo mismo con las inferiores. Este proceso puede realizarse en dos o tres años.

Cultivo de la Yucca gloriosa

El cultivo de la Yucca gloriosa en viveros se realiza mediante esquejes procedentes de plantas madres seleccionadas. Estas son podadas constantemente y de ella se cortan los brotes jóvenes cuando alcanzan la altura deseada.

Estos esquejes tiernos se plantan en pequeñas macetas, a las que se le puede aplicar unas hormonas de enraizamiento para facilitar su emisión de nuevas raíces. Una vez enraizada y desarrollado su sistema radicular, en un periodo de 45 a 60 días, se trasplantan a contenedores definitivos de ventas.

También se pueden cultivar las plantas madres en campo, deja que crezcan y alarguen sus ramas para seguidamente cortar sus tramos de tallos y enraizar. Una vez enraizados se eligen de 2 a 4 troncos de diferentes alturas para componer grupos con un follaje grupal elegante.

Por supuesto también se pueden reproducir por semilla, pero su periodo de cultivo es más largo.

Jardines acuáticos

Los jardines acuáticos se enmarcan dentro de la modalidad de jardinería acuática, sin duda una de las más gratificantes en la que el agua juega un papel fundamental. No es una novedad aunque sí una tendencia en decoración de jardín con el objetivo de conseguir un espacio natural y de relax.

Si bien el agua y las plantas son los elementos protagonistas de los jardines acuáticos, también se pueden incluir peces, ranas, caracoles, etc. para conseguir un ecosistema de lo más natural. Y por supuesto todo tipo de elementos decorativos como piedras y demás objetos decorativos.

Los jardines acuáticos pueden tener cualquier dimensión por lo que pueden ser creados o ubicados en cualquier espacio ya sea dentro de casa, en un jardín o incluso en una terraza.

¿Qué es un jardín acuático?

El jardín acuático se puede considerar como una obra de jardinería en las que diferentes especies de plantas acuáticas o palustres, anfibios, peces,… elementos decorativos y equipos para su mantenimiento deben estar en perfecta armonía para que el resultado sea todo un éxito. No es necesario que todos estos elementos estén en cada jardín acuático pero los que sí, deben ser gestionados en su justa medida.

Jardines acuáticos

Cuando nos referimos al jardín acuático en toda su expresión debemos saber que se incluyen modalidades como los estanques, los acuarios, las cascadas y jardines donde el agua y las plantas tengan un papel preponderante. Los lagos artificiales también pueden estar incluidos si además de su función tiene aspectos ornamentales e incluyen parte de jardinería de ribera y fauna, por lo tanto excluiríamos de este contexto los que su única misión es la de almacenaje de agua ya sea para beber o de regadío. Pero también se incluyen aquellos de miniatura que pueden ser creados sobre barriles, maceteros o cualquier pequeño recipiente.

¿Cómo diseñar un jardín acuático?

Hay muchos tipos de jardines acuáticos. Como hemos adelantado pueden ser construidos bajo muchas modalidades y por lo tanto los podemos clasificar según su tamaño (ubicación en interiores o exteriores), su estilo (informales, naturales, formales,…), su contenido en los que se tiene en cuenta los elementos vivos del estanque (estanques koi, carassius, mixtos, vegetales, por biotopo,..), el tipo de construcción (apisonados, pre-fabricados, de lona, de cemento,…) etc. por lo que no se puede dar un solo consejo con rigor que afecte a todos de igual forma.

En todos los casos, salvo los elementos decorativos y de construcción, ‘todo lo demás está vivo’ y por lo tanto debe ser manejado con inteligencia y conocimiento de causa. No se puede improvisar como un arriate o macizo de flores. El agua se puede corromper o perder sus cualidades para la vida de las plantas y fauna, los seres vivos necesitan temperatura, luz y alimento para su correcto desarrollo y además debe convivir en armonía. Por lo tanto a la hora de diseñar un jardín acuático debemos, según su modalidad, elegir correctamente su ubicación y seguir un criterio fundado, documentándonos en todo aquello que nos surjan dudas.

Así por ejemplo, para la elección del lugar donde colocar un estanque o arroyo no debe hacerse sólo siguiendo un criterio estético, puesto que le influirán otros factores como por ejemplo la recogida de las aguas de lluvia, las necesidades de la flora y fauna… en las que las especies elegidas exigirán aún más sus necesidades concretas. Y un aspecto sumamente importante: la seguridad, sobre todo si hay niñas y niños pequeños.

Jardines acuáticos

El agua en el jardín acuático

El agua en el jardín acuático es el elemento base y fundamental sin que por ello deba de ser el protagonista. Este debe ser mantenido durante todo el tiempo para evitar que pueda perder sus cualidades. Recordemos que es la base para la vida de las plantas y fauna asociadas en este tipo de jardín.

La ubicación que tendrá es muy importante porque por ejemplo, si está a pleno sol podemos permitirnos el hacerlo algo más profundo, ya que nos garantiza tener más cantidad de luz a cierta profundidad bajo el agua. También la ubicación nos dirá si en verano calentará en tiempo y temperatura el agua a niveles razonables para que no sea perjudicial para la vida dentro del mismo.

Los equipos de filtrado, oxigenadores, productos reguladores de pH, anti algas, etc. deben ser tenidos en cuenta por si es necesaria su utilización o implementación en el proyecto. La inclusión de fuentes y cascadas no sólo cumplen una función decorativa sino que ayudan a mantener la calidad del agua gracias a tenerla en movimiento.

La ubicación del jardín acuático también vincula las plantas elegidas. Si este está a la sombra es más fácil que no haya problemas de algas ni de oxigenación del agua, por lo que será mejor para el buen desarrollo de los peces y tortugas. En cambio influirá negativamente en alcanzar temperaturas moderadas.

El que esté en el área de incidencia directa de árboles también es a tener en cuenta, sobre todo si es de hoja caduca. Si estas no se recogen estropearán la calidad de agua con rapidez.

Si optamos por incorporar corrientes de agua, una práctica habitual es hacerlo utilizando distintos niveles, siendo una opción genial de conseguir un efecto cascada. En tal caso hay que procurar que haya un caudal constante de agua. Ligado a ello hay que tener previsto controlar el volumen de agua en días de lluvia y en cuenta que a mayor diferencia de altura, el agua salpicará más y ese efecto estéticamente no interesa.

Las plantas en el jardín acuático

¿Qué plantas acuáticas hay para jardines acuáticos? Esta es una pregunta frecuente y la respuesta tiene dos variantes. La primera es que si sólo se busca la parte estética el catálogo es relativamente pequeño, pero si buscamos todas aquellas que pueden ser utilizadas dentro o alrededor de él, la cosa cambia a muchas más. En todos los casos seguro que cubren cualquier necesidad.

Existen cuatro grandes grupos de plantas asociadas al jardín acuático clasificados según su ubicación en él: plantas de rivera o margen, plantas profundas, plantas flotantes y no olvidemos el de las plantas sumergidas, grupo enmarcado en el mundo de los acuarios. En este último grupo se incluyen especies que no son propiamente acuáticas pero sí utilizadas por sus características y rusticidad que les permiten vivir en estas condiciones, como por ejemplo el Ficus repens, Dracaena sp., Syngonium sp., Spatiphillum sp., etc.

Las plantas y su distribución juegan un papel primordial. Por ejemplo desde el punto de vista ornamental debemos tener en cuenta tanto su aspecto natural como el que ocasionarán con sus reflejos en el agua y esto puede afectar a la decisión de las especies elegidas.

Con la implementación de las plantas en el jardín acuático se rompen la linealidad del mismo, resaltando el factor paisajístico de los recodos y curvas que se asemejan más a la visión natural. Tampoco hay que olvidar que con las plantas se interactúa con las pendientes, formas y texturas para darle un carácter más silvestre al jardín.

Las fuentes en el jardín acuático

Otros elementos que mejorarán el aspecto del jardín acuático son las fuentes en el jardín acuático. Pueden situarse pegadas a un muro por ejemplo o estar de forma aislada entre el agua.

En ellas podemos intervenir sobre aspectos como formas de salidas del agua, juegos de estética con la misma, caudales, alturas, etc. teniendo en cuenta que según circunstancias y gustos, está también asociada a ella el sonido… sonido si es agradable o ruido si molesta. En ambos casos debemos tener en cuenta su lugar estratégico para destacar o amortiguar dicho sonido del agua en movimiento.

Asociada a las fuentes o surtidores, están los juegos de luces, elementos a tener muy en cuenta si deseamos disfrutar del jardín acuático durante el atardecer o de noche.

Las piedras en el jardín acuático

Si optamos incorporar piedras en el jardín acuático no van a valer cualquiera y su disposición también debe ser tenida en cuenta. Grandes o pequeñas siempre darán un toque de elegancia y asimetría que mejoran el aspecto natural del jardín acuático, permitiendo aislar ambientes dentro del mismo.

Estas nos pueden dar mucho juego puesto que pueden ser utilizadas desde puntos de descanso para asentarse sobre ellas y contemplar el jardín acuático, para recrear ambientes paisajísticos e incluso crear caminos o mejorar el acceso puestas sobre el terreno húmedo.

Si buscamos piedras decorativas por la montaña, tengamos en cuenta sus características químicas si van a estar en contacto con el agua. Por ejemplo las muy calizas pueden alterar el pH del agua y con ello influir en el desarrollo de las plantas acuáticas e incluso en la vida de los peces.

Daños en el Ficus por frío

Los Ficus, sobre todo los más comerciales en Europa como son los Ficus benjamina, Ficus lyrata, Ficus decora, etc. son por lo general comercializados como plantas de interior que pasado un tiempo, en climas de inviernos no muy duros, suelen terminar muchos de ellos plantados en el exterior del hogar.

También en muchos casos, estos Ficus son plantados directamente al exterior, como sucede en gran parte de ciudades mediterráneas con clima que en ocasiones roza el subtropical.

Pero por desgracia, cada varios años y sin avisar, el tiempo sorprende con unos días de muy bajas temperaturas produciendo daños preocupantes en estas plantas. Daños que pueden desde destruir volúmenes importantes de follaje que tantos años ha costado crearse… hasta la propia muerte del Ficus si la helada es muy fuerte. Ante los daños en el Ficus por frío ¿qué se puede hacer?

¿Qué hacer ante una helada?

Las heladas, en estas zonas antes referidas, suelen ser breves, de pocos días, pero suficientes para ocasionar daños en nuestro Ficus.

Si sabemos que vienen estos fríos y las plantas las podemos entrar al interior de las casas, esta es la solución: muy sencilla y perfecta. Una vez pasado el riesgo de la helada, basta con volver a sacar el Ficus al exterior donde se encontraba.

El problema está si no podemos moverlo o simplemente nos hemos olvidado de resguardarlo. En los dos casos el daño se producirá. Si no la podemos mover ya sea por su ubicación o su tamaño, siempre se puede recurrir a cubrir el Ficus con un geotextil o tejido que pueda ayudar a resguardarlo. En estos casos, es recomendable cubrir la planta a media tarde y destaparla a media mañana durante todos los días de riesgo de heladas.

¿Qué hacer después de una helada?

Cuando los daños ya se han ocasionado estos son irreversibles. Por lo tanto, lo aconsejable es esperar a que se manifiesten en toda su magnitud durante las próximas semanas.

Si el Ficus, lamentablemente ha muerto, está claro que no se podrá hacer nada. Si por el contrario quedan zonas sin dañar (es lo más probable en la mayoría de casos), hay que esperar al comienzo de las brotaciones que suelen venir acompañadas con la llegada de las buenas temperaturas. Es entonces cuando podemos empezar a actuar.

Lo primero será eliminar las zonas afectadas e ir saneando el Ficus poco a poco. Lo podaremos por encima de las nuevas zonas donde se producen los nuevos brotes. No hay que tener miedo a podas severas. Hay que dejar sólo las zonas de la planta sana. Si el corte de la poda es muy grande, es interesante cubrirlo con alguna pasta especial para estos casos que ayuda a su cicatrización y evita la entrada de hongos patógenos.

Con el tiempo y tras ir observando las nuevas brotaciones, el trabajo consistirá en ir eliminando ramas nuevas no deseadas, pinzando aquellas que consideremos estructurales de la planta, dirigiendo correctamente las que ayudarán a cubrir espacios que han quedado vacíos, etc. En definitiva, ir trabajando de nuevo la planta mediante podas de formación para restablecer el aspecto ornamental deseado.

Tras la helada y una vez manifestados los daños, si el Ficus tira la hoja afectada es muy buena señal ya que indica que está vivo y responde eliminando las partes de ella (hojas) que no le sirven. Si por el contrario, las hojas se quedan muertas en la propia rama: mala señal, el daño es muy serio.

Cuando podemos el Ficus, siempre es aconsejable aplicar un sellador de heridas sobre la zona del corte. Más recomendable cuanto mayor sea el corte.

La aplicación de un abonado foliar a las tres o cuatro semanas de la helada y también al comienzo de la brotación, ayuda considerablemente a la recuperación de nuestro Ficus.

Abonado de los Ficus antes del invierno

Por último, durante la fertilización de nuestros Ficus, no olvidemos reducir los abonados ricos en nitrógeno durante el otoño sustituyéndolo por otro con un equilibrio más alto en potasio. Este cambio de equilibrio incidirá en que la planta estará más fuerte y por tanto más preparada para soportar bajas temperaturas.

Tradescantia

Las Tradescantias comprenden un grupo de especies de plantas de utilidad ornamental que según se traten pueden ser empleadas como plantas de interior o de exterior. Sus características defieren notablemente entre especies pero todas tienen en común que son herbáceas y su porte puede ser en mayor o menor medida herbáceo.

Algunas especies son muy apreciadas principalmente por sus hojas, mientras que a otras se les añade el interés de sus flores. Así en su conjunto, las Tradescantias sp. las podemos ver plantadas en tarrinas o maceteros colgantes, en jardineras e incluso cultivadas directamente sobre el suelo del jardín para cubrirlo creando delicadas zonas de color.

Todas ellas son fáciles de cultivar y les gusta la luz, especialmente el calor o mejor dicho, no le gusta las bajas temperaturas. Son ideales para aportar bellos y delicados contrastes cromáticos.

Tradescantia zebrina

Tradescantia sp. o amor de hombre

Amor de hombre es el nombre más popular con el que se conoce a la Tradescantia, si bien se suele emplear especialmente para referirse a la Tradescantia zebrina.

Como especie, la primera descrita fue la Tradescantia virginiana (nativa del este de Estados Unidos). Todas las Tradescantia sp. son originarias del continente americano y se distribuyen según la especie desde el sur de Canadá hasta el norte de Argentina. En cuanto a su nombre se lo asignó Carlos Linneo en honor al naturalista y viajero John Tradescant ya que fue el primero en introducir diferentes especies en el Reino Unido recolectadas durante sus varias expediciones a Estados Unidos.

Según las informaciones consultadas las primeras especies de Tradescantia sp. se introdujeron en Europa sobre el año 1629 como planta ornamental. Actualmente como consecuencia de la globalización del mercado ornamental se encuentran presentes prácticamente en todo el mundo.

La Tradescantia sp. pertenece a la familia Commelinaceae y como género agrupa a más de setenta especies de plantas herbáceas y perennes.

Como hemos adelantado, hay especies más utilizadas como plantas de interior y otras de exterior, por lo que es difícil describir a este género de forma global con cierto rigor. Bajo este contexto, las hay que poseen un marcado aspecto colgante y no sobrepasan los 30 centímetros de altura, mientras que las de porte más erguido pueden superar fácilmente el medio metro.

Sus raíces no profundizan excesivamente en el terreno y suelen ser tuberosas. También en el caso de algunas especies pueden surgir unas finas raíces adventicias de los nudos de sus tallos. En su conjunto los tallos pueden ser simples o ramificados y lo mismo ocurre con sus hojas, que pueden tener forma desde aovada a lineal-lanceolada, así como estar desde dispuestas en forma espiralada a lo largo del tallo o como opuestas insertadas a lo largo del mismo.

Todas las Tradescantia sp. tienen en sus hojas un interés ornamental pero no todas con tanta intensidad en sus flores. Así las hay que sí, como en el caso de la Tradescantia sillamontana, Tradescantia virginiana, Tradescantia oniensis, Tradescantia bracteata,… y ya no tanto en la Tradescantia zebrina, Tradescantia fluminensis, Tradescantia spathacea, etc. En conjunto poseen flores de color blanco, rosado, azul o violeta, que una vez fecundadas producen un fruto en forma de cápsula con dos semillas por compartimento.

Los cuidados de la Tradescantia sp. como planta de interior

Las especies de Tradescantia cultivadas como plantas de interior se comercializan básicamente en macetas y tarrinas en modalidad colgante, con la idea de aprovechar el valor ornamental de su porte. Nos referimos a especies como la Tradescantia zebrina, la Tradescantia fluminensis o la Tradescantia spathacea por ejemplo.

Para que nuestras Tradescantias crezcan con vigor deben estar bien iluminadas, sabiendo que si no lo están enfermarán fácilmente. Aun así no deben estar al sol directo, por lo que su ubicación ideal es cerca de las ventanas o bajo cobertizo. Si se exponen al sol directamente reducirá su velocidad de desarrollo y sus hojas se decolorarán de forma significativa.

La temperatura también es un factor a tener muy en cuenta para su cuidado. Las tradescantias son amantes del calor y con temperaturas por debajo de los 13 grados no sólo se paraliza su crecimiento sino que quedan más expuestas a los ataques de los hongos. Por lo tanto si las tenemos en balcones o cobertizos, con la llegada de los primeros fríos las protegeremos entrándolas dentro de casa.

El riego y humedad controlada son claves en los cuidados de la Tradescantia. Sí, le gusta el calor pero no lleva nada bien el exceso de agua, sino todo lo contrario. Así que debemos vigilar que su sustrato cuente con un buen drenaje. Aunque parezca extraño en este sentido, necesita humedad constante por lo que los riegos serán periódicos con poca cantidad de agua. Si nos excedemos en el riego lo identificaremos con facilidad al ver que sus tallos se pudren y sus hojas se cubren de un moho grisáceo. Si detectamos cualquiera de estos dos síntomas reduciremos inmediatamente la cantidad de riego, podaremos las partes afectadas de la planta y procuraremos que esté bien ventilada.

Para su abonado lo ideal es una aplicación quincenal durante la primavera (período de pleno crecimiento) y mensual durante los meses más fríos del año. Es importante utilizar un fertilizante para plantas verdes líquido a la dosis recomendada por el fabricante.

La poda puede realizarse durante la primavera o el verano, siendo bastante drásticos eliminando ramas largas y ‘desordenadas’ para que renueve toda su masa foliar con más vigor. Las tradescantias tienen una increíble capacidad de crecimiento.

Centrados en las plagas y enfermedades, a las tradescantias no les afectan especialmente. Respecto a plagas les suelen afectar algunas propias de verano como el pulgón, la cochinilla y la araña roja, controlándolas fácilmente con insecticidas específicos.

Tradescantia

Los cuidados de la Tradescantia sp. como planta de exterior

Las especies de tradescantia cultivadas como plantas de exterior son del tipo Tradescantia sillamontana, Tradescantia virginiana, Tradescantia oniensis, Tradescantia bracteata,… todas ellas muy rústicas. Por lo tanto casi todos los cuidados mencionados para las de interior nos son también válidos para las de exterior. La diferencia más evidente es que no les molesta el sol directo.

Su plantación se puede realizar a pleno sol, en conjunto de varias plantas para crear vistosas manchas de color, ya no sólo de sus flores sino principalmente por el de sus hojas.

El sustrato debe ser fértil con buen drenaje y la fertilización también con un abono, en este caso, especial para plantas de flor. El equilibrio del mismo debe potenciar el potasio a partir de otoño para fortalecer la planta de cara al invierno.

Las podas se realizarán durante la época de crecimiento y será tanto de mantenimiento de su masa foliar como para mantenerla en el espacio destinado para ella.

Tradescantia

El cultivo de la Tradescantia sp.

El cultivo de la Tradescantia es muy sencillo, siendo el más rápido y efectivo el esqueje ya sea apical o interdonal (tramos de tallos con hojas).

A nivel profesional la técnica se basa en esquejes apicales cortos y/o esquejes de tallo con un par de nudos con sus correspondientes hojas. Se enraízan en la maceta definitiva de venta sobre un sustrato turboso con un pH sobre 6,5 y ligeramente fertilizado.

Los esquejes se extraen de plantas madres seleccionadas que mantienen buena sanidad y las características propias de la especie bien fijadas. Tras cortar los esquejes se desinfectan con un fungicida para prevenir enfermedades, se clavan ligeramente sobre el sustrato (de tres a cinco esquejes según los formatos de venta), se mantiene un nivel de humedad relativa alta y una temperatura alrededor de los 25ºC hasta su enraizado, que suele estar entre los 7 y 10 días.

Una vez bien enraizados los esquejes (sobre los 25 días) se espacian las macetas, si el tamaño de la maceta es grande se suelen pinzar para favorecer que la parte foliar sea más abundante. Las plantas están listas para la venta entre 45 y 70 días según el formato comercial.

A nivel aficionado o aficionada, una técnica muy utilizada es enterrar parte de los tallos, o ponerlos en contacto con la tierra. Al poco tiempo emiten nuevas raíces por la altura de sus nudos, pudiéndolo cortar dichos tallos con sus raicillas y obteniendo así nuevas plantitas.

Curiosidades de la Tradescantia sp.

La facilidad de hibridación entre diferentes especies de Tradescantia sp. es una de las curiosidades científicas de esta planta. No existen barreras a la hibridación o mecanismos de aislamiento reproductivo entre gran parte de estas especies por lo que se cruzan entre sí en la naturaleza con suma facilidad.

Es más habitual de lo que sucede con la mayoría de otras plantas, que las hibridaciones o cruzamientos naturales determinen la producción de nuevos híbridos fértiles, formando ‘enjambres híbridos’ que seguidamente se ven sometidos a la selección natural de la vida para seleccionar las variantes más adaptadas al medio.

Un ejemplo de ello puede ser la Tradescantia × andersoniana la cual proviene de la hibridación entre 3 especies diferentes: T. ohiensis, T. subasper y T. virginiana.

Especies de Tradescantia sp.

La Tradescantia sp. es el género más grande de la familia Commelinaceae. A continuación hacemos una relación de las especies más conocidas:

  • Tradescantia ambigua
  • Tradescantia anagallidea
  • Tradescantia andrieuxii
  • Tradescantia boliviana
  • Tradescantia brachyphylla
  • Tradescantia bracteata
  • Tradescantia brevifolia
  • Tradescantia buckleyi
  • Tradescantia burchii
  • Tradescantia cerinthoides
  • Tradescantia cirrifera
  • Tradescantia commelinoides
  • Tradescantia crassifolia
  • Tradescantia crassula
  • Tradescantia cymbispatha
  • Tradescantia deficiens
  • Tradescantia edwardsiana
  • Tradescantia ernestiana
  • Tradescantia exaltata
  • Tradescantia fluminensis
  • Tradescantia gentryi
  • Tradescantia gigantea
  • Tradescantia gracillima
  • Tradescantia grantii
  • Tradescantia guatemalensis
  • Tradescantia guiengolensis
  • Tradescantia gypsophila
  • Tradescantia hirsuticaulis
  • Tradescantia hirsutiflora
  • Tradescantia hirta
  • Tradescantia huehueteca
  • Tradescantia humilis
  • Tradescantia leiandra
  • Tradescantia llamasii
  • Tradescantia longipes
  • Tradescantia masonii
  • Tradescantia maysillesii
  • Tradescantia mcvaughii
  • Tradescantia mirandae
  • Tradescantia monosperma
  • Tradescantia nuevoleonensis
  • Tradescantia occidentalis
  • Tradescantia ohiensis
  • Tradescantia orchidophylla
  • Tradescantia ozarkana
  • Tradescantia pallida
  • Tradescantia pedicellata
  • Tradescantia peninsularis
  • Tradescantia petiolaris
  • Tradescantia petricola
  • Tradescantia pinetorum
  • Tradescantia plusiantha
  • Tradescantia poelliae
  • Tradescantia pygmaea
  • Tradescantia reverchonii
  • Tradescantia roseolens
  • Tradescantia rozynskii
  • Tradescantia schippii
  • Tradescantia sillamontana
  • Tradescantia soconuscana
  • Tradescantia spathacea
  • Tradescantia standleyi
  • Tradescantia stenophylla
  • Tradescantia subacaulis
  • Tradescantia subaspera
  • Tradescantia tepoxtlana
  • Tradescantia tharpii
  • Tradescantia umbraculifera
  • Tradescantia valida
  • Tradescantia velutina
  • Tradescantia virginiana
  • Tradescantia wrightii
  • Tradescantia zanonia
  • Tradescantia zebrina

El silicio como fertilizante y bioestimulante agrícola

El silicio es un componente básico de la corteza terrestre, siendo después del oxígeno el elemento más abundante del planeta. Es un elemento utilizado en la agricultura aunque no esencial, como lo es el manganeso o el zinc, pero sí se sabe a ciencia cierta, que los beneficios que aporta son muy importantes. Este elemento no manifiesta síntomas de deficiencia específicos y quizás por esta razón podría ser el por qué el silicio ha sido un elemento olvidado. Es de destacar, que no se ha considerado como fertilizante hasta hace poco y hoy se sabe que juega un papel fundamental en la nutrición vegetal, sin olvidarnos de que también es eficiente en determinados aspectos de la sanidad de las plantas.

Para informarnos en más profundidad sobre las particularidades de este elemento en el campo agrícola, hemos entrevistado a Pilar Florensa Porta, del Departamento Técnico Comercial de la firma Productos Agrícolas Macasa, que con su marca LABIN, es una empresa que celebró el año pasado su 70 aniversario de dedicación a la nutrición vegetal. Productos Agrícolas Macasa es miembro de AEFA y desde su adhesión en ella participa de forma comprometida en la trasmisión del conocimiento en el campo de la nutrición vegetal.

Pilar Florensa Porta

Se habla mucho del silicio ¿Qué es el silicio de uso agrícola?

Podríamos decir que el silicio de “uso agrícola” es aquel que, de una u otra forma, se aplica sobre las plantas por vía foliar o radicular. Este concepto no se refiere únicamente a formas solubles y asimilables, sino también a formas insolubles como el caolín.

Hay dos tipos de aplicaciones que pueden hacerse y que corresponden a dos objetivos muy distintos: Aplicaciones de caolín (insoluble) y aplicaciones de formulaciones solubles y asimilables con fines nutricionales. Lo que podríamos llamar de forma sencilla sílice externa y silicio interno.

Con las aplicaciones de caolín conseguimos cubrir las hojas con una capa blanca que actúa como barrera física. Ésta refleja una parte de la luz solar y por tanto actúa como protector frente a los golpes de calor. El caolín, igual que ocurre con las aplicaciones de cobre o azufre, puede ser lavado por la lluvia y al no ser asimilable, no tiene una acción fertilizante.

La aplicación de formas solubles pretende que el silicio sea absorbido y actúe como nutriente. Aunque el silicio no está considerado como un elemento esencial, los efectos beneficiosos de su aplicación están totalmente contrastados.

El estudio del silicio como nutriente, es sobre lo que se ha centrado nuestra empresa desde hace más de ocho años. Hasta el momento parecía que la principal ventaja de su aplicación era la producción de plantas más fuertes, duras y elásticas, que nos aseguraran cultivos más robustos y con un mejor comportamiento postcosecha. Considerábamos secundario el efecto de control hídrico y la tolerancia a la sequía y a los golpes de calor. Pero los episodios de altísimas temperaturas y sequías severas que se están produciendo, de forma más intensa y habitual, han hecho que el efecto sobre el control de la evapotranspiración sea cada vez más interesante.

¿El silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre ¿Está igualmente disponible para la planta?

El silicio es un componente básico de la corteza terrestre. Después del oxígeno, es el elemento más abundante del planeta. Su abundancia contrasta con su escasa disponibilidad, ya que la mayoría de las formas químicas en las que está presente en el suelo son insolubles.

La forma química más abundante es la de dióxido de silicio que suele formar silicatos insolubles de estructura muy compleja con magnesio, calcio, sodio, aluminio, etc. La forma soluble que encontramos en el suelo, el ácido ortosilícico, se forma muy lentamente a partir de formas insolubles o de compuestos orgánicos. Esto es lo que provoca la poca disponibilidad.

En los ecosistemas naturales o en la agricultura de subsistencia las reposiciones de material vegetal compensan las extracciones de silicio y se mantienen niveles bastante estables en el suelo.

Flores de almendro

¿Qué ocurre con la disponibilidad del silicio en la agricultura intensiva?

Cuando la agricultura se intensifica este equilibrio se rompe. Las extracciones aumentan, sobre todo en cultivos exigentes como el arroz y los cereales, donde no hay reposición porque se incorporan pocos restos vegetales y la disponibilidad en el suelo va descendiendo. En la actualidad, los niveles de silicio disponibles en la mayoría de suelos, son totalmente deficitarios.

Como el silicio es un elemento que no tiene una repercusión directa sobre la producción, no se había considerado, hasta ahora, como elemento fertilizante. No se incluía en los planes de abonado y como consecuencia la mayoría de los cultivos tienen niveles muy bajos de este elemento.

¿Repercute esta falta de silicio en los cultivos en el valor nutricional de los alimentos?

Si, la ingesta de silicio en la dieta ha descendido y por esta razón se comercializan complementos nutricionales para compensar estas carencias. Hay que tener en cuenta que el silicio tiene efectos beneficiosos sobre el buen funcionamiento de las articulaciones y también sobre la fortaleza de uñas y pelo. Es decir, si aumentamos el contenido de silicio de los alimentos, mejoraremos su valor nutricional.

¿Qué función tiene el silicio en las plantas?

El silicio tiene dos acciones diferenciadas. Primero interviene en los mecanismos metabólicos de regulación de nutrientes y relacionados con la fotosíntesis y después, si hay silicio suficiente, se acumula en las paredes celulares en forma cristalina y amorfa.

El papel que desempeña en el metabolismo vegetal no está del todo claro, pero sí que está totalmente contrastada su influencia positiva sobre el balance de nutrientes. Aumenta las sinergias, reduce antagonismos y también reduce la absorción de elementos que pueden llegar a ser fitotóxicos.

Por ejemplo, aumenta la absorción del fósforo cuando es deficitario y lo reduce cuando está en exceso. Reduce la absorción de sodio en condiciones de aguas y/o suelos salinos y también reduce los síntomas de toxicidad por metales pesados como puede ser el caso del aluminio en suelos con pH muy ácido.

Al final esta mejora en la gestión de los nutrientes comporta un mayor aprovechamiento de los recursos. En definitiva, una gestión de los fertilizantes más sostenible. En agricultura ecológica, en la que la disponibilidad de algunos nutrientes puede llegar a ser un factor limitante, aumentar la capacidad de las plantas para aprovecharlos, es muy importante.

El silicio tiene, por tanto, una acción claramente bioestimulante. La función estructural que desempeña el silicio deriva de la acumulación que se produce en la epidermis de las hojas, tallos y frutos. Este refuerzo de las paredes celulares hace que la planta sea más robusta, dura y a la vez elástica. Los beneficios que vamos a obtener son importantes:

  • Mayor control hídrico. Tendremos una mayor tolerancia al estrés hídrico y a los golpes de calor. También, en situaciones normales, tendremos un menor consumo de agua de riego. Esta característica va a ser cada vez más importante por los episodios de calor extremo que, parece ser, van a ser más frecuentes e intensos con el cambio climático.
  • Mejora del comportamiento post cosecha. Los frutos serán más resistentes al transporte y al manejo, y las podredumbres asociadas también se reducirán por el hecho de que les va a costar más penetrar en el fruto. Esta acción sería muy parecida a la que conseguimos con los aportes de calcio. Si por el contrario tenemos episodios de exceso de lluvia, la mayor dureza de los tejidos reducirá el encamado en cereales y las podredumbres en frutos. La elasticidad que confiere el silicio aportará una mayor tolerancia al craking, sobre todo en cerezas.

Incorporar silicio en los planes de abonado, puede ser una herramienta más a tener en cuenta en las estrategias sanitarias. Esta incorporación debe hacerse siempre controlando el aporte de nitrógeno que tiene un efecto totalmente contrario. Lo que nos conviene es tener plantas más duras y resistentes, y el exceso de nitrógeno las hace más tiernas y vulnerables.

Así, en situaciones de alta incidencia de pulgón, oídio, botritris, monilia, etc., reducir los aportes de nitrógeno y aumentar los de silicio, así como los de calcio, será una estrategia que va a jugar a favor nuestro.

¿Cómo se manifiesta la deficiencia de este elemento?

No hay síntomas de deficiencia específicos para este elemento. Ésta podría ser la razón por la que el silicio ha sido un elemento olvidado, que no se ha considerado como fertilizante hasta hace poco. No es un elemento esencial, como podría ser el manganeso o el zinc, pero sí se sabe, a ciencia cierta, que los beneficios que aporta son muy importantes.

Los cultivos con poco silicio presentan problemas similares a los que provocaría un exceso de nitrógeno: plantas más débiles, hojas y brotes más tiernos, menor control hídrico, peor conservación post-cosecha, encamado, etc.

Flor de sandía

¿Qué métodos de aplicación tiene en cultivo?

La aplicación de sílice como caolín, sólo se realiza en pulverización foliar en forma de polvo mojable.

La incorporación de silicio como nutriente soluble puede hacerse por pulverización foliar o por vía radicular en fertirrigación. Será necesario tener en cuenta el pH de los formulados ya que los que tienen pH alcalinos tendrán más dificultad de mezcla que los formulados de pH ácido.

¿Hay cultivos especialmente sensibles a su deficiencia?

Los contenidos de silicio en las plantas son muy variables. Hay cultivos, que a pesar de tener una a buena disponibilidad, presentan contenidos no superiores al 0,5% y otros cercanos al 5%.

El arroz y el trigo son dos de los cultivos que tienen contenidos mayores de Silicio. Estos cultivos son los que reaccionan de forma más positiva, aumentando su producción a la incorporación de este elemento y los que sufren más su deficiencia.

Pero, las necesidades de conservación post-cosecha que la exportación impone, hace que el silicio sea importante para aquellos frutos y hortalizas más sensibles al transporte. La fresa, las cerezas, la fruta y los cultivos hortícolas van a comercializarse mejor gracias al aumento de su conservación post cosecha.

También será importante para aquellos cultivos de secano que están ya sufriendo las consecuencias del cambio climático como la viña y el olivar. Las aplicaciones de silicio van a hacer que puedan sobrellevar mejor la combinación de sequía y altas temperaturas.

¿Qué papel juega el silicio como Bioestimulante?

El efecto bioestimulante del silicio se basa en su acción de mejora del balance de nutrientes. A igual disponibilidad de nutrientes las plantas con un mayor contenido en silicio conseguirán mejores rendimientos

Otro efecto bioestimulante será el conseguido en situaciones de exceso de sodio y de metales pesados, como puede ser el caso del aluminio en suelos ácidos. En estas situaciones, las plantas con más silicio, absorberán en menor medida estos elementos y tendrán un mayor crecimiento.

El último efecto bioestimulante vendrá determinado por la menor parada vegetativa que se va a producir en situaciones de fuerte estrés hídrico y/o golpe de calor.

¿Ayuda a conseguir cosechas bajo escasez razonable de agua?

Sí. El silicio puede llegar a reducir las necesidades de agua de forma considerable. Algunos estudios hablan de reducciones de hasta un 20% en hortícolas. El mismo mecanismo de control hídrico que nos ayuda en situaciones extremas de sequía, hace que podamos reducir el riego.

El silicio va a ser muy importante para un buen mantenimiento de aquellos cultivos que sólo tienen un riego de soporte o deficitario, si se producen situaciones extremas de altas temperaturas.

Habrá que considerar este elemento como un gran aliado para establecer estrategias de adaptación de la agricultura al cambio climático.

El agricultor ¿Cómo encuentra formulado este elemento en los almacenes para su aplicación? ¿Debe tener algún tipo de precaución el productor ante la oferta de formulados con silicio en el momento de su elección?

Existen ya en el mercado bastantes formulados a base de silicio. Lo que hay que tener en cuenta es la concentración y sobre todo el pH. Este determinará en gran medida las compatibilidades. Los formulados alcalinos tendrán menor capacidad de mezcla.

Labin mantiene estudios y ensayos orientados a conocer las posibilidades del silicio en agricultura ¿Nos puede avanzar algunos de estos estudios y su repercusión en la mejora de cultivos?

Llevamos años estudiando las posibilidades del silicio con nuestros productos Labisinergic y Labin Fertisil.

Labisinergic es un producto que se aplica por vía foliar. Es muy eficaz ya que puede aplicarse a muy bajas dosis y, además, tiene un excelente comportamiento en mezclas gracias a su pH ácido.

Algunos ejemplos de aplicaciones que estamos haciendo con Labisinergic son:

  • Control hídrico en avellano.
  • Aumento de la conservación post cosecha y azúcares en melocotón y nectarina.
  • Control hídrico en viñedos.
  • Reducción de la purga de aceituna por sequía extrema en olivar, etc.
  • Cracking en cereza.

Los cultivos hortícolas en invernadero prefieren hacer las aplicaciones de fertilizantes por vía radicular. Vimos que con Labisinergic no obteníamos los mismos resultados en fertirrigación que por vía foliar. Observamos que la formulación ácida, que es la más eficiente, podía quedar bloqueada en función del tipo de suelo. Por esta razón diseñamos un producto que se adaptara a las necesidades de la fertirrigación.

Labin Fertisil es el resultado de 2 años de trabajo junto a la Universidad de Almería para conseguir un producto muy estable en la solución del suelo, que asegura la absorción del silicio en las condiciones más extremas.

Con estos dos productos podemos dar respuesta amplia a las necesidades de aplicación de los distintos cultivos. Queremos facilitar el aporte de silicio en todas las situaciones y que en cada caso la absorción y asimilación estén garantizadas.

¿Se sabe todo el potencial del silicio en agricultura o su campo de aplicación y si sus beneficios aún tienen recorrido?

Hay mucha bibliografía y muchos estudios publicados, pero queda mucho camino por recorrer.

En nuestros propios estudios, hemos visto que una misma aplicación de silicio puede tener efectos distintos según la dosis, el estado fenológico y las condiciones climáticas. Es decir, las variables a estudiar se multiplican.

El potencial del silicio en la agricultura es enorme, sobre todo por lo que respecta a temas relacionados con la sostenibilidad: reducción del consumo de agua, mayor aprovechamiento de fertilizantes, mayor resistencia a plagas y enfermedades, etc. También queda mucho por hacer en temas relacionados con la conservación post cosecha que mejoren la competitividad de las exportaciones.

A pesar de lo que queda por hacer, los resultados que se van obteniendo nos indican que los beneficios de estas investigaciones van a comportar grandes avances en la dirección correcta: una agricultura sostenible que compagine la producción y calidad de las cosechas con la robustez de los cultivos.

Helechos

Crecen en las zonas umbrías de los bosques ya sea bajo los árboles o sobre la tierra en laderas, pero siempre en ambientes donde la sombra y la humedad son sus grandes aliados. Contrariamente a lo que se cree, tampoco son amantes de las temperaturas elevadas sino de todo lo contrario, temperatura fresca sin llegar a muy bajas porque se hielan con facilidad.

Los hay desde porte pequeño a grandes, hasta el extremo que se les etiqueta como árboles, como es el caso de los helechos arborescentes. Pero cuando nos referimos a los helechos como concepto en el mundo ornamental, esto se complica ya que no sólo son los helechos propiamente los que se tienen en mente sino que bajo este ‘concepto de helecho’ (Nephrolepis sp.), se suman otras especies como por ejemplo los Asplenium sp., Adiantum sp., Platycerium sp., etc. incluso otras plantas de vegetación similar y que ornamentalmente responden de forma parecida, como es el caso de algunos tipos de Pileas sp.

Plantas sin flores

Hay plantas que son muy ornamentales por sus flores mientras que otras lo son por su follaje. A este último grupo pertenecen los denominados helechos. Estos, incluidas las especies antes mencionadas (salvo las excepciones como las Pileas sp.), son plantas que carecen de flores y frutos que aparecieron hace más de 300 millones de años sobre la faz de la Tierra. Son plantas clasificadas botánicamente como criptógamas (Cryptogamae) que se reproducen por esporas.

Helechos

Aspectos en común del grupo los helechos

Todos estos ‘tipos de helechos’ tienen en común que para vegetar adecuadamente requieren semisombra, una humedad relativamente alta, una calidad de agua no alcalina y una temperatura ambiente fresa. Como hemos adelantado, un ambiente y condiciones similares a los que tendrían en las zonas umbrías y boscosas.

Estos helechos son comercializados como plantas de interior, si bien algunas de ellas vegetan perfectamente en el exterior siempre y cuando no se produzcan heladas.

Por lo general todo este grupo de plantas poseen la belleza ornamental en sus hojas, siempre verdes, con formas características según la especie y variedad, así como el porte colgante de las mismas, un porte que se va acentuando conforme crecen y se hacen más grandes. Precisamente esta característica las hacen ideales para exponerlas en tarrinas colgantes o sobre peanas. En conjunto, contando con las singularidades de cada planta, permiten ‘jugar con ellas’ para realzar la decoración junto al estilo de muebles y demás elementos arquitectónicos.

Ocho tipos de helechos

A continuación mostramos una breve descripción de las ocho especies que se suelen tener en mente a la hora de hablar de los helechos de forma general:

Helecho macho. Su aspecto como planta recuerda e incluso se confunde con los verdaderos helechos, siendo en realidad géneros distintos: los más conocidos son el Dryopteris affinis y Dryopteris filix-mas. Su rusticidad los hacen ideales para disfrutarlos en los patios de las casas o en zonas del jardín. Podemos catalogarlos como ‘helechos de exterior’ y llegan a adquirir un gran porte.

Nephrolepis sp. Son los verdaderos helechos y se comercializan diferentes especies que se diferencian por características más o menos sutiles de sus hojas y/o foliolos, entre ellas el Nephrolepis cordifolia o el Nephrolepis exaltata. Básicamente se ubican como plantas de interior si bien, en ambientes protegidos pueden disfrutarse bajo pérgolas, cobertizos, etc. al exterior.

Asplenium sp. Sus elegantes hojas, anchas y de aspecto delicado les aportan una gran belleza. Son utilizadas como plantas de interior y con el tiempo pueden adquirir un buen tamaño.

Adiantum sp. De follaje elegante compuesto por numerosas hojitas de aspecto delicado, se disfrutan tanto como planta de interior como de exterior. En el primer caso aportando ‘puntos de vida verde’ en diferentes estancias del hogar, incluido los cuartos de baño porque le encanta la humedad. Al exterior es una planta ideal para zonas umbrías y húmedas, como aquellas que se pueden dar junto a los estanques o partes muy resguardadas en el exterior de las casas.

Helechos

Platycerium sp. La forma de sus hojas es muy exótica y peculiar, con aspecto que recuerda a la cornamenta de algunos animales e incluso prehistóricos, quizás de ahí derive su nombre. Se puede disfrutar tanto como planta de interior como de exterior siempre y cuando se encuentre protegida del sol directo. Son muy atractivas cuando se exponen como planta colgante bajo árboles, proporcionando un encanto especial.

Pileas sp. No son plantas criptógamas, sino que tanto su floración que pasa muy desapercibida como su aspecto vegetativo siempre verde, recuerdan al grupo de helechos que estamos tratando. Algunas especies de pileas que podemos incluir en este contexto son Pilea nummulariifolia, Pilea peperomioides o Pilea microphylla por ejemplo.

Pteris sp. De todas sus especies la Pteris cretica, Pteris serrulata y Pteris ensiformis son las más populares. A todas les gusta los lugares iluminados aunque fuera de los rayos directos del sol, y en este caso de la humedad ambiental.

Dicksonia antárctica o Balantium antarcticum. Es un helecho arborescente nativo de ciertas partes de Australia que puede alcanzar hasta 20 metros de altura. Es una especie muy primitiva, con un tallo similar al de las palmeras.

¿Cómo cuidar los helechos?

Ya hemos adelantado algunos consejos para el cuidado de este ‘grupo de helechos’. Si nos centramos en aquellos a tener en cuenta dentro de casa están los de exponerlos en zonas protegidas de la luz directa del sol como por ejemplo muy cerca de las ventanas. Otro consejo es evitar exponerlos a las corrientes de aíre, tanto de las naturales entre habitaciones y el exterior, como de las provocadas por los equipos de aire acondicionado ya sean de frío en verano como de calefacción en invierno.

Como les encanta la humedad relativa alta les podemos ayudar instalando un humidificador en la habitación, especialmente en verano, como también colocando una tarrina o plato con agua más grande que la base de la maceta que mantendremos con cierta cantidad de agua constantemente. Esta, al evaporarse le irá proporcionando un microclima que agradecerá. Debemos tener en cuenta dos cosas fundamentales, una el colocar un soporte en medio en el que descanse la maceta con el helecho para evitar que esta esté en contacto directo con el agua y evitar así que se puedan dañar sus raíces. Otra es, sobre todo si están en el exterior, que críen los mosquitos en esa agua (lo hacen en aguas estancadas) y para ello la renovaremos periódicamente.

A la hora de regar evitaremos hacerlo con agua alcalina y si es potable, es recomendable tener un recipiente como por ejemplo un cubo, con agua de un día para otro con el propósito de que se evapore el cloro que contiene. Para el riego lo aplicaremos directamente sobre la maceta y si se moja su follaje, es importante que llegue a la noche seca. ¿Cada cuánto tiempo debemos regar? La respuesta depende de factores como tamaño de planta, especie, etc. pero como base, lo haremos de forma que el sustrato esté siempre húmedo sin llegar al encharcamiento.

Para el trasplante, un sustrato especial para plantas de interior es el recomendado ya que es un sustrato ligero, muy turboso y con un pH ligeramente ácido. El momento de trasplante es cuando vemos que la planta ha perdido la proporcionalidad con respecto a la maceta, cuando vemos que se seca demasiado rápido o que al quitársela vemos el cepellón muy apelmazado de raíces. Si decidimos hacerlo, la época de trasplante más adecuada puede ser a principios tanto de primavera como de otoño, eligiendo una nueva maceta un poco más grande, procurando no apelmazar el nuevo sustrato y mantener el mismo nivel de plantación que tenía.

Respecto a la fertilización de este ‘grupo de helechos’, el fertilizante ideal es el que se ve en el comercio especial para ‘plantas de hoja’ entendiendo como tales aquellas que son siempre verdes y cuya floración no es tenida en cuenta. Este debe ser equilibrado y con microelementos para que no tengan carencias de alguno de ellos. En cuanto a la dosis será la más baja recomendada por el fabricante para evitar que se produzcan excesos de sales en el sustrato.

Helechos

En su mantenimiento el concepto de podas queda relegado a mantener su aspecto ornamental y para ello se irán cortando por su base aquellos frondes u hojas que se encuentren secas, dañadas o crezcan ‘fuera de lugar’.

Son plantas relativamente económicas por lo que puede ser más interesante comprar nuevas plantas que intentar multiplicarlas. Si aun así se decide hacerlo, en su hábitat natural lo hacen mediante esporas, técnica que es muy complicada a nivel doméstico, por lo que una de las mejores opciones es el multiplicarlas por división de mata. En algunos tipos de Nephrolepis sp., suelen emitir estolones similares a los que producen las fresas y en estos casos los pondremos en contacto con un nuevo sustrato, una vez enraízan en él y vemos como comienzan a emitir nuevas plantitas, se pueden cortar y trasplantas a una maceta nueva y en solitario.

Helechos de exterior

Ya hemos avanzado que con una serie de cuidados podemos disfrutarlos como plantas de exterior, siempre y cuando el clima lo permita. También que hay un ‘tipo de helecho’ que en realidad no lo es. En concreto es el llamado helecho macho como por ejemplo el Dryopteris affinis y el Dryopteris filix-mas, que son plantas muy resistentes e incluso en zonas soleadas. Este tipo de helecho se planta en macetas grandes y sus hojas tienden a coger un aspecto más erguido.

Otra de las plantas que vegetan muy bien al exterior es el Adiantum sp. sobre todo si están en zonas muy umbrías y húmedas, comportándose muy bien cerca del agua.

Sin olvidar a los Platycerium sp. que resaltan su belleza plantados junto al tronco de un árbol y bajo su sombra.

En cuanto a los verdaderos helechos, los Nephrolepis sp. pueden vegetar muy bien protegidos bajo pérgolas, porches y cobertizos.

Todos ellos aportan un ambiente exótico a la vez que elegante. Ya sea al exterior como en el interior, siempre encontraremos un espacio en el que poder disfrutar de un helecho y ante tanta diversidad se pueden disfrutar combinando muchos de ellos a la vez.

Yucca filamentosa

El género Yucca sp. comprende diferentes especies ornamentales, siendo una de las más apreciadas la Yucca filamentosa, y en concreto la Yucca filamentosa Color Guard por el variegado de sus hojas.

Estas características ornamentales junto a su rusticidad y escasa necesidad de agua, la hacen muy interesante como planta para su uso en jardinería. Puede implantarse en el jardín como planta aislada, en grupo, en un contexto de rocalla e incluso como planta ejemplar paisajística.

Yucca filamentosa “Color Guard”

La Yucca filamentosa pertenece a la familia Agavaceae y se distingue muy fácilmente de las demás yuccas por sus filamentos fibrosos y blancos que son emitidos por los bordes de sus hojas de color azulado verdoso. En el caso de la Yucca filamentosa “Color Guard” además destaca el atractivo variegado de sus hojas.

Es una hermosa yucca abigarrada resistente al frío, con numerosas raíces y cuyas hojas crecen en forma de roseta sobre sus tallos, sobrepasando como planta incluso los tres metros de alto, un tamaño muy adecuado para cualquier jardín de mediano a gran tamaño.

Yucca filamentosa “Color Guard”

En sus hojas, en el caso de la Yucca filamentosa “Color Guard”, reside gran parte de su atractivo ornamental, son de color verde brillante que cuentan con el plus de una franja central de color amarillo vivo que se torna ligeramente de color rosa durante la época más fría del año.

Cada rama termina con la edad, en una única inflorescencia a modo de espiga con flores blancas colgantes iridiscentes. Florece a finales de la primavera o bien entrado el verano según la zona geográfica. Con esta espiga la altura de la planta puede alcanzar sobre un metro más.

Cuidados de la Yucca filamentosa

Resistente y tolerante a la sequía, aporta al jardín contraste y color durante todo el año, especialmente la Yucca filamentosa “Color Guard”.

Es una planta arbustiva muy dura y su exposición ideal es a pleno sol, si bien también vegeta bien en semisombra. Destacar que su cultivo es mejor si se planta al abrigo de los vientos invernales.

Aunque es capaz de vegetar en suelos pobres y con poco riego, en aquellos fértiles y con humedad lo hace más rápidamente y desplegando una mayor masa foliar. Cuando la plantamos en rocallas, el riego debe ser el mismo que para el resto de plantas para este tipo de jardín. Respecto a su fertilización, un abono equilibrado con una frecuencia mensual es suficiente, del tipo que se utiliza como mantenimiento del jardín.

No necesita podas, por lo que requiere muy poco mantenimiento, quedando este limitado a la eliminación de hojas secas de las espigas florales una vez que estas marchitan.

Esta rusticidad la hacen prácticamente inmunes a plagas y enfermedades. Otro aspecto relevante es que sus hojas, al no ser tan coriáceas como otras especies como por ejemplo la Yucca elephantipes o Yucca gloriosa, permiten ser plantadas más cerca de las zonas de paso porque no hay tanto riesgo de pincharse con sus hojas,

Yucca filamentosa “Color Guard”

Cultivo de la Yucca filamentosa

El cultivo de la Yucca filamentosa y por supuesto la Yucca filamentosa “Color Guard” en viveros se realiza por esqueje. Estos son producidos por empresas especializadas en planta joven que los extraen de plantas madres seleccionadas en las que se pone especial cuidado en su sanidad vegetal y calidad ornamental de sus hojas.

Una vez en el vivero de cultivo, se plantan contenedores de 18 a 22 centímetros de diámetro normalmente, según el formato que se desea obtener. El sustrato empleado es turboso pero con buen drenaje, fertilizado y con un pH neutro o ligeramente ácido. Su exposición es a pleno sol o como mucho bajo una estructura cubierta con malla de monofilamento que frene un poco las corrientes de aire, matice ligeramente los rayos de sol y mantenga un clima más estable.

Los riegos se realizan prácticamente a diario ya sea por aspersión o mediante riego localizado.

Al principio se planta a la máxima densidad posible y conforme crecen en el tiempo, se espacian sus macetas para evitar su espigado. Cuando alcanzan la altura deseada son comercializadas en floristerías, centros de jardinería o a empresas constructoras y de mantenimiento de parques y jardines.

Fruta de la pasión

Con el nombre de fruta de la pasión se le conoce a la Maracuyá. También conocida con otros nombres mburucuyá, parcha, parchita o chinola, flor de la pasión, maracuyá común, granadilla, mburucuja, curubo, curuba de Castilla, pasionaria o tacso. Es una fruta exótica relativamente poco conocida si bien viene ganando importancia económica debido tanto a sus diferentes formas de consumo como a los beneficios que se le atribuyen sobre la salud humana.

Si bien para su consumo se puede realizar como fruta fresca, en zumo o en derivados gastronómicos, también hay que destacar que es una planta trepadora ornamental muy utilizada en la jardinería tanto pública como privada.

Passiflora sp.

La fruta de la pasión pertenece al género Passiflora sp. que a su vez agrupa a unas 550 especies, de ellas sobre 50 con frutos comestibles y por lo tanto de interés comercial alimentario.

Esta pertenece a la familia Passifloraceae y aunque según la especie se le llegue a dar nombres concretos a sus frutos, curiosamente a esa cincuentena de especies con frutos comestibles se les llaman coloquialmente a todos ellos frutos de la pasión o maracuyá.

La mayoría de especies son originarias principalmente de América tropical y subtropical (Brasil, Colombia, Perú, Ecuador), aunque algunas pocas se las sitúan en el sur de Asia, Australia y Oceanía.

A estas especies hay que sumarles sus híbridos, tanto naturales como los creados por los genetistas que aportan al conjunto notables diferencias morfológicas en sus tallos que pueden ser cuadrangulares o cilíndricos, sus hojas lobadas o enteras, sus flores con un catálogo amplísimo tanto en colores, tamaños y formas, así como en sus frutos, sobre todo en especies comestibles en los que difieren en tamaño, peso, color, aroma y sabor.

Las especies de Passiflora sp. son plantas trepadoras con zarcillos que le ayudan a su trepado. En el caso de las especies ornamentales la hacen ideal para cubrir vallas, muros, cenadores, celosías, etc. y en el caso de las especies de uso comestible, para su cultivo es necesario la instalación de estructuras para su soporte y guiado.

Fruta de la pasión

Cultivo de la fruta de la pasión o maracuyá

Cuando nos referimos al cultivo de la fruta de la pasión o maracuyá, abandonamos su carácter ornamental y nos centramos en su interés como planta frutal.

Para su cultivo se hace necesario una estructura que permita su guiado mediante postes y alambres que permitan el enrollado de sus ramas y crear copas vegetales de forma similar a otros frutales como por ejemplo los kiwis.

Su cultivo puede realizarse básicamente orientado a dos modalidades: cultivo en espaldera vertical o como sucede con la viña para uva de mesa en modo parral.

La densidad de cultivo varía notablemente de la especie, variedad y sistema de cultivo, pudiendo ser de 400 a 2.500 plantas por hectárea. Lo mismo sucede con su productividad que puede establecerse entre las 15 a 60 toneladas por hectárea y año. Esta variabilidad, como adelantamos, es así porque en ella intervienen factores decisivos como la especie y variedad cultivada, técnica de cultivo (riego, polinización, abono y control fitosanitario), la climatología, el grado de tecnificación del cultivo, etc.

En todos los casos, su entrada en producción es relativamente rápida: alrededor del medio año tras su plantación.

La fruta de la pasión, aunque dependiendo de los factores antes mencionados, su cultivo se adapta a diversos climas dentro del ámbito cálido, como es el tropical de baja altitud, el subtropical de alta altitud o el clima templado.

La exposición es a pleno sol y sobre suelo fértil con disponibilidad de agua de riego. La plantación se realiza al marco de plantación antes mencionado, guiando sus ramas sobre la estructura creada para tal fin.

Principales especies de fruta de la pasión

Entre las más de cincuenta especies de Passiflora sp. que se cultivan para la comercialización de sus frutos, sólo unas cuantas son las más indicadas para la producción a nivel industrial. A continuación mostramos algunas de las más relevantes en el panorama internacional.

Passiflora edulis Sims

El Maracuyá amarillo (Yellow Passion Fruit – Maracujá amarelo) es la especie más cultivada destinada a la producción de zumo y a modo más testimonial, comercializada como fruta fresca sólo a nivel de mercado interno de los países productores como Brasil, Ecuador y Colombia. Esta planta es poco conocida en el mercado europeo porque su cultivo está más adaptado al clima tropical o subtropical de baja altitud. Su producción oscila entre las 30 y 50 toneladas por hectárea y año.

Su fruto oscila entre los 150 y 300 gramos, su corteza es amarilla, su pulpa aromática y a nivel organoléptico posee una elevada acidez.

El Maracuyá morado (Purple Passion Fruit – Maracujá roxo) se cultiva principalmente en los países de Kenia, Sudáfrica, Colombia, Perú y algunos países de Asia.

Esta es más conocida en el mercado europeo, con frutos de buen tamaño y agradable pulpa, por lo que también es cultivada especialmente para su consumo como fruta fresca.

El peso de sus frutos oscila entre 60 y 100 gramos, su corteza es morada y su pulpa aromática, con un grado de acidez más bajo y más dulce que el Maracuyá amarillo. Se cultiva mejor en clima subtropical o tropical de altitud.

Passiflora pinnatistipula Cav.

La Gulupa se cultiva principalmente en los países de Colombia y Ecuador. Es una planta muy similar a la Passiflora edulis en hojas, flores y frutos, sobre todo al Maracuyá morado.

Sus frutos son comercialización de forma destacada en el mercado europeo como fruta fresca. Estos son más pequeños, oscilando entre los 40 y 60 gramos, con corteza de color púrpura y pulpa aromática. Se cultiva en clima subtropical y su productividad oscila entre las 15 y 25 toneladas por hectárea y año.

Passiflora alata Curtis

La Maracuyá dulce (Sweet Pasion Fruit – Maracujá doce) es la segunda fruta de la pasión más producida en Brasil y su consumo es exclusivamente como fruta fresca.

Se cultiva (es originaria de Brasil) en clima subtropical o tropical de altitud y el peso de sus frutos oscila entre los 200 a 300 gramos, es de corteza amarilla, forma alargada y organolépticamente es aromático y sabroso.

Passiflora ligularis Juss.

La Granadilla (Sweet Granadilla) se cultiva en un clima subtropical de alta altitud, exactamente entre los 1.100 a 2.600 metros sobre el nivel del mar. Y lo hace en las regiones de alta altitud en Ecuador, Colombia, Venezuela y Bolivia.

Su consumo es como fruta fresca, tanto en los mercados de origen como en Europa fruto de las exportaciones. El peso de sus frutos oscila entre 70 a 140 gramos, de piel amarilla, pulpa poco coloreada aunque bastante aromática, dulce y con baja acidez.

Fruta de la pasión

Passiflora incarnata L.

La Maypop es una fruta de la pasión originaria del sudeste de Estados Unidos. Su producción es distinta al resto ya que se cultiva para la obtención de materia seca derivada de la parte aérea y su comercialización es para la industria farmacéutica. De hecho, sus frutos aunque son comestibles no son comercializados. Esta planta vegeta bien en un clima templado.

Usos de la fruta de la pasión

A la fruta de la pasión se le atribuyen numerosos beneficios sobre la salud y ello ha hecho que vaya ganando importancia económica. Para ello también ha sido importante las diversificaciones en cuanto a su uso y consumo, estando muy presente en la mente de todos y todas las bebidas de maracuyá por ejemplo.

A este fruto se le atribuyen un alto contenido en nutrientes, minerales y vitaminas, de las que se destacan antioxidantes, flavonoides, vitaminas A y C, riboflavina, niacina, hierro, magnesio, fósforo, cobre, fibra y proteínas.

Los productos comercializados bajo el nombre de maracuyá y no tanto fruto de la pasión, son tanto como fruta fresca como en base a productos elaborados industrialmente. Tal es el caso de zumos (de su pulpa), harinas (de la corteza de los frutos), aceites para cosmética (de sus semillas), mermeladas e incluso fármacos vitamínicos (de sus hojas y ramas).

Mercado de la maracuyá

Los principales países productores de maracuyá (fruta de la pasión) son por orden de mayor a menor producción Brasil, Indonesia, India, Colombia, Perú y Ecuador, además de Perú, Kenia, África del sur, Vietnam y Tailandia. De todos ellos, Brasil con alrededor de las 850.000 toneladas al año es el mayor productor mundial, seguido de lejos con las 150.000 de Indonesia o las 130.000 de la India.

Sin embargo, los mayores exportadores de comercializado de fruta fresca de maracuyá son Colombia, Ecuador, Perú, Kenia, África del sur, Vietnam y Tailandia. Ya en Europa y a nivel de consumo, la maracuyá se consume cada año más, sobre todo como zumo o fruta fresca.

El precio de la fruta de la pasión, tanto en la industria como en el comercio de la fruta fresca, varía en función de diversos factores como son la especie cultivada, la calidad de los frutos, la época del año o el sistema de cultivo que la hace más o menos competitiva,

Destacar que el clima que goza el sureste español, al igual que ha ocurrido con otras especies frutales como el chirimoyo, el aguacate o el mango, el cultivo de la maracuyá empieza a estar en el programa estratégico de diversificación hortofrutícola.

Moringa oleifera

La Moringa oleifera es una planta considerada estratégica tanto desde un punto de vista alimentario como medicinal. Su rusticidad, que le permite crecer prácticamente sobre cualquier tipo de terreno e incluso soportar periodos estacionales muy secos, sus importantes componentes vitamínicos, etc. la hacen ideal como un recurso de máximo interés para poblaciones ubicadas en zonas geográficas donde se dan estos factores de geología, clima y social.

El árbol de la vida

Como el árbol de la vida se conoce a la Moringa oleifera, pertenece a la familia Moringaceae y es un árbol originario de la India, donde desde tiempos inmemoriables se ha utilizado con fines medicinales. Su nombre genérico deriva del malayo Muringa y también se le conoce en otros países de Centroamérica como marango, paraíso, paraíso blanco; en Cuba Palo Jeringa, en Guatemala Perlas, en El Salvador Terebinto, en Panamá y México Jacinto e incluso en España Reseda.

Es un árbol de hoja caduca. Es muy rústico y además de rápido crecimiento, pudiendo llegar a superar los tres metros durante su primer año. De adulto llega a alcanzar los doce metros de altura.

Sus ramas son colgantes quebradizas, recubiertas de una corteza suberosa. Sus hojas son de color verde claro, compuestas, tripinnadas y con una longitud entre 30 a 60 centímetros de largo, compuesta con muchos folíolos de pequeño tamaño.

La Moringa oleifera florece rápidamente, a los siete meses de su plantación. Sus flores son de dos a tres centímetros de diámetro, fragantes y de color blanco o blanco crema.

Tras su fecundación se crean unas finas vainas colgantes de cerca de dos centímetros de diámetro y de color marrón. Su forma es triangular y aunque su longitud supere el medio metro, pueden llegar a los 120 centímetros. Una vez maduras, se suelen dividir longitudinalmente en 3 partes, conteniendo aproximadamente unas veinte semillas de color marrón oscuro y con tres alas.

Moringa oleifera

¿Dónde se cultiva la Moringa?

Como hemos avanzado, la Moringa oleifera es una planta estratégica repleta de nutrientes esenciales. Una de las especies más valiosas económicamente y que como procede de Asia meridional crece en las estribaciones del Himalaya. Inicialmente se cultivaba extensamente en los trópicos.

Actualmente se puede encontrar a la Moringa oleifera en cultivo de forma destacada en países como la India, Etiopía, Filipinas, Sudán, África oriental, occidental y austral, Asia tropical, América latina, el Caribe, Florida y las islas del Pacífico. Y de forma puntual por todo el mundo donde la climatología lo permite, ya sea en pequeñas explotaciones como plantas aisladas en huertos urbanos y jardines.

Partes comestibles de la Moringa oleifera

De la Moringa oleifera se consume prácticamente todo:

  • Todas las partes del árbol de moringa (corteza, vainas, hojas, nueces, semillas, tubérculos, raíces y flores) son comestibles.
  • Sus hojas, raíces y vainas no maduras se consumen como hortaliza.
  • Las hojas se utilizan frescas o secas y molidas en polvo.
  • El aceite de semilla de moringa es dulce, no se pega, no se seca y no se enrancia.
  • La torta hecha con semillas se utiliza para purificar el agua potable.
  • Las semillas también se pueden comer verdes, tostadas, en polvo y en infusión para té o se pueden utilizar para hacer curry.
  • Sus raíces también son comestibles con sabor parecido al de las zanahorias.

Moringa oleifera

Cualidades especiales de la Moringa oleifera

Son muchas las cualidades de la Moringa oleifera. Sus hojas son ricas en proteínas, vitaminas A, B y C, y minerales. Posee la cualidad de producir hojas tanto durante la época seca del año como en periodos de sequía, siendo una excelente fuente de hortalizas verdes cuando hay pocos alimentos disponibles en poblaciones poco favorecidas. Los productos derivados de la Moringa oleífera poseen propiedades antibióticas, contra el tripanosoma y la hipotensión, antiespasmódicas, anti-ulcerosas, anti-inflamatorias, hipocolesterolemias e hipoglucémicas. Y es una planta muy importante para los pequeños agricultores ya que les proporciona una importante fuente de nutrición maternal e infantil, medicinas e ingresos familiares, además de que con la plantación de estos árboles pueden actuar como cortavientos a la vez que reducen la erosión del suelo.

Beneficios de la hoja de Moringa

Posee gran cantidad de nutrientes. Es una fuente rica de vitaminas, minerales y aminoácidos, con cantidades significativas de vitamina A, C y E, calcio y potasio.

Ayuda a la lucha contra los radicales libres. Gracias a sus antioxidantes llamados flavonoides, polifenoles y ácido ascórbico combaten los radicales libres, moléculas que causan estrés oxidativo, daño celular e inflamación.

Poder antiinflamatorio. La moringa reduce la inflamación mediante la supresión de enzimas inflamatorias y proteínas en el cuerpo. Hay estudios que afirman que el concentrado de hoja de moringa puede reducir significativamente la inflamación en las células.

Ayuda a proteger el sistema cardiovascular. El polvo de hoja de Moringa ayuda al control de lípidos en la sangre y derivado de ellos a la reducción de los niveles de colesterol.

Apoya la salud del cerebro. Su alto contenido de vitaminas E y C combaten la oxidación que conduce a la degeneración neuronal, mejorando la función cerebral.

Contribuye a proteger el hígado. Sus altas concentraciones de polifenoles en hojas y flores, protegen al hígado contra la oxidación y toxicidad. Contribuyen a restaurar las enzimas hepáticas, reducir el estrés oxidativo y aumentar el contenido de proteínas en el hígado.

Valor nutricional de las hojas de Moringa

Como referencia del valor nutricional de la Moringa, a continuación hacemos referencia al nivel nutricional de sus hojas. Las cantidades van referidas por cada 100 gramos de hojas frescas:

  • Proteínas – 6,7 gr.
  • Carbohidratos – 13,4 gr.
  • Lípidos – 1,7 gr.
  • Humedad – 75 gr.
  • Fibra – 0,9 gr.
  • Calcio – 0,44 gr.
  • Fósforo – 0,07 gr.
  • Potasio – 0,259 gr.
  • Hierro – 0,007 gr.
  • Magnesio – 0,024 gr.
  • Vitamina C – 220 mg.
  • Vitamina A – 3,39 mg.
  • Vitamina B1 – 0,21 mg.
  • Vitamina B2 – 0,05 mg.

Moringa oleifera

Propiedades organolépticas de la Moringa

Siempre es difícil describir las propiedades organolépticas de una fruta u hortaliza, quizás porque ya lo dice la frase… “para gustos los colores”. Pero lo intentamos.

El sabor de la Moringa oleifera en general es agradable y sus partes se pueden comer crudas, especialmente las hojas y flores. Flores ricas en carbohidratos que también se pueden comer cocidas como por ejemplo en guisos y sus hojas de sabor suavemente picante como una mezcla entre berro y rabanito, que pueden usarse para hacer jugos.

Con su fruto en forma de vainas, en estado verde se pueden cocer y tienen gusto parecido a las judías. Ya maduras pueden hervirse con un poco de sal y al abrirse se extraen sus semillas ya listas para consumir, de sabor parecido al garbanzo.

Sus raíces también son comestibles y su sabor es parecido al de las zanahorias aunque de gusto picante.

De sus semillas se extrae un aceite con muchas aplicaciones. Estas semillas contienen hasta un tercio de su peso en aceite de buena calidad rico en ácidos grasos insaturados. Con él se aliñan ensaladas y como anécdota, antiguamente se utilizaba como combustible para lámparas.

En países con escasez de recurso también se utiliza la Moringa oleífera para la purificación de agua. Con partes de esta planta se generan las llamadas tortas para ser utilizadas como filtro. Sus vainas y semillas contienen un polielectrolito catiónico que ha demostrado su eficacia en el tratamiento del agua para consumo humano, eliminando la turbidez.

La Moringa oleifera en agricultura y ganadería

En agricultura las hojas de Moringa oleifera son útiles como fertilizante y también se le reconocen una propiedad fungicida contra los hongos que atacan las raíces de las plantas cultivadas.

Recolectadas se utiliza en ganadería como forraje, atribuyéndole una larga lista de características benéficas, ya que sirve tanto para ganado vacuno, porcino, ovino, caprino u avícola, entre otros, en los que genera importantes incrementos en el rendimiento.

Pero de esta planta se aprovecha todo y como ejemplo, su madera sirve como leña y para hacer carbón o celulosa para papel de gran calidad.

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